El carácter cíclico que ha envuelto al cine desde hace décadas, ha permitido al espectador conocer diferentes tipos de actualizaciones de premisas que a se habían llevado a cabo con anterioridad. Enfocándonos en el terror, y destinado a aquellos indignados por la supuesta falta de ideas de la actualidad (basándose en la oleada de remakes que han invadido nuestras pantallas desde comienzos del nuevo milenio), cabe recordar que las adaptaciones han sido parte del propio género durante años.
La concatenación de un título tras otro protagonizado por Drácula, el Hombre Lobo o la criatura de Frankenstein, son algunos de los ejemplos más básicos de lo que venimos a hacer referencia. Sin embargo, no sería hasta los años ochenta cuando la explotación de los mismos patrones se convertiría en uno de los principales motores para el cine de horror. Las sagas de los slashers clásicos se convertían en las principales reinas de las estanterías de los videoclubs, convertidos en uno de los reductos clave donde podían proliferar las franquicias cinematográficas, sin tener en cuenta los pertinentes declives de calidad que han ido ligados a las interminables sagas.
Las que vienen y las que deberían venir
En los tiempos que corren, y teniendo en cuenta el citado carácter cíclico del cine, son muchas las figuras clásicas que han sido resucitadas a modo de remake, reboot o secuela tardía. Claros ejemplos de nuestros tiempos pueden ser 'Godzilla' y 'Shin Godzilla', los últimos regresos del rey lagarto al cine; o la revisión del mito de King Kong en 'Kong: La Isla Calavera'. Pero si nos centramos en el terror más de manual, hoy en día son noticia los anuncios de las actualizaciones de longevas sagas de la talla de 'Halloween', cuya próxima entrega llegará en 2018 con John Carpenter implicado en el proyecto; o el anuncio de que S. Craig Zahler ('Bone Tomahawk') se ha encargado de escribir el guion de 'Puppet Master: The Littlest Reich', el capítulo número trece en la saga de juguetes asesinos de Full Moon.
Otros que vuelven son el Jigsaw de 'Saw' y el matarife más famosos de todos los tiempos, 'Leatherface', por no hablar de la ampliación del universo de los Warren creado por James Wan, al que se han sumado 'Annabelle: Creation' y 'La monja'.
A través del presente especial, quien esto escribe no solo quiere romper una lanza a favor de las franquicias de terror, sino que hace un llamamiento a Hollywood (o a quien sea) para reivindicar esas sagas que, a diferencia de las citadas más arriba, no tienen intención de volver y sí deberían hacerlo.
Sagas de terror que deberían volver
'Destino final'
En plena oleada de neoslasher, James Wong presentaba al mundo en el año 2000 'Destino final', uno de los thrillers de terror más sugerentes de su época, el cual fusionaba una temática propia de 'La dimensión desconocida' con la moda del terror teen del momento.
Gracias un presagio, Alex Browning (Devon Sawa) salvaba su vida y la de algunos compañeros de clase de morir en la explosión del vuelo 185 con destino París. Tras haber engañado a la mismísima Muerte, ésta será quien decida deshacer el entuerto acabando con todos los supervivientes en lo que parecen ser accidentes fortuitos.
Tras su éxito, llegaron cuatro secuelas en las que el bodycount pasó a ser la estrella, hasta que en 2011 llegó 'Destino final 5' y, con ella, el final de una saga que parecía predestinada a estirar el chicle de su éxito durante años.
Necesitamos más entregas, ya sean siguiendo la estela del terror con toques de humor negro o apostando de nuevo por el thriller puro.
'Re-Animator'
Las malas lenguas dirán que la culpa de que 'Re-Animator' no haya proliferado más allá del 2003, es de Elsa Pataky, a quien pudimos ver en la tercera (y hasta ahora, última) entrega sobre las andanzas del doctor Herbert West (Jeffrey Combs), obsesionado con la reanimación de los muertos.
Basada en un relato de H.P. Lovecraft, fue en 1985 cuando Stuart Gordon la llevó a la gran pantalla por primera vez. Luego le siguieron 'La novia de Re-Animator' y 'Beyond Re-Animator', ambas dirigidas por Brian Yuzna.
Durante algunos años, corrió la noticia de que el cuarto capítulo de la saga, 'House of Re-Animator', inspirado en el gobierno de George W. Bush, situaría su acción en la Casa Blanca. Sin embargo, el proyecto finalmente no llegó a materializarse (se habló también de una versión de Re-Animator en clave 'La isla del Dr. Moreau' llamada 'Island of Re-Animator'). Sea como sea, y tras la noticia de que 'Re-Animator: Evolution' únicamente tomará la idea principal del film de 1985 para ir por otros derroteros, desde aquí hacemos un llamamiento a Yuzna y Gordon para que vuelvan a unir fuerzas junto a Combs para el último regreso del Dr. Herbert West.
'Viernes 13'
Doce ha sido el número total de entregas que conforman la saga 'Viernes 13', una de las más longevas del cine de terror, gracias a la que la figura de Jason Voorhees consiguió fraguarse como una de las más icónicas para el género.
