Sacha Baron Cohen fue una vez más protagonista en la noche de los Oscar. Y es que el actor y humorista inglés se volvió a caracterizar de uno de sus famosos personajes cinematográficos, Ali G ('Ali G anda suelto'), para salir a presentar una parte de la gala junto a la actriz Olivia Wilde. En su breve pero intensa aparición, tuvo tiempo para ahondar en la polémica racista de los premios y también para lanzar un "piropo" de dudoso gusto a su compañera.
La apariencia de Cohen sorprendió a todos los presentes, ya que en la alfombra roja previa a la gala compareció junto a su mujer, la también actriz Isla Fisher, vestido de etiqueta. "Tuvimos que colarlo, explicó Cohen. Los Oscar se sentaron conmigo de antemano y me dijeron que no querían que hiciese algo fuera de orden; querían que presentase como yo mismo", añadió. Pero, visto lo visto, el intérprete no hizo mucho caso a las recomendaciones. Para ello contó con una compinche de excepción: "Por suerte mi mujer dejó la barba de Ali G en los aseos para minusválidos y logró salirse con la suya. ¿Qué haría yo sin ella?", confesó el humorista.
Una vez sobre las tablas del Dolby Theatre, ya con pajarita roja y las míticas gafas y el gorro de su personaje (además de la barba), Cohen comenzó con su particular show. Debía presentar el tráiler de 'La habitación' como nominada a Mejor película, pero se fue por las ramas: "Estoy aquí en representación de las personas de todos los colores (...) Por esa pequeña gente amarilla muy trabajadora y de minúsculos... Ya sabéis, los 'Minions'. Por todos los que han sido pasado por alto: Will Smith, Idris Elba... Y por supuesto el increíble tío negro de 'Star Wars', Darth Vader. ¡Va por vosotros!". Por si fuera poco, para dar paso a la proyección añadió: "Ahora vean una película sobre una habitación llena de gente blanca".
Olivia Wilde y su escote
Después fue el turno para Olivia Wilde, quien debía presentar la siguiente y última de las nominadas a Mejor película: 'Brooklyn'. Cuando la actriz terminó su discurso, y mientras disminuía el nivel de luz del auditorio y se comenzaba a proyectar la presentación del film, Cohen dijo: "Él estaba bien alimentado", a lo que Wilde respondió: "Gracias". El comentario ha dado pie a múltiples interpretaciones, si bien todo indica que hacía referencia al generoso escote que lucía la actriz. Wilde fue foco de la atención mediática en los últimos meses tras posar dándole el pecho a su hijo en una sesión de fotos.
No es la primera vez que Cohen se disfraza y la lía en unos premios Oscar. Ya lo había hecho en la edición de 2012, cuando se enfundó el traje de 'El dictador'. En aquella ocasión, el actor se paseó por el photocall acompañado de dos atractivas mujeres a modo de guardaespaldas mientras llevaba en sus manos una urna con el retrato del recientemente fallecido expresidente de Corea del Norte, Kim Jong Il. La sorpresa se hizo mayúscula cuando el cómico británico vertió el contenido de la urna sobre la propia alfombra roja.
