Lo hemos oído más veces: grandes directores de cine critican a Marvel y sus actores. Ejemplo de ello es cuando James Cameron recientemente afirmaba que todos los personajes actúan "como si estuvieran en la universidad", o cuando Martin Scorsese aseguraba que estos filmes no podían considerarse "cine". Quentin Tarantino tampoco se ha quedado callado, mostrando en contadas veces su rechazo a lo que suponen estas películas y alegando que las verdaderas estrellas son los personajes, no los actores que los interpretan. Y ahí es donde ha entrado su amigo Samuel L. Jackson para contradecirle.
"Hace falta un actor para ser uno de esos personajes", defiende Jackson. "Para mí no es polémico saber que estos actores son estrellas de cine. Chadwick Boseman es Black Panther. No se puede refutar eso, y es una estrella de cine". Ha cuestionado también qué simboliza ser una estrella de cine: "¿De qué estamos hablando? ¿De culos en los asientos?". El propio actor lleva interpretando al emblemático Nick Furia para Marvel desde 2008, cuando apareció en la escena postcréditos de 'Iron Man', y era un actor consolidado desde décadas antes.
Esa ha sido la respuesta de Jackson a las declaraciones que ha hecho Tarantino, que decía: "Creo que se ha dicho un millón de veces pero son los personajes de la franquicia los que se convierten en estrellas". El director determinaba que "parte de la 'marvelización' de Hollywood es que tienes a todos estos actores que se han hecho famosos por interpretar a esos personajes". Por tanto, teorizaba que "los actores no son las estrellas", sino que "Capitán América es la estrella. O Thor es la estrella". Tarantino, que ha hablado anteriormente de que nunca se le verá dirigiendo para Marvel porque "te tienen que contratar para eso y a mí no se me contrata", defiende que no menosprecia las películas ni las odia, sino que le disgustan porque es lo único que interesa a Hollywood últimamente. "Ahora mismo el hecho es que representan toda una era de películas. No hay espacio para mucho más. Ese es mi problema con ellas".
¿Marvel u Oscars?
Parece que hay una dualidad del éxito en Hollywood: los actores sueñan o bien con convertirse en un icono de Marvel, amado mundialmente, o en recoger todos los Oscars posibles, dos fines que parecen incompatibles. Curiosamente, Samuel L. Jackson se ha visto en ambos lados de la balanza, siendo nominado a mejor actor de reparto precisamente bajo la dirección de Quentin Tarantino en 'Pulp Fiction' y el año pasado cuando recibió el Oscar honorífico. A pesar de la emoción del momento,, tiene claro de qué lado está: "Nunca iba a dejar que los Oscar fueran una medida de mi éxito o fracaso como actor", dijo en una entrevista con Los Angeles Times. "Mi vara para medir el éxito es mi felicidad: ¿Estoy satisfecho con lo que hago? No voy a hacer películas que persigan estatuas". Con ello referencia a las veces que le han intentado convencer de embarcarse en un proyecto, con el sabido "si haces esta película, ganarás un Oscar", pero está totalmente en contra: "No, gracias. Prefiero ser Nick Furia. O divertirme siendo Mace Windu con un sable láser en la mano".
Por otro lado, cuando Tom Holland respondía a Martin Scorsese sobre que las películas de Marvel no podían considerarse cine, aseguraba que las películas de superhéroes eran "verdadero arte". Además, recalcaba que hay grandes estrellas en las sagas, como Benedict Cumberbatch, Robert Downey Jr. o Scarlett Johansson, que son "personas que han hecho el tipo de películas que son "dignas de Oscar" y te dirán que son lo mismo".
2023 será el año de Nick Furia, con el estreno de su propia serie para Disney+, 'Secret Invasion', y su participación en 'The Marvels'.