Paco León es un gran tío. Nos lo ha recordado en su episodio de 'En la tuya o en la mía', programa de TVE en el que Bertín Osborne visita o es visitado por personajes conocidos y mantiene con ellos una calmada conversación que no podríamos llamar entrevista (sobre todo porque Bertín no es muy bueno haciendo preguntas).
El que conocimos como humorista en 'Homo Zapping', probablemente lo mejor que ha hecho El Terrat en toda su carrera como productora de televisión, ha sabido cómo renovarse y seguir siendo un actor (y director) al que mantener en el punto de mira. En la entrevista, el hijo de Carmina y hermano de María (la única de la familia con un Goya), contó cómo decidió dejar el programa de parodias televisivas que lo lanzó al "estrellato" por un personaje que era un caramelo, "un payaso", resumía Paco, que enamoró a España por su bondad y su positividad en tiempos de crisis: "el Luisma" de 'Aída'.
Paco reconoció que solo con leer dos líneas del guion vio que el personaje era para él, y así lo corroboró el encargado de casting de la serie, Luis San Narciso, que ha estado detrás de los repartos de series tan importantes como '7 vidas', 'Los Serrano', 'Periodistas', 'Compañeros' o películas como 'Volver' o 'Los abrazos rotos' de Almodóvar. "A este personaje lo entiendo", recordaba pensar León, demostrando que ser buen actor significa tener la inteligencia para saber qué cuenta tu personaje y las herramientas para transmitirlo adecuadamente.
La inteligencia de Paco León es incuestionable después de verlo crear momentos inolvidables ya fuera imitando a Raquel Revuelta o Anne Igartiburu o a un ex-yonqui de un barrio de Madrid que se enamoraba de una prostituta. También ha quedado demostrado cuando se ha puesto tras las cámaras y ha regalado a España lo mejor que tenía: a su madre. Tenemos ganas de ver cómo se desmarca ahora con 'Kiki, el amor se hace', su "emancipación" como cineasta que se estrenará en unos meses.
Un gesto necesario
Pero lo más comentado del programa (lo más visto de la noche con un 22% de share y casi 4 millones de espectadores) fue el momento en el que el actor y director reconoció ante un incómodo Bertín Osborne que en su vida ha tenido tanto novios como novias.
En la actualidad, la conocida situación sentimental de León es que mantiene una relación con Ana Rodríguez Costa, guionista que, por cierto, también ha trabajado en su próximo largometraje. Ambos tienen una hija, Manuela. Hasta ahí todo "normal", una vida heteronormativa con la que Bertín podía sentirse en su salsa hasta para hacer bromas homófobas (cuando León recordó que visitó una fiesta sexual para documentarse mientras escribía 'Kiki', el presentador y ¿cantante? le dijo que seguro que tuvo que ir "con el culo pegado a la pared").
Pero Paco León tuvo la valentía y la decencia de contar con sinceridad que, cuando conoció a su actual pareja, tenía novio. "Yo, no ella", tuvo que aclarar ante su perdido interlocutor. Esta "salida del armario" fue una gran noticia para la sociedad española, y en concreto para los que trabajan en la industria del cine.
Lo fue, en primer lugar, por su naturalidad y su sutileza. Porque Paco León escapó de cualquier etiqueta como lo hacen las teorías queer, a pesar de que los medios de comunicación y las instituciones vayamos como locos tras acrónimos cada vez más largos (ya no sé si es LGTB, GDRDI, dónde va la I y qué quiere decir la X). No se mencionó en ningún momento la palabra "bisexual", y aunque Bertín recurrió al cliché de "enamorarse de las personas", Paco León no quiso ponerle puertas al campo. Habló de su pareja actual y dijo que está seguro de que es una relación para toda la vida, recordó que había tenido varias relaciones con hombres pero ninguno le pareció que fuera "el definitivo".
En segundo lugar, la "salida del armario" en el que probablemente nunca estuvo fue una gran noticia porque puede que a partir de ahora muchos compañeros suyos, muy conocidos en este país, se atrevan a hacer lo mismo. Y esto es necesario. Hay una gran variedad de identidades y orientaciones sexuales en esta industria, especialmente entre las primeras filas, que no se expresan libremente ante el gran público.
No estamos hablando del derecho a la intimidad, algo que tenemos claro que hay que respetar, sino de otro derecho muy importante: el de poder identificarte tal y como eres ante la sociedad y que esto no suponga una noticia. No ha pasado con Paco León, como tampoco con otros casos recientes (los jóvenes vienen fuerte: Miley Cyrus se declara pansexual, Charlie Carver y Colton Haynes admiten abiertamente su homosexualidad y Rowan Blanchard, 14 años, se declara directamente "queer" y no descarta ninguna inclinación o género en el futuro).
Solo siguiendo este camino, y mientras otras celebridades se unan a la corriente de la sinceridad y la naturalidad sobre sus identidades, esta sociedad mediática podrá algún día dejar de dar importancia a estas noticias. Diría que, además de un derecho, es un deber de los personajes públicos para con sus seguidores, como modelos de comportamiento que son. Gracias, Paco.