Los fracasos de Johnny Depp, Sean Penn y Vince Vaughn en la taquilla estadounidense han demostrado que cada vez es más complicado vender una película solo por el hecho de tener a una estrella al frente. Aun así el star-system que tuvo gran importancia en los comienzos de la industria cinematográfica estadounidense sigue teniendo presencia en la meca del cine, donde los nombres de las grandes estrellas van variando cada cierta cantidad de años.
Gracias a una encuesta realizada por The Hollywood Reporter a agentes, ejecutivos y productores del gremio se han revelado los grandes nombres de la industria en este momento. Los actores que han recibido o recibirán recientemente salarios que no bajan de los 20 millones de dólares son Leonardo DiCaprio, Matt Damon, Robert Downey Jr., Sandra Bullock, Angelina Jolie y Denzel Washington. Todo esto depende del tipo de película, ya que tal salario sobrepasa cualquier presupuesto de película indie, pero las grandes producciones sí que están dispuestas a firmar cheques tan abultados.
DiCaprio es la mayor estrella del momento, como prueba su salario de 25 millones de dólares por 'El lobo de Wall Street', aunque también incluía su remuneración como productor. Mientras que Robert Downey Jr. cobra los 20 millones con cada colaboración como Iron Man, además de las bonificaciones por el rendimiento en taquilla, que le llevan a aumentar considerablemente esas cifras. Aunque Matt Damon ha estado un poco desaparecido últimamente a nivel de éxitos, su retorno a la saga de Bourne le llevará a ingresar 20 millones por esta cuarta entrega.
Pago a plazos
Cada vez es más común que los actores acepten cobrar menos por adelantado debido a los acuerdos con los estudios que les llevan a hacerse con un cierto porcentaje de la recaudación o, en un caso menos favorable, de los beneficios de la película. El caso más conocido de los últimos años es el de Sandra Bullock que a su salario de 20 millones de dólares por 'Gravity' sumó al menos otros 50 por su acuerdo por el 20% de los ingresos de la película en taquilla, un acuerdo que ya no prolifera demasiado en Hollywood, porque son unas cifras disparatadas que no aseguran beneficios a los estudios.