Rob Marshall ha estado nominado al Tony, en seis ocasiones, al Oscar, al Globo de Oro y al Emmy. Y solamente ganó el último de estos premios. Menos es nada, por supuesto, y está claro que los galardones no tienen una relevancia demasiado acusada, especialmente en términos artísticos, pero no deja de servir como reflejo de lo que parece marcar la carrera del cineasta hasta la fecha: casi, pero no.
En sus manos han caído proyectos por los que otros compañeros de profesión habrían matado, pero Marshall, amparado en el tremendo éxito de su sobresaliente debut cinematográfico, 'Chicago', iba sentándose frente a ellos para liderarlos con supuesto pulso de hierro. Sin embargo, visto el resultado final del noventa por ciento de sus películas hasta la fecha, la decepción casi siempre terminaba ganando.
A lo largo de este especial, revisamos todas sus películas, de menos a más, comprobando de manera directa como cualquier tiempo pasado, para Marshall, fue mejor. En cualquier caso, él puede estar tranquilo. Sobre sus manos siguen recayendo historias de un potencial altísimo con las que, quizá, pueda volver a recobrar aquellos destellos iniciales que, en cierto modo, casi justifican todo lo que vino después.
Rob Marshall, de peor a mejor
'Piratas del Caribe: En mareas misteriosas'
'Piratas del Caribe: En mareas misteriosas' no es tanto una película como una nada disimulada estrategia de marketing puro y duro construida para el éxito taquillero a través del capitán Jack Sparrow. Sin embargo, habría estado bien, al menos, alguna muestra de cariño hacia las anteriores películas piratas, las cuales son absolutamente ignoradas en una trama que da pie a una película que actúa como si ninguna de sus anteriores entregas hubiera existido. Si acaso, la única referencia es la desmesura.
Pero no todo es negativo. Por supuesto que las aventuras de Sparrow siguen siendo entretenidas y se agradece el regreso a ese tono desenfadado y divertido que caracterizaba a su primera entrega. Incluso en sus mejores momentos, entre los que destaca sobremanera el encuentro con las sirenas, la película demuestra que, con un poco más de intención, se podría haber conseguido algo más que un pasatiempo. Pero, por desgracia, ni la aparición del personaje de Penélope Cruz, ni, desde luego, la inclusión de tramas paralelas que no hacen más que interrumpir el ritmo trepidante que se le intenta dar al film, consigue elevar 'Piratas del Caribe. En mareas misteriosas' más allá del aprobado justísimo. Rob Marshall no consiguió hundir la flota entera, pero roza el naufragio absoluto.
'Into the Woods'
Lo mínimo que uno puede pedirle a un musical es ritmo. Parece básico, evidente, pero no por ello hay que dejar de valorarlo y (casi) exigirlo. Si pierdes esa batalla tan esencial olvídate de la guerra. Imposible. Y eso es precisamente lo que le ocurría a 'Into the Woods', un patinazo total e inesperado en términos narrativos y melódicos. La obra original, un clásico contemporáneo firmado por Stephen Sondheim, mismo responsable de, entre otras, la magistral partitura de 'Sweeney Todd' que Tim Burton convirtió en una no menos excelente película, se ve transformada aquí en una plana, aburridísima adaptación cinematográfica en la que poco o nada funciona.
Y eso que se intenta dar con la fórmula perdida durante más de dos horas eternas. Pero nada, lo único que queda después de verla es la sensación de que 'Into the Woods' podría haber sido un buen producto, un musical cinematográfico de cierta altura, si alguno de sus responsables, con un torpe Rob Marshall a la cabeza, hubiese mostrado algo de interés por dotar de sentimientos a una película completamente vacía. Quedarnos con su aceptable prólogo sería demasiado benevolente.
'Nine'
En 2009, 'Nine' era una de las grandes aspirantes a convertirse en una de las cintas más aclamadas del año. Hasta que se estrenó. Ni Rob Marshall, director del último musical ganador de un Oscar a Mejor Película ('Chicago'), ni su esencia de homenaje a esa obra maestra llamada '8 y medio', ni su reparto lleno de estrellas con, atención, Daniel Day-Lewis, Marion Cotillard, Penélope Cruz, Nicole Kidman y Judi Dench a la cabeza, consiguieron salvar de la quema una película que fallaba a la hora de aportar nervio, sensualidad, vida, fuego a una historia que lo pedía a gritos. Lástima que nadie la escuchara con atención, o peor, que nadie supiera como encontrar la clave para llevar este musical del cinco al diez. Desde luego, no sería por falta de recursos.
'Memorias de una geisha'
Después del éxito comercial, crítico y académico obtenido con la estupenda 'Chicago', Rob Marshall se embarcó en un proyecto orientado a la búsqueda de las mismas cimas: 'Memorias de una geisha'. Esta adaptación de la popular novela de Arthur Golden, uno de esos best seller que, durante un largo espacio de tiempo, se convirtieron en lectura obligada, parecía contar con todos los elementos para repetir la conquista, pero el cineasta decidió activar el piloto automático, acudir al clasicismo más oscarizable y evidente posible y terminar convirtiendo su potente historia en un melodrama de manual con cierto tufillo a telefilm de sobremesa. No hay nada en ella que sea un desastre, ni muchísimo menos, pero tampoco se puede identificar ningún elemento sobresaliente, ni siquiera notable. En definitiva, 'Memorias de una geisha' está bien. Y ya. Poca recompensa teniendo en cuenta el material de partida.
'Chicago'
Broadway lleva celebrando esta historia vibrante, sexy y memorable llamado 'Chicago' desde 1996. Es decir, un dato histórico que lo sitúa en el segundo puesto de la lista de espectáculos de mayor permanencia en cartel con más de 8.000 funciones hasta la fecha, una cifra que se complementa con su tremendo éxito en Londres, donde se representó durante 15 años, convirtiéndose así en el musical americano que más tiempo ha aguantado en cartel en la historia del West End.
Un reconocimiento absoluto que se mantuvo intacto tras su paso a la gran pantalla en 2002 gracias a una adaptación dirigida con fantástico sentido del ritmo cinematográfico por Rob Marshall que conseguía atrapar al espectador de una manera tan convincente que uno casi conseguía oler las tablas del teatro. Por su parte, la Academia también se rindió ante ella, convirtiéndola en la gran triunfadora de los Oscar con 6 estatuillas, incluyendo Mejor Película. El último musical en conseguir esa codiciada victoria.