El frío inglés no estaba todavía muy presente. Un taxi nos esperaba fuera del hotel De Vere Selsdon Estate, en South Croydon. Después de unos minutos, llegamos al Addington Palace, ubicado en Surrey. Las múltiples furgonetas y coches de producción dejaban constancia de que ya estábamos en uno de los lugares de rodaje de 'Sharknado 5: Aletamiento Global'. Después de esperar en recepción, dos miembros de producción nos llevaron junto a las representantes de SyFy Europa a una pequeña sala con sofás, una chimenea y maquillaje desperdigado en una mesa. Las instrucciones eran claras: "Debéis esperar aquí hasta que nos avisen de que podéis pasar". Además, nos informaron del embargo que debíamos realizar y la cesión de derechos de imagen. Sí, íbamos a aparecer en una de las secuencias de la película como extras. En la sala de esperar pasaban los minutos hasta que de pronto, entró Ian Ziering. El actor venía para retocar el maquillaje, saludó a los presentes con una sonrisa y se sentó, mientras esperaba a la maquilladora. Un miembro de producción nos avisó de que era momento de acudir a la grabación de una de las secuencias que se rodaría ese día.
El primer Sharknado
Atravesando el largo pasillo que llevaba a una sala grande de reuniones, nos esperaba una puerta que llevaba al jardín exterior. Los cámaras, ayudantes, técnicos... ya se encontraban preparados para empezar a rodar. Había un grupo de más de 15 personas. El gran atractivo de esta escena, técnicamente hablando, era el ventilador tamaño gigante que se encontraba en el set. No había suficiente viento, por lo que era complicado simular un "tornado de tiburones". Otro ayudante estaba recogiendo hojas secas de los árboles, algo que después entenderíamos cuando empezáramos a rodar. Empezaron las primeras pruebas de cámara, se ajustaba el plano y se probaba el ventilador. Para saber hacia qué dirección iba, también se decidió hacer volar las hojas y ver el efecto que daban. Un técnico nos explicó que debíamos mantenernos quietos durante la grabación de la secuencia "y no muy cerca de los cables del ventilador, porque echa bastante humo y es incómodo". Y ahí estaban: Chris Kattan y Katie Price, los protagonistas de la escena que se iba a rodar en breves. La actriz iba cubierta con una chaqueta por las bajas temperaturas. Los más característico de Kattan era una media verde que cubría su pierna derecha, algo que nos indicaba lo que iba a ocurrir más tarde. Para los que no ubiquéis a ambos artistas, el de Los Angeles es conocido por 'Saturday Nigh Live' y películas como 'Movida en el Roxbury'. Price es conocida en Reino Unido como una socialité y modelo, que tiene su propio reality: 'Katie Price: My Crazy Life'.
La acción comenzó cuando se oyó el primer "Action!". Ambos actores bajaron por las escaleras, debían aparentar que estaban presenciando un Sharknado en directo. Después de hacer varias tomas, cortaron en el momento en el que quedaban apoyados sobre las últimas escaleras de piedra (y sí, la foto de arriba corresponde a esa escena). La asistente de la celebrity, entre descanso y descanso, le daba su chaqueta y mientras, un maquillador retocaba los brillos. Después de unos breves minutos, volvían a posicionarse para retomar la escena. Tras grabar la primera, les dieron nuevas indicaciones y aclararon en qué punto debían colocarse. Nuevamente, a la actriz la cubrieron con una chaqueta, aunque esta vez fue otro de sus asistentes. La escena consistía en que se encontraban muy cerca del Sharknado y uno de los tiburones, le arrancaba la pierna derecha. Por el diálogo pudimos saber que el personaje del estadounidense era el de Primer Ministro de Inglaterra, mientras que la británica daba vida a sus asistente personal. Una de las frases del diálogo era: "Por favor, sálvate tú", que junto a luchar con los tiburones a base de maletines al aire, hacía que se viera la importancia de la post-producción en esta película. Grabaron varias tomas, el proceso se repetía: entre descanso y descanso, chaqueta, bebida y las peticiones de Price a sus asistentes. Kattan repasaba su frases mentalmente y también descansaba. Hay que destacar que el efecto del gran ventilador y la multitud de hojas que iba vertiendo el ayudante, daban un buen efecto de tormenta y tornado: el pelo alborotado, dificultad para andar con el viento en contra, el ruido... No todo iba a formar parte de los efectos especiales.
