George A. Romero (1940-2017) pasó a los anales de la historia del cine con su ópera prima, hazaña de la que no todos los directores consagrados pueden presumir. Era 1968 y 'La noche de los muertos vivientes' impactaba a medio mundo no únicamente por su alto contenido de violencia gráfica y gore, sino porque establecía el paradigma de lo que vendríamos a conocer como el zombi moderno.
Fue gracias a la particular visión de Romero acerca de los muertos vivientes y a la mordaz crítica social que acompañó sus producciones, que lo que primero se conoció como una trilogía, pronto pasó a ser considerado como uno de los grandes ejemplos del cine de terror de todos los tiempos. Tanto 'La noche de los muertos vivientes' como 'Zombi' y 'El día de los muertos' alcanzaron su cenit cuando pasaron a ser objeto de culto e hicieron correr ríos de tinta por todos los trasfondos que en ellas dibujó Romero.
Zombis políticos
Ya en el siglo XXI, el director decidió rescatar su saga con dos obras que presentó bajo el mismo prisma crítico, como buen hijo de la contracultura estadounidense. Fue en 2005 y 2007 cuando se estreneron 'La tierra de los muertos vivientes' y 'El diario de los muertos', sus dos últimas grandes películas.
En 2009 se deshacía de las ataduras de la crítica social y abrazaba el exploit con La resistencia de los muertos'', último y menos celebrado título de su famosa saga, el cual dejó un sabor agridulce entre sus seguidores, los cuales parece que iban a ser recompensados con 'Road of the Dead', el proyecto que se anunció pocos meses antes del triste fallecimiento del legendario director, y que pretendía recuperar su lectura sociopolítica con una película que iba a ser un cruce entre 'Ben-Hur', 'Rollerball' y el universo 'Mad Max'.
En el presente especial hacemos un repaso a los seis títulos que componen la saga de los muertos vivientes de Romero, cuya calidad fue disminuyendo de forma escalonada conforme iban sucediéndose las secuelas, pese a ser todas ellas (la gran mayoría) grandes ejemplos de cine de zombis.
La saga de los muertos vivientes
'La noche de los muertos vivientes'
Rodada con un presupuesto que rondó los 114.000 dólares, 'La noche de los muertos vivientes' pronto se convertiría en un hito del cine independiente norteamericano y ensalzó a su director, George A. Romero, como maestro del cine de horror moderno.
Como buen hijo de la contracultura, Romero le dio a su visión del zombi un cariz sociológico que fue formulado cual crítica al capitalismo. Porque además de tratarse de una película sobre muertos que regresaban a la vida dispuestos a comerse a los vivos, la figura del zombificado, tal y como ya había sucedido décadas atrás con 'La legión de los hombres sin alma' o 'Yo anduve con un zombie', pasó a ser un reflejo de su sociedad.
En la película, Judiht O'Dea encarnó a Barbra, una mujer que tras ser atacada por un resucitado en un cementerio de Pennsylania, acaba refugiada en una granja junto a Ben (Duane Jones), donde deberán hacer frente a lo que parece una invasión de tintes apocalípticos.
'Zombi'
Una década después de instaurar lo que el público conocería como el zombi moderno con 'La noche de los muertos vivientes', George A. Romero estrenaba 'Zombi', también conocida por su título original, 'Dawn of the Dead'.
Su presupuesto alcanzó el millón y medio de dólares (en taquilla hizo más de 55) y fue la primera colaboración del realizador con Dario Argento, quien se encargó de la música junto a Goblin. Esta primera secuela, elevó al cuadrado la crítica hacia el sistema, convirtiendo un centro comercial en un refugio contra las hordas de muertos que no acabará siendo otra cosa que una sátira hacia el consumismo que pasó, como su predecesora, a convertirse en una película de culto casi instantáneo.
'El día de los muertos'
Tras la noche y el amanecer, en 1985 llegó 'El día de los muertos', título con el que George A. Romero se rió del estamento militar, trasladando la acción a una base del gobierno en la que unos pocos humanos, entre los que se encuentran militares y científicos, intentan encontrar una solución a la epidemia que ha asolado el planeta.
Con un presupuesto estimado de 3,5 millones de dólares, tras su estreno comercial logró amasar en taquilla alrededor de 34, siendo con su llegada a los videoclubs que adquiriría el estatus de clásico de culto (etiqueta a la que también se adscriben las dos anteriores) con el que es conocida hoy en día.
Por si fuera poco, el propio Romero aseguró en más de una ocasión que esta era su película favorita de la saga, ya que decía sentirse muy orgulloso de ella y porque fue en la que más disfrutó durante el rodaje.
'La tierra de los muertos vivientes'
Tuvieron que pasar 20 años para que George A. Romero estrenase el cuarto título de su saga, 'La tierra de los muertos vivientes'.
Esta vez, y como buen ejemplo de título nacido a principios del nuevo milenio, Romero puso la flecha de la sátira apuntando hacia la globalización, haciendo hincapié en la lucha de clases y el dominio de los ricos sobre los pobres, representado en la ciudad fortificada que permanece en un mundo repleto de zombis, y en la que las élites dominan con mano de hierro sobre aquellos más humildes. Tendrá que ser uno de esos muertos que acechan tras la verja electrificada, Big Daddy (Eugene Clark), quien acabe liderando una rebelión para acabar con la sociedad estamental y conseguir la igualdad para todos.
'El diario de los muertos'
En el año 2007 se estrenaba 'El diario de los muertos', el quinto título del universo de los muertos vivientes de George A. Romero, en el que apostaba por el found footage y seguía satirizando acerca de un tema ligado al de 'La tierra de los muertos vivientes': la globalización, ahondando en la forma en que los mass media impactan en nuestra vida.
Después de los casi 20 millones que había costado el título anterior, el rodar en clave metraje encontrado consiguió abaratar muchísimo los costes de la película, la cual costó 2,7 millones, cifra que duplicó en taquilla. Su historia, a modo de puro metacine, nos presentaba a unos estudiantes de cine rodando una película de terror en el bosque, momento en el que descubren que los muertos se han levantado y, dispuestos a dejar para la posteridad el legado de sus vivencias, decidirán filmar todo lo que les pasa mientras cruzan el estado en su furgoneta y se enfrentan a los zombis.
'La resistencia de los muertos'
Con un estreno mundial que tuvo lugar en el festival de Venecia del año 2009, la última entrega de la saga de los muertos de George A. Romero levantó más detractores que defensores. En añadido, de los poco más de 4 millones que costó, en taquilla solo se recuperaron 3, por lo que se trató de un fiasco al que Romero no se había enfrentado antes con ninguno de los títulos de su mítica franquicia.
Dejando a un lado las críticas sociales y la sátira, 'La resistencia de los muertos' no fue más que un exploit del cine de zombis cuya principal inspiración había sido, tal y como aseguró el director, 'Horizontes de grandeza', western dirigido en 1958 por William Wyler, y del que tomó ciertos elementos puramente westernianos para construir una historia a la que todo el mundo le pidió más de lo que daba.
Quizá hubiésemos tenido que pensar que Romero tan solo quería divertirse con los muertos que él mismo ideó cuarenta años atrás, sin trasfondos ni lecturas políticas de por medio.