Tras haber viajado al espacio en 'Jason X' y haberse enfrentado a Robert Englund en 'Freddy contra Jason', en 2009 Crystal Lake también sucumbió a la fiebre del remake en un film no tan horrible como muchos lo pintaron.
Después de haber anunciado que una nueva secuela (o reboot, o lo que tuviesen pensado hacer) estaba en marcha, las noticias no hicieron más que aumentar el hype. Que si íbamos a conocer los orígenes de Pamela Voorhees. También los de su padre, Elias. Que si iba a ser un found footage. Que mejor que no. Luego se dijo que la acción sucedería en los ochenta. David Bruckner se sumó al proyecto. Hubo varios anuncios de inicio de rodaje, siempre pospuestos. Después, que si Breck Eisner iba a ser el director. Finalmente, en febrero de 2017 Paramount daba por cancelado el proyecto definitivamente.
Mirad, haced lo que queráis, pero un servidor quiere que traigan de vuelta a Jason. Aunque sea yéndose al espacio otra vez.
'House'
Puede que la de 'House' no sea una de las sagas más conocidas del cine de género, pero es indiscutible que la primera entrega, 'House, una casa alucinante', es un clásico como la copa de un pino, y no solo porque su portada fuese una de las míticas en todas y cada una de las secciones de terror de los videoclubs, después de su estreno en 1986.
Dirigida por Steve Miner, mezclaba a la perfección horror y comedia, fórmula que se repitió hasta 1992 con 'House II, aún más alucinante', 'House 3' y 'House IV'.
Puede que la fórmula de 'House' quedase obsoleta demasiado pronto y que, a ojos del espectador de la actualidad, ya no haya más en lo que indagar, pero en estos tiempos en los que los homenajes ochenteros parecen estar a la orden del día, no estaría de más recuperar el universo creado por Miner, el cual funcionaría como perfecto contraparte festivo al universo de 'Expediente Warren'.
'Sé lo que hicisteis el último verano'
Podemos estar de acuerdo en que el paso de los años ha hecho un poco de mella en uno de los clásicos noventeros por excelencia, 'Sé lo que hicisteis el último verano', título dirigido por Jim Gillespie y que venía alabado por aquello de "del guionista de 'Scream'", Kevin Williamson.
A día de hoy, Jennifer Love Hewitt resulta mucho más cargante de lo que era en 1997, y salvo el juego que hace entre thriller y slasher al uso y el hecho de tener a Sarah Michelle Gellar queriendo convertirse en una de las rubias más míticas del cine de terror, son varios los aspectos hacen del film basado en la novela homónima de Lois Duncan (que nunca estuvo contenta con la adaptación), un producto al que no hay que tenerle en cuenta sus errores, algo de lo que tomó conciencia para su primera secuela, 'Aún sé lo que hicisteis el último verano', la cual tomó por estúpidos a todos aquellos que se tragaron lo de Río de Janeiro como capital de Brasil, y que fue fiel a una de las principales normas de las segundas partes: la de ser más generoso con el bodycount.
En 2006 llegaba la tercera y última entrega, 'Siempre sabré lo que hicisteis el último verano', en la que el vengativo Ben Willis se convertía aquí en una especie de espíritu vengador, en el protagonista de su propia leyenda urbana, dispuesto a hacer pagar por los pecados a un grupo de jóvenes tras ocultar un secreto en la noche del 4 de julio. El tufo a serie B acabó por impregnar el conjunto y la saga borró del mapa cualquier tipo de continuación. Desde aquí, solo decimos que el Pescador siempre será bien recibido, venga como venga.
'Leyenda Urbana'
Tras 'Scream. Vigila quién llama' y 'Sé lo que hicisteis el último verano', en 1998 se estrenaba 'Leyenda Urbana', el MA-RA-VI-LLO-SO slasher de Jamie Blanks protagonizado por Alicia Witt, Jared Leto, Rebecca Gayheart, Tara Reid y Joshua Jackson, que contó entre sus secundarios con Robert Englund, Brad Dourif y Danielle Harris.
Teniendo en cuenta que, como en todo slasher, el asesino debía tener un modus operandi característico, esta vez se trató de un perturbado que cometía sus crímenes haciendo realidad leyendas urbanas (la del prólogo, sigue siendo impagable). Tuvo una primera secuela en el 2000, 'Leyenda Urbana 2', la cual retomaba algunos personajes y continuaba con lo que se había establecido, aunque con un asesino diferente. En 2005, Mary Lambert ('Cementerio viviente') dirigía 'Leyenda Urbana 3: Bloody Mary', tomando un cariz sobrenatural y encauzando la saga a una suerte de compendio antológico que giraría en torno a las leyendas urbanas.
La cuarta parte nunca llegó, y creemos que ahora que los creepypasta (la evolución natural de las leyendas urbanas, adaptándose a la era de Internet) son fuentes para proyectos de ficción (desde 'La horca' al 'Slender Man'), es el momento idóneo para el regreso de la saga.