Compartiendo escena con Ian Ziering y Tara Reid
Después de ver la primera secuencia, esperamos en una pequeña sala con varias sillas. Nos avisaron que se encontraban montando el escenario de la siguiente secuencia. Podíamos ver cómo iban colocando las banderas de distintos países por la habitación. En un extremo de la sala, se encontraba un atril (con su correspondiente mazo). Los cámaras iban también buscando el plano y la posición dentro de la sala. El director entró en la sala y comenzó a dar indicaciones a su equipo, en concreto, a sus ayudantes y a los cámaras. Pasaron varios minutos hasta que avisaron que iban a escoger cómo nos íbamos a colocar para la escena que se disponían a grabar. Llegaba el momento de ser parte, delante de la cámara, de la franquicia de 'Sharknado'. Nos fueron seleccionando y entró una maquilladora. Algunas personas ya venían cambiadas desde el hotel, pero otras, fueron rápidamente al baño para ponerse camisa, americana, pantalón y zapatos (para hombre) y camisa, falda y chaquetilla de vestir (para mujeres). Entramos en la sala de reuniones, ya tenía el aspecto de una convención entre países. Encima de las mesas habían micrófonos para hablar y un vaso de agua. Nos empezaron a colocar por aspecto físico. Iban dejando algunos huecos vacíos, dado que ahí irían también los extras contratados por la producción.
Poco a poco nos fueron sentando. Las indicaciones fueron: "No miréis a cámara, nosotros os daremos la réplica cuando el personaje del Primer Ministro entré con una señal. Por favor, no os riáis ni hagáis tonterías, queda fatal en cámara. De verdad, os lo aseguro, quedáis muy mal". Luego, nos añadieron que debíamos poner cara de miedo: "Cuando digamos "¡SHARKNADO!", tenéis que gritar, correr de un lado para otro, subiros a la mesa... ¡Lo que queráis! Pero, tened cuidado con las cámaras". Todavía tardaron un tiempo en terminar de colocar y decidir el orden de grabación de la secuencia. Entraron en la sala Tara Reid, Ian Ziering y Cassie Scerbo. Llegaron para recibir instrucciones del director. La grabación ya estaba a punto, entró también Lucy Pinder, al parecer empezaba su escena en el atril. Ya se acercaba el momento de rodar, las últimas intstrucciones fueron que debíamos encontrarnos hablando y ser interrumpidos por Pinder, después sentarnos y escucharla con semblante serio. Después, llegarían a escena el trío protagonista junto a un actor que daba vida a su consejero (la imagen de arriba, pertenece a esta secuencia), con un discurso sobre la magnitud del ataque de los Sharknados a nivel mundial. La escena llegaría a su clímax cuando el Primer Ministro Británico, en la piel de Kattan, entraba gritando, totalmente magullado y tras esta entrada, observaban que el Sharknado que tenían controlado, había desaparecido. ¿Y qué venía después? Un Sharknado en la sala. Durante las grabaciones, hubo que pararla tres veces porque la actriz de 'American Pie', nuestra April en esta saga, casi se ahoga en dichas ocasiones. La rubia tuvo que ausentarse y beber agua para poder volver al set. Luego, por otra parte, Kattan se le atravesó una palabra y no era capaz de decirla de corrido, equivocándose hasta dos veces seguidas. Ziering bromeaba con sus compañeros de reparto y mientras, nos iban dando pequeñas acotaciones sobre la gesticulación, la maquilladora nos retocaba los brillos durante las correcciones. La escena hasta el chillido del Primer Ministro se alargó bastante, pero finalmente, quedaron grabados todos los planos. Ya sólo quedaba grabar el Sharknado dentro de la sala. Producción nos informó que había parón para comer.
¡Viene el Sharknado!
Todos nos apresuramos a salir por la puerta por la que habíamos entrado. Bajamos una pequeña cuesta y nos topamos con un viento bastante fuerte. Parece que se había contagiado del gran ventilador. A lo lejos ya se podía ver la cola en la que había periodistas, miembros de producción y como no, los mismos actores. A diferencia de nosotros, ellos tenían sus propios tráileres y podían descansar y comer ahí. Después de seleccionar la comida, nos la dieron para llevar. Entramos dentro del edificio y nos llevaron a una sala, donde también había snaks y bebidas. Aunque no había mesas, nos apañamos para comer sentados y con la comida entre las piernas o en una silla en paralelo. Después de comer, hubo gente que aprovechó para salir a fumar, para ir al baño o para retocarse el peinado. Había que recordar que todavía teníamos que terminar la secuencia de la sala de reuniones. Eran más de las cuatro de la tarde, cuando nos volvieron a reunir en la sala pequeña a continuación del lugar de grabación. Unos retoques de maquillaje, nos pasaron un poco el peine y vinieron por nosotros. Las caras de ánimo seguían estando, pero se notaba que alguno después de la comida se encontraba un poco amodorrado. Volvimos a coger posiciones y para que nos fuera más fácil meternos en el papel, realizaron la escena desde el principio. Aprovecharon para coger más planos en escena. Tuvimos la suerte de tener a Pinder al lado nuestro, por lo que veíamos en primera persona la interacción entre los actores, el escenario, las correcciones del director... Y llegó el momento: el Sharknado se avecinaba, y no, no es la foto de arriba la escena que grabamos.
