Desde su comienzo en 2004, la saga 'Saw' trajo a los espectadores un tipo de terror basado en espeluznantes trampas mortales que los personajes tenían que intentar superar para luchar por sus vidas... o morir de formas espantosas en el intento. Ocho películas plagadas de sanguinarias trampas que consiguieron quedarse grabadas para siempre en las memorias de los fans y consiguieron hacerse con aproximadamente mil millones de dólares a nivel mundial en taquilla (vía Variety). Tobin Bell, que interpreta a Jigsaw en la saga, se ha mojado y ha confesado a Cinema Blend cuáles son, en su opinión, las mejores trampas de toda la franquicia y, definitivamente, se queda con las de las tres primeras entregas. Sus favoritas, lejos de lo que esperábamos, no son las más espeluznantes. Sin embargo, el actor tiene sus buenas razones ya que asegura que prefiere aquellas trampas que están relacionadas con el karma de las víctimas.
Comenzando por la cinta original dirigida por James Wan, Bell se queda con la que supuso un sorprendente giro de guión al aparecer el mismísimo Jigsaw después de fingir estar muerto pero controlando la situación en realidad. En el momento en el que el doctor Lawrence Gordon se corta la pierna para escapar de los grilletes que lo atan.
"Yacer en ese charco de sangre en 'Saw I'... ¿lo consideras una trampa? Es un truco, una ilusión. Es una parte de la trampa que no revela su fealdad hasta el final del juego, así que me gusta esa" asegura el actor al medio.
La segunda se remonta a la trampa de los cerdos de 'Saw 3'. Al actor le gusta particularmente por el juego de palabras, ya que la víctima en este caso se trataba de un juez y "cerdos" era el apelativo con el que se le llamaba a las fuerzas de la ley en los años 60.
Por último se queda con 'Saw 2' y la famosa trampa de las jenriguillas, donde una drogadicta tiene que introducirse en un foso plagado de jeringuillas para encontrar la llave que se encuentra en una de ellas y escapar de la sala.
La Escape Room de 'Saw'
Tobin Bell acudió a la recién inaugurada Escape Room con la temática de la saga situada en Las Vegas. En ella, los visitantes pueden encontrar varias habitaciones temáticas con puzzles y trampas (evidentemente no mortales) en las que tendrán que trabajar en grupo si quieren escapar. ¿Para cuándo algo así en España?
La última entrega de la saga, 'Saw VIII', se estrenó el 27 de octubre en Estados Unidos y su estreno supuso un éxito, consiguiendo 16,2 millones de dólares el primer día. Sin embargo, su estreno en España, el 24 de noviembre, no tuvo tanto éxito y sólo consiguió hacerse con dos millones de dólares en total. Los rumores sobre una novena entrega están en el aire.
Las 12 trampas más macabras de la saga 'Saw'
La trampa del carrusel
Fue una de las trampas finales de 'Saw VI', y en ella, el tema de la elección sobre el que gira toda la propuesta de la película alcanza su máximo exponente.
William Easton, el protagonista de la cinta, tiene que elegir salvar solo a 2 de 6 de sus empleados, quienes se encuentran encadenados a un carrusel. Para hacerlo debe presionar un botón cada vez que la persona a la que quiera salvar pase delante suyo, sin embargo, cada vez que pulsa el botón, unas afiladas cuchillas van clavándose poco a poco en sus manos.
Si William decidía no pulsar el botón, una escopeta adjunta al carrusel disparaba violentamente contra la persona que en aquel momento estuviese delante de William, lo que sin duda derivó en que esta trampa se terminara por convertir en todo un grotesco festival de sangre.
La trampa de la cuchillas
En 'Saw II', el personaje de Addison se encuentra una caja de vidrio con el antídoto que puede salvarla del gas venenoso que asola la estancia. El antídoto parece estar al alcance, sin embargo, cuando Addison introduce sus manos en la caja de vidrio, unas cuchillas se clavan en sus muñecas abriendo sus venas y obligándola a quedarse atrapada hasta morir desangrada. Una trampa simple pero enormemente ingeniosa y retorcida.
La trampa del péndulo
Fue la trampa inicial de 'Saw V', y la película no pudo empezar de mejor manera. Un hombre atado en una mesa debajo de un gran y afilado péndulo, tenía que decidir entre aplastar sus manos con unas presas hidráulicas o morir siendo cortado por la mitad por el péndulo. Una trampa simple, explícita y muy macabra que logró introducirnos a la película con una gran dosis de sangre y gore.