'Campamento sangriento'
Aunque suene descabellado, en 1983 'Campamento sangriento' hizo mucho más por la normalización de la transexualidad de lo que muchos creen. Pese a que lo hiciese en base a tópicos y clichés que a día de hoy serían considerados como denigrantes por aquellos más sensibilizados por la causa, es digna de aplauso la valentía con la que Robert Hiltzik presentó uno de los giros finales más recordados y locos de la historia del cine de género.
Pamela Springsteen le cogió el testigo a Felissa Rose para encarnar a Angela, convertida ya en el Ángel de la Muerte, en 'Campamento sangriento II' y 'Campamento sangriento III', una psychokiller de armas tomar que se convertía en contraparte femenino perfecto para Jason Voorhees, el otro terror de los campamentos.
Felissa Rose regresó como Angela para 'Return to Sleepaway Camp' y 'Sleepaway Camp IV: The Survivor', las cuales estuvieron a la altura de sus predecesoras (títulos que bien podríamos englobar dentro de la serie Z), pero nunca a la del título que lo originó todo. Por eso, y ahora que el mundo del terror también necesita iconos LGTBI, nunca estaría de más recuperar una de las sagas de culto (y oculta) de los ochenta.
'The Slumber Party Massacre'
Un grupo de amigas en ropa interior y un asesino con un taladro gigante dispuesto a perforar todo lo que se ponga a su paso.
Con semejante premisa, podríamos estar hablando de la sinopsis de la última película de la productora de cine para adultos Private, pero se trata simplemente de uno de los títulos de culto de los ochenta que han quedado un tanto olvidados.
Estrenada en 1982, 'The Slumber Party Massacre' se reía de las normas que había comenzado a establecer el slasher, presentando una visión totalmente femenina de las claves del género. Pese a que muchos se hayan atrevido a tacharla de misógina, la verdadera clave de la película reside en la mirada de Amy Holden Jones, directora de un film que había estado escrito por otra mujer, Rita Mae Brown. Es por ello, además de por todo el subtexto que contiene acerca del empoderamiento de la mujer a través de la libertad sexual, que 'The Slumber Party Massacre' se convirtió en carne de cañón para posteriores secuelas.
En 'Slumber Party Massacre II', dirigida y escrita por otra fémina, Deborah Brock, la hermana de una de las supervivientes de la matanza de la primera parte debía hacer frente a otro perturbado armado con un taladro gigante. Para rizar el rizo, esta vez el taladro también era una guitarra eléctrica. En 'Slumber Party Massacre III', de Sally Mattison (y guion de Catherine Cyran), se repetían esquemas y parecía que la originalidad se acababa.
Ahora que la reivindicación de las mujeres directoras dentro del cine de terror está tomando cada vez más fuerza, sería el momento clave para traer de nuevo una de las sagas que más han podido aportar a esa visión femenina del cine de género.
'Subspecies'
Puede que el nombre de 'Subspecies' no le diga nada a muchos, pero si digo que se trata de uno de los títulos clásicos del cine de vampiros de los noventa, debéis creerme.
Surgida de la Full Moon (la compañía de cine de terror de bajo presupuesto fundada por Charles Band) y dirigida por Ted Nicolaou, esta co-producción rumano-estadounidense nos presentó a Radu, el vampiro de largos dedos al que interpretó Anders Hove hasta en cuatro ocasiones.
Coetánea en el tiempo con el 'Drácula de Bram Stoker', la primera 'Subspecies' podría considerarse como la versión trash del film de Francis Ford Coppola, el cual no se tomó en serio a sí mismo pero que, sin embargo, logró conjugar todo un imaginario que ha persistido al paso de los años, pese a que sus secuelas hayan sido un tanto nefastas.
Por todo eso y porque los vampiros nunca pasan de moda, olvidémonos de nuevos Dráculas y Nosferatus. Hagamos que vuelva Radu, por favor.
'Las colinas tienen ojos'
Entre 1977 y 1985, Wes Craven construía un díptico formado por 'Las colinas tienen ojos' y 'Las colinas tienen ojos 2', en los cuales se servía del survival horror para dinamitar el ideal de familia feliz norteamericana.
Veinte años después, Alexandre Aja tocaba techo en su filmografía con 'Las colinas tienen ojos (2006)', film al que siguió 'El retorno de los malditos' en 2007.
Sin saber por qué, y creyendo que estábamos ante una nueva franquicia de mutantes caníbales (aunque suponemos que con una saga de 'Camino sangriento' ya teníamos suficiente), la cosa se quedó en dos únicas películas contemporáneas frente a las dos clásicas.
Teniendo en cuenta que existe un cómic en clave de precuela que nos cuenta el origen del clan caníbal, además de que los tiempos que corren sirven para realizar una nueva radiografía de la sociedad estadounidense a ojos del terror, no entendemos qué hacen los productores sin dar el visto bueno a una nueva entrega que nos muestre más andanzas de nuestros caníbales del desierto favoritos.