México ya tiene elegida la película que representará a su país en la 91 edición de los premios Oscar. 'Roma', el nuevo film del aclamado y oscarizado director Alfonso Cuarón producido por Netflix, ha sido la cinta seleccionada por la Academia mexicana de las artes y las ciencias cinematográficas para optar al Oscar a la mejor película de habla no inglesa.
En 2014, Cuarón hizo historia en los Oscar al convertirse en el primer director mexicano en lograr la estatuilla dorada a la mejor dirección, un premio que más tarde también lograrían sus compatriotas Alejandro González Iñárritu por 'Birdman o (la inesperada virtud de la ignorancia)' y 'El renacido (The Revenant)' y Guillermo del Toro por 'La forma del agua'. Con 'Roma', Cuarón podría volver a conseguir un logro histórico para la cinematografía mexicana, pudiendo lograr el primer Oscar a la mejor película de habla no inglesa para su país.
México ha logrado estar nominado en la categoría en un total de ocho ocasiones desde mediados de la década de 1950. Sus últimas candidaturas nominadas fueron 'Biutiful' de Iñárritu en 2010 y 'El laberinto del Fauno' de Del Toro en 2006, no habiendo logrado a día de hoy hacerse con el galardón.
¿Primer Oscar para una ficción de Netflix?
'Roma' también supondrá una gran baza para Netflix de cara a esta próxima temporada de premios. La cinta de Cuarón podría llevar a la compañía de vídeo bajo demanda a hacerse con su primer Oscar para un largometraje no documental (tras 'Ícaro'), un logro que suena bastante probable a causa de la gran ola de opiniones positivas que ha cosechado la cinta en festivales como el de Venecia.
Además, las críticas también parecen postular a 'Roma' a hacerse hueco en las categorías de mejor fotografía, dirección o incluso película. La cinta, basada en los recuerdos de la infancia del propio Cuarón en Ciudad de México, se estrenará en Netflix el próximo 14 de diciembre, contando también con un estreno en salas de cine.
Las películas de Alfonso Cuarón, de peor a mejor
'Solo con tu pareja'
La ópera prima de Cuarón fue esta tragicomedia sexual protagonizada por Daniel Giménez Cacho que tuvo un notable éxito en su país de origen. Su guion mezcla una aparente ligereza con asuntos serios como los estragos del VIH. Aunque se deja ver y la dirección de actores es destacable, el film queda lejos aún de lo que el cineasta tenía que ofrecernos, especialmente en un apartado visual que aquí se limita a lo funcional. A pesar de todo, su debut fue lo suficientemente llamativo para que Cuarón recibiera la llamada de Hollywood, donde el mexicano rodaría sus dos siguientes películas tras foguearse en un par de series televisivas de escasa repercusión.
'Grandes esperanzas'
Esta atractiva adaptación de la obra maestra de Charles Dickens, supone quizá la propuesta más discutida de toda la filmografía de Cuarón. Quizá influído por el (relativo) éxito del 'Romeo y Julieta' de Baz Luhrmann, Cuarón apostó por revisitar en clave contemporánea este clásico de la literatura británica, dando como resultado un tan vistoso como superficial acercamiento a una compleja novela que alberga en sus páginas mucho más que el romance frustrado al que este film dedica el grueso de su metraje. Ethan Hawke es un correcto Pip, pero el resultado final es francamente irregular.
'La princesita'
También de ecos dickensianos, aunque basado en la novela de Frances Hodgson Burnett, el primer film de Cuarón en Hollywood fue esta aventura familiar situada en tiempos de la I Guerra Mundial, que fue aclamado por la crítica e injustamente ignorado por el gran público. El film, bellamente fotografiado por el gran Emmanuel Lubezki, dejaba patente el talento del cineasta mexicano para mezclar con habilidad fantasía juvenil y subtexto adulto con notable destreza, lo cual no pasó desapercibido para los grandes estudios, que volverían a contar con él en proyectos de mayor envergadura.
'Harry Potter y el prisionero de Azkabán'
En su primera superproducción, Cuarón logró aportar a la popular saga fantástica el toque oscuro y la creciente complejidad que requería el episodio que marcaba el tránsito a la adolescencia del joven mago y sus compañeros de aventuras. Considerada por la crítica y los fans de las novelas de Rowling como una de las mejores entregas de la serie, 'El Prisionero de Azkabán' destacaba por su interés en dotar de ambigüedad a los personajes adultos y en aportar matices a las relaciones entre sus protagonistas, sin abandonar el tono lúdico y el lujoso diseño de producción de sus predecesoras.
'Y tu mamá también'
Antes de dar el salto definitivo a Hollywood, Cuarón filmó esta sobresaliente road-movie con la que catapultó al éxito a unos jovencísimos Diego Luna y Gael García Bernal, cómplices en este sugerente viaje iniciático envuelto en erotismo que cuenta cómo en plena celebración del fin de curso, dos adolescentes mexicanos se embarcan en un improvisado viaje junto a una treintañera española (estupenda Maribel Verdú) rumbo a un destino de insospechado impacto emocional. Pocas historias sobre el tránsito a la madurez han sido contadas en los últimos años con tanta pasión, atrevimiento y sinceridad como en este agridulce film que nos divierte hasta golpearnos con un final tan amargo como coherente.
'Gravity'
Cuarón se llevó al Oscar al mejor director con una frenética odisea espacial cuyo imponente acabado técnico le llevó a recibir elogios del mismísimo James Cameron, que la consideró en su momento "la mejor película sobre el espacio jamás rodada". Una sufrida Sandra Bullock protagonizaba una emocionante lucha por la supervivencia en este film de brillantes ideas visuales y escenas magníficas, ligeramente lastrado por los elementos melodramáticos de un guion que no está a la altura de su excelencia formal. Aún así, una magnífica demostración del talento del realizador.
'Hijos de los hombres'
Aunque no es la película más taquillera ni la más premiada de la carrera de Cuarón, esta magnífica adaptación de la novela de la británica P.D. James es un extraordinario ejercicio de ciencia ficción de corte filosófico que nos sumerge en un futuro próximo en el que han dejado de nacer niños. El vibrante humanismo de su historia, su excelente pulso narrativo (con un plano secuencia para enmarcar) y el mejor Clive Owen que hemos visto en pantalla, contribuyen a que 'Hijos de los hombres' sea lo más cerca que Cuarón ha estado de rodar una obra maestra.