¡Cuidado SPOILER!
*No nos imaginamos que aún quede un habitante en esta galaxia o aquella tan lejana que no haya visto 'Rogue One', pero si perteneces a esa especie en peligro de extinción... ¡No sigas leyendo!
Sí, con cualquier cosita estamos destripando detalles de este spin-off de 'Star Wars' que tantas alegrías le está dando a Disney, pero el aviso en este caso viene a cuento porque vamos a dar un paso más y proceder a diseccionar ese desenlace que gustó tanto a la mayoría de los fans de la saga. Y es que era imposible no emocionarse al ver como el equipo de 'Rogue One', con Gareth Edwards a la cabeza, se había puesto manos a la obra con la difícil tarea de unir este nuevo film con el clásico que desatase la fiebre galáctica en 1977.
'Una nueva esperanza' arrancaba con Vader interrogando y apresando a la princesa Leia (Carrie Fisher) que, antes de caer en las manos de este Sith, lograba esconder los planos de la Estrella de la Muerte en R2-D2. La historia de cómo los rebeldes consiguieron esos planos, esa que ha recaudado 1.000 millones de dólares en la taquilla mundial, alcanzaba su cenit en el momento en que el uno de los personajes femeninos más icónicos de la historia del cine hacía su aparición por obra y magia del CGI. Aquí es cuando entra la "cuestión de gustos" en juego (además del debate ético), que ha empujado a muchos a pensar que el plano de la princesa hace aguas por la falta de proporción en su figura, algo que no sucede con el gran personaje generado por ordenador de este film: Tarkin, pero eso es otra historia.
La cuestión en la que vamos a profundizar en este caso es el motivo por el cual Leia se encuentra en la batalla de Scarif cuando supuestamente debía estar de camino Tatooine en busca de Obi-Wan para convencerle de que debía unirse a la rebelión. Bail Organa deja claro que su intención era esta, enviar a la princesa en su propia misión, pero la cosa se trunca. ¿Qué es lo que provoca que sea este querido personaje el que acabe en posesión de los dichosos planos?
¿Agujeros de guion?
Al ver el final de 'Rogue One', algunos seguidores no solo se quedaron sorprendidos por lo evidente, esa criatura de CGI que parecía un imposible, sino que dieron un pasito más allá al pensar que la princesa no tenía que estar ahí, algo que los guionistas, Chris Weitz y Tony Gilroy, habrían pasado por alto porque les venía genial como impacto visual y final de traca que Leia hiciera su aparición para unir completamente este spin-off con el Episodio IV.
Pues bien, esta conclusión es perfectamente rebatible si atendemos a los pequeños detalles que va sembrando la película. Así lo ha afirmado Pablo Hidalgo, uno de los integrantes del equipo de Lucasfilm que vela porque las nuevas historias tengan sentido. "El plan siempre fue que Leia fuese a Tatooine en busca de Obi-Wan con el Almirante Raddus como escolta. Entonces les llega la notica de la batalla de Scarif, algo que consideran más importante ya que Profundity, la nave pilotada por Raddus, es la única nave de batalla de la que disponen en ese momento", vamos que la princesa lo que acude es a una llamada de "socorro" en el momento en que se desata la lucha.
De paso Lucasfilm ha aprovechado para responder otra cuestión que se han planteado muchos fans: ¿donde estaba la princesa el resto de la película? Según Hidalgo, Leia se encontraba en Yavin 4, algo que no llegamos al ver y que teníamos que entender del cameo de R2-D2 y C-3PO, y de ese momento en el que se hace referencia al Capitan Antilles. Total que para no perderse una coma hay que hilar fino... Finísimo. ¿Habías caído en todos estos detalles?
