Encontrar a un actor para que interprete al Mago de Oz parece que está siendo más díficil de lo que lo fue para Dorothy seguir el camino de las baldosas amarillas. Primero fue Robert Downey Jr. el que renunció al papel, luego las miradas de los productores enfocaron al mismísimo capitán Jack Sparrow, Johnny Depp, pero no se terminó por concretar su presencia. Ahora, el director encargado de la precuela, Sam Raimi, se habría fijado en el recientemente nominado al Oscar, James Franco, con el que repetiría después de su experiencia en la saga Spider-Man.
No es de extrañar que Raimi se haya fijado en Franco para protagonizar la cinta. El actor es uno de los talentos emergentes en Hollywood, como comentamos ambos coincidieron en la saga Spider-man y suponemos que el director se mostró encantado con las capacidades de un actor que presentará la próxima ceremonia de los Oscar y que además opta a la estatuilla por su interpretación del escalador Aron Rolstein en el filme '127 Horas'.
La película, que se trataría de una precuela, nos mostraría a "un joven ilusionista con una actitud grandiosa que se ve obligado a huir de un circo ambulante. Su globo de aire caliente es arrastradao por un tornado a la tierra de Oz, la cual es dirigida por dos malvadas brujas".
La cinta original, producida en 1939, está basada en la novela infantil "El maravilloso mago de Oz" de L. Frank Baum, en la cual una joven estadounidense es arrastrada por un tornado en el estado de Kansas y dejada en una fantástica tierra donde habitan brujas buenas y malas, un espantapájaro que habla, un león cobarde, un hombre de hojalata y otros seres extraordinarios. Protagonizada por Judy Garland, en la actualidad es considerada una película de culto, a pesar de su proyecto inicial como fábula cinematográfica infantil.