Si hay una saga animada que marcó a toda una generación a inicios del siglo XXI esa fue la de 'Shrek'. El simpático ogro verde conquistó el corazón de aquellos niños que se criaron en la década de los 2000 y que hizo que DreamWorks (junto con Pixar) marcase la agenda en la industria del entretenimiento frente a una factoría Disney que se encontraba en horas bajas.
El 18 de mayo de 2001 llegó 'Shrek', una película que vino a revolucionar el cine de animación. Con un humor ácido e irreverente, la película dirigida por Andrew Adamson y Vicky Jenson rompía con los estereotipos de los cuentos de hadas, con un ogro que al final es un entrañable protagonista. Un personaje que derrumbaba prejuicios y mostraba que los héroes no tenían que ser valerosos caballeros andantes.
Una de las sagas más queridas de DreamWorks
'Shrek' hizo historia, al ser el primer largometraje en ganar el Oscar al mejor filme de animación (fue candidata también al mejor guion adaptado), como también en ser la primera película animada en competir en la Selección Oficial del Festival de Cannes desde que 'Peter Pan' lo hiciese en 1953. Antes de que 'Cómo entrenar a tu dragón' o 'Kung Fu Panda' se convirtiesen en sagas de prestigio, estuvo 'Shrek'.
Con tres secuelas y un spin-off, la saga está en pleno proceso de "revival", ya que DreamWorks y Universal están planeando traer una quinta entrega de la serie, de la que no se sabe si será una continuación o, directamente, un reinicio. Hasta que se estrene, toca hacer un repaso por las películas de la franquicia, ordenadas de peor a mejor.
La saga 'Shrek', de peor a mejor
'Shrek, felices para siempre' (2010)
La última entrega de la saga hasta el momento. 'Shrek felices para siempre' repite la misma fórmula que sus antecesoras, pero con peores resultados. A todo el mundo le quedó claro que los ogros podían ser héroes, querer recalcarlo con un giro en el tiempo se convierte en un ejercicio aburrido. El problema también está en su villano, el duende Rumpelstiltskin, es lo más plano que ha tenido la saga. Sus resultados en taquilla no fueron malos, pero si algo quedó claro es que la franquicia debía tomarse un largo descanso.
'Shrek tercero' (2007)
Ya con 'Shrek tercero' la saga empezó a mostrar síntomas de fatiga. La película rompía con la esencia de sus dos antecesoras, buscando un sustituto para el entrañable ogro. En ese trayecto se rescataba la figura del Príncipe Encantador como villano, aunque su venganza no resulta del todo convincente. Con varias situaciones repetidas y un humor que se había utilizado antes, es una de sus películas más flojas.
'El gato con botas' (2011)
El único spin-off de la saga es también una película muy redonda, en gran parte porque huye del tono de 'Shrek', consiguiendo tener su propio espíritu. Dirigida por Chris Miller y candidata al Oscar al mejor film de animación, la cinta es más cine de aventuras que comedia. Consigue conectar con el público gracias al increíble carisma de Antonio Banderas, que en esta propuesta pudo lucirse completamente al pasar de secundario a protagonista.
'Shrek' (2001)
'Shrek' rompió todos los esquemas de la animación, con una película que deconstruía el concepto de cuento de hadas, modernizándolo con un toque kitsch e irreverente, con un mensaje profundo detrás. Mucho antes de que Marvel trajese superhéroes con su toque humorístico, este ogro se convertía en un auténtico héroe, siendo un ser imperfecto y marginado por los otros, ganándose así el cariño del público, que pudo sentirse identificado con un ser con corazón valiente, cariñoso e imperfecto, como la propia vida.
'Shrek 2' (2004)
Es uno de los pocos casos en los que una secuela supera a la original. 'Shrek 2' extiende su mensaje sobre lo diferente, esta vez con el ogro transformándose en humano. Una película que gana enteros gracias a unos personajes secundarios que aderezan una trama más ambiciosa que la de su predecesora, imposible no acordarse de cómo DreamWorks cambió el concepto de Hada Madrina. Candidata también a la Palma de Oro en Cannes y nominada al Oscar al mejor largometraje de animación, se está ante una auténtica delicia animada, que ha ido aumentando su prestigio con el tiempo.