Algo nerviosos por hacerlo bien, cuando escuchamos el primer Sharknado corrimos, nos arrastramos por el suelo, fuimos de un lado para otro, se oían gritos, hubo un vaso que se cayó sobre la mesa... La verdad, es que conectamos con nuestros personajes (o no, ya se verá en el resultado). Repetimos la secuencia más de cuatro veces, en especial, porque debían cogerla de diferentes ángulos. Nos dieron algunas directrices, sobre todo para coordinar los movimientos. En las últimas tomas, era centrándose en los actores. Pudimos ver en directo cómo se lucha realmente con un tiburón en rodaje. Por lo menos, en 'Sharknado 5' no había un ápice de muñecos verde, era coger la bandera de al lado y fingir que estaba pegando al animal. También vimos la muerte de uno de los personajes, atravesado por un tiburón imaginario, eso sí, interpretó muy bien el golpe y su caída. Y por fin, terminamos. Nos aplaudieron y avisaron que las escenas principales ya estaban.
Corriendo por el campo de rugby
En el descanso, tuvimos la oportunidad de ver cómo Ian Ziering cabalgaba un tiburón. Vale, no era un tiburón, pero era una almohada (bueno, un objeto blando) en color verde que en post-producción se convertiría en los famosos seres protagonistas de la película, el resultado lo podéis ver arriba. El actor ponía todo su empeño en el rodaje, sin ningún doble se tiraba al tiburón y lo deslizaba por las escaleras. Se caía, luchaba con él. La estampa era graciosa, porque ver a un artista peleando con una almohada verde no tiene desperdicio. Después de grabar dicha escena. El actor de 'Sensación de vivir' se despidió de los presentes dándonos la mano y agradeciendo que hubiéramos asistido al rodaje. No tuvimos rastro de Tara Reid, pero todos esperábamos que por lo menos no se hubiera vuelto a atragantar, que la pobre ya lo había pasado suficientemente mal en la anterior secuencia. La producción nos avisó que todavía quedaba una escena en la que podíamos participar: fans de un equipo de rugby. Claro, estas indicaciones de vestuario ya nos las habían enviado por correo. Hubo algunos compañeros que decidieron marcharse al haber terminado bastante tarde de rodar. Eran casi las 21 horas cuando quedaban las grabaciones del campo de rugby.
Las indicaciones fueron bastante básicas: debíamos correr desesperados al ver que llegaban el Sharknado. Nos cambiamos y fuimos a una parte que emulaba a un campo de rugby. Tuvimos que esperar a la preparación del equipo. Por suerte, nos dieron algo de picar por las horas y de beber. Los ánimos seguían arriba por termina de rodar la última secuencia del día. Aunque algunos tenían la esperanza de ver a los actores principales, no todos tendríamos la oportunidad de hacerlo. En especial, porque algunos ya se habían marchado al cumplir sus escenas. La grabación se extendió hasta la madrugada. Corrimos con la misma energía con la que huimos de los tiburones en la sala de reuniones. Esta vez no fue muy complicado, pero se necesitaban varias tomas y desde distintas perspectivas. No había muñecos verdes como los que cabalgaba Ziering, pero por lo menos teníamos la misma imaginación que la mayor parte de los actores de esta película: si no existe el tiburón, te lo imaginas en tu cabeza y ya está. Después de terminar de grabar, llegó el momento de despedirse. El equipo técnico todavía tenía que recoger cables, cámaras, micrófonos, equipos... Todo el material de grabación. Nuestra compañera de SyFy nos avisó de que había un taxi llegando para retornar al hotel. Cuando nos sentamos dentro del coche, nos pudimos dar cuenta la gran sesión maratoniana de rodaje que habíamos realizado desde por la mañana hasta por la madrugada. Y si contamos, fuimos testigos de solamente cuatro o como mucho, cinco secuencias.
La conclusión que sacamos de nuestro día en 'Sharknado 5' fue que la post-producción es lo más importante de la saga. Da igual los años que pasen, que Ian Ziering siempre estará al pie del cañón en cada escena y por qué no, también dando buen rollo entre los miembros del equipo con sus bromas y sus comentarios simpáticos. Tara Reid estuvo a punto de ahogarse en tres ocasiones, pero como su personaje, ella puede con todo y una botella de agua consiguió salvarle la vida. No importa si eres un actor, más o menos conocido, o una socialité algo escandalosa, si tienes que pasar frío para interpretar que estás siendo víctima de un Sharknado, se hace y ya está. Los miembros de maquillaje no les falta trabajo, si no están con los actores, los extras también necesitan brillo entre toma y toma. La duración de los rodajes es como una buena cita: sabes cuando empieza, pero no cuando termina. Las horas pasan y en algunos momentos, te desespera tener que ver la vida pasar, pero cuando estás viendo cómo graban, se te pasa muy rápido (y más si formas parte de la escena). Y por último, la gran imaginación para creer que hay tiburones en el set y no tener ni siquiera las almohadas verdes de Ziering en todas ellas.