Este fin de semana llega a nuestras pantallas 'Rise: cazadora de sangre', película dirigida por el venezolano Sebastián Gutiérrez y protagonizada por Lucy Liu, Michael Chiklis, James D'Arcy, Mako (el narrador/mago de 'Conan el bárbaro'), Robert Forster y, como suele ser habitual en las producciones de este cineasta, su actual pareja, Carla Gugino.
El director de la estimable 'El beso de Judas' cuenta en esta ocasión la historia de Sadie, una bella reportera que investiga una suerte de emergente y siniestro culto que está captando a nuevos adeptos entre los jóvenes de Los Ángeles. Tras descubrir que dicho culto está transformando en vampiros a sus nuevos feligreses, Sadie despertará una noche convertida en una no muerta sedienta de sangre, cruzándose en el camino del detective Rawlings, cuya hija fue asesinada a manos de la secta.
Juntos aunarán sus fuerzas en busca de venganza.
Últimamente tengo la sensación de que las películas en las que aparece Robert Forster -aunque se trate de un mero cameo de dos minutos como sucede con esta 'Rise: cazadora de sangre'- son síntoma inequívoco de que estamos a punto de visualizar una indigesta película de serie B, tal y como ocurriera con la bastante triste 'Dragon Wars'. Si a eso le sumamos a Lucy Liu como protagonista y un género vampírico que, a excepción de puntuales casos como 'el 'Drácula' de Coppola, 'Entrevista con el vampiro' y, siendo algo benévolos, la reciente '30 días de oscuridad', lleva años en el dique seco de la escasez de originalidad, 'Rise: cazadora de sangre' no podía presagiar nada bueno.
Y, efectivamente, así es.
¿Vampiros? Por decir algo...
El guionista del todavía pendiente de estreno remake de 'The eye', 'Serpientes en el avión' y 'Gothika' nos trae una historia relamida, de ínfima calidad, más cercana a un mal capítulo de Buffy Cazavampiros o a un 'Blade' de tercera que a un estreno cinematográfico mínimamente decente. Con estética, guión e interpretaciones de telefilm emitido en televisiones locales antes de iniciar la sesión porno del fin de semana, 'Rise: cazadora de sangre' ni siquiera se digna a recurrir a los clichés más obvios del género vampírico como los característicos colmillos, a excepción de la falta de reflejo de los no muertos en los espejos.
Sin un ápice de tensión, sin ni tan siquiera los recurridos sustos de las películas de terror incapaz de sugertionar al espectador, sin un mínimo de acción decente, con un guión repleto de no ya de lagunas, sino de pantanos, 'Rise: blood hunter' compite directamente con títulos como Skinwalkers, que en estos momentos representa un grato recuerdo en la memoria de un servidor al compararlo con Rise: cazadora de sangre'.
Sorprende que este subproducto llegue a la gran pantalla a nuestro país, cuando títulos bastante menos mediocres llegan a nuestro ámbito directamente en fomato casero, pero la combinación de chupasangres y Lucy Liu puede que atraiga a más de un espectador desinformado del absoluto fracaso de película en la taquilla estadounidense.
En fin, lamentable.