Si hay que señalar al auténtico cómplice de la reconstrucción de la carrera de Liam Neeson como héroe de acción, el dedo acusador debe dirigirse hacia Luc Besson, guionista de 'Venganza', la película que lo cambió todo. Y eso que, a priori, todo apuntaba a cinta de serie B que contaba la típica historia de secuestros y padre coraje capaz de todo por recuperar lo que es suyo. Especialmente si hablamos de alguien de su familia.
Pero, para nuestra agradable sorpresa, la película de nacionalidad francesa dirigida por Pierre Morel era un thriller de acción por encima de la media gracias, especialmente, a Liam Neeson. El actor, omnipresente a lo largo del relato, necesitaba lo mínimo para alcanzar el máximo y coronarse como estrella absoluta de la función. Su transformación de figura paterna al uso en vengador implacable estaba llena de momentos interpretativos destacados.
A continuación, repasamos una trilogía que no siempre ha brillado, ni muchísimo menos, con la misma intensidad, pero que continúa resplandeciendo con la contundencia de un cine de acción de corte ligeramente clásico que, en las manos y el rostro impenetrable de Neeson, adquiere un nivel mayor. Aquí está la saga 'Venganza', de peor a mejor.
La saga 'Venganza', de peor a mejor
'V3nganza'
Seamos claros desde el principio: 'V3nganza', hay que tener valentía para poner ese nombre, podría ser una película de acción cualquiera (y mala) protagonizada por un (cansadísimo) Liam Neeson. Porque de esencia, estilo y espíritu de la saga 'Venganza' tiene más bien poco. Planteada como una especie de remake fallido, sin alma y aburrido de 'El fugitivo', esta tercera entrega empieza sin gasolina con una primera mitad sin pies ni cabeza que está más cerca de la comedia involuntaria que del thriller apañado y acaba como una parodia de sus dos predecesoras en un clímax final lanzado directamente al abismo del absurdo.
Con su protagonista claramente entregado a las obligaciones de un contrato firmado con los ojos cerrados y los bolsillos abiertos, 'V3nganza' es, de lejos, la peor película de una saga que no merecía un final tan pobre.
'Venganza: Conexión Estambul'
Cuatro años después del tremendo e inesperado éxito de 'Venganza', regresaba Bryan Mills a la acción con 'Venganza: Conexión Estambul', una secuela en la que repetían tanto el reparto principal, es decir, Liam Neeson, Maggie Grace y Famke Janssen, como la dupla formada por Luc Besson y Robert Mark Kamen a cargo del guion. Perdón, 'guion'.
Y es que, a pesar del tiempo entre una entrega y otra, esta segunda parte se construye sobre los pilares más elementales del piloto automático, el camino fácil, la rutina, el tópico de acción y el roce total del absurdo. ¿El mejor ejemplo? La incoherencia representada en un conjunto de granadas utilizadas cada vez que el libreto necesita avanzar, sin mayor sentido de la narrativa ni de la reflexión argumental. Un conjunto que, al menos, no se excede en duración. Por mirar el vaso medio lleno, vaya.
'Venganza'
'Venganza' tiene un objetivo claro y firme: entretener, entretener y entretener. Y será capaz de hacer (casi) cualquier cosa para conseguirlo. Capaz de pasar de cine de acción con toques de thriller a thriller con puntuales dosis de acción, la película dirigida con brío por Pierre Morel, especialmente inspirado en las set pieces desarrollados en espacios limitados, consiguió un brutal y merecido éxito de taquilla gracias a la honestidad de su propuesta, a la transparencia con la que se lanza de lleno a cumplir sus metas, al gélido rostro de un Liam Neeson que no se toma su trabajo a broma y, por encima de todo, a un ritmo vertiginoso que no ofrece oportunidad de respiro al espectador. No reinventó el género, pero tampoco lo pretendía. 'Venganza' sabe exactamente el tipo de película que es y ejecuta su papel con admirable eficacia.
