A sus 76 primaveras, Ridley Scott trabaja como un joven de veintitantos: ha rodado casi sin darnos descanso 'Prometheus', 'El Consejero', y 'Exodus: Dioses y reyes' (que llegará a nuestras pantallas el cinco de diciembre); todo esto sin hablar de 'The Martian', thriller sci-fi en el que se embarcará el próximo año. Pero es cuando habla de proyectos futuribles cuando el veterano director se toma las cosas con la templanza propia de la edad, cocinándolo todo a fuego lento y, de paso, alterando a una prensa ávida de noticias y chismorreos.
La penúltima, en una charla con Variety, recogida por medios como Collider, Scott ha afirmado que llevará el timón de la futura secuela de 'Blade Runner', pero solo como productor. No se sentará en la silla del director, delegando esta función a otro director, o directora. ¿Y quién será? A partir de ahora se abren las apuestas.
La entrevista, motivada por la promoción de 'Exodus', dio pie a indagar en otros asuntos relacionados con la película, como detalles argumentales (sobre su estructura) y la participación de Harrison Ford en la misma. En este sentido, según sus palabras "Harrison es una parte muy importante de ella, pero realmente [la película] es sobre encontrarle; él aparece en el tercer acto".
¿Y cómo se estructurará la historia? "[El guionista Hampton Fancher y yo] hablamos largo y tendido acerca de cómo podría ser, y vino con una muy sólida línea argumental de tres actos, y tiene mucho sentido en cuanto a como se relaciona con la primera".
Todos blancos
Entre los temas que surgen a lo largo del extenso artículo, y centrados en 'Exodus', una de las cuestiones que se ponen sobre la mesa es la de por qué todos los actores de su relato bíblico son blancos. "No puedo montar una película de este presupuesto, en la que tengo que depender de desgravaciones fiscales de España, y decir que mi actor principal es Mohammad tal y tal", argumenta Scott. "Simplemente no lograría que se financiase. Así que la cuestión ni siquiera se plantea".