El ataúd de cristal
Al final de 'Saw V', tal y como decía la cinta que encontró en la estancia, el detective Strahm debió de confiar y meterse en el ataúd con vidrios que encontró allí. Strahm, durante la escena, se enredó en una pelea con Hoffman y decidió no confiar en absoluto en lo que le pedía la cinta, introduciendo a Hoffman en el ataúd pensando en que este moriría allí encerrado. Sin embargo, las paredes móviles de la estancia se empezaron a cerrar sobre él, y mientras Hoffman logró salvarse, él murió completamente aplastado entre las dos paredes.
La escena, nos muestra la muerte de forma muy explícita, enseñando cómo los huesos y las extremidades de Straham se empiezan a desprender de su cuerpo a medida que la presión de las paredes se cierne sobre él. Además, al comienzo de 'Saw VI' también se nos mostró a Hoffman reiniciando la trampa y extrayendo los restos aplastados de Strahm del mecanismo.
La ofrenda de carne
'Saw VI' también nos ofreció una gran dosis de gore para comenzar la película, de hecho, esta escena llegó censurada a España después de que la cinta fuera calificada X por el Ministerio de Cultura. La trampa consistía en que dos banqueros, Eddie y Simone, que se dedicaban a aprovecharse de sus clientes, debían colocar sobre una balanza la mayor cantidad de carne posible, por lo que tendrían que hacer uso de los cuchillos que se encontraban en la estancia para cortar trozos de su propio cuerpo y poder salvarse.
Ambos tenían colocado sobre sus cabezas un mecanismo que, a medida que iba pasando el tiempo, comenzaba a perforar sobre sus sienes. Solo aquel que colocara más carne sobre la balanza lograría salvarse, y mientras Eddie decide extirparse un riñón, Simone decide cortarse un brazo de forma violenta y apresurada, lo que sin duda hizo que esta escena se convirtiera en todo un festival de vísceras y sangre.
La trampa del acido
Al final de 'Saw VI', el protagonista, William, tras haber superado sus pruebas, se encuentra cara a cara con Pamela, Brent y Tara, sobre quienes se nos revela que son la familia de Harold, el hombre al que William negó asistencia sanitaria por motivos económicos. Tras todas las pruebas sufridas, William deberá enfrentarse a una última en la que debe someterse a la decisión de la familia de Harold: Ellos deberán tomar la decisión de dejar a Will con vida o darle una dolorosa muerte con solo pulsar un botón que tienen a su alcance.
A pesar de su dificultad para elegir, finalmente la familia decide dejar morir a Will, por lo que tras pulsar el botón, una plataforma con varias jeringuillas con ácido incrustadas se desprende de la pared y se clava con fuerza en la espalda de Will, tras lo que el ácido de las jeringuillas se empieza a introducir en su cuerpo mientras observamos como este se empieza a disolver, dejándonos unas imágenes puramente macabras que constituyen uno de los momentos más explícitos vistos en la saga.
Las jarras de sacrificio
Fue el culminante final del juego principal de 'Saw V'. Brit y Malick fueron los únicos supervivientes de las 5 personas que formaron parte de todo ese gran juego sobre el que gira 'Saw V', sin embargo, esta última prueba les exige que rellenen una jarras con 5 litros de su sangre, una prueba que claramente estaba pensada para la hicieran 5 personas.
En ese momento, se percatan de que todas las pruebas por las que han pasado las podrían haber superado sin que nadie hubiera muerto, viéndose ahora obligados a desprenderse de mayor cantidad de su sangre para poder continuar y salir con vida. Para ello, deberán utilizar varias sierras mecánicas que se encuentran dentro de un mecanismo de succión, lo que nos ofrece toda una ola de sangre y gore como pocas veces se ha visto en pantalla.
La silla con cuchillos
En 'Saw V', mediante un flashback, se nos muestra la que fue la primera trampa realizada por Jigsaw. En ella, Jigsaw, colocaba sobre una silla frente a una hilera de afilados cuchillos a Cecil Adams, un atracador que fue el causante del aborto de Jill, quien esperaba un hijo de Jigsaw. Para salvarse, Cecil debía de pasar su cara por la hilera de cuchillos, ya que si no lo hacía, este moriría desangrado por las heridas que Jigsaw le había hecho en sus manos.
Cecil comenzó a pasar su cara por la hielera de cuchillos y vimos como su rostro se empezaba a desfigurar de una forma absolutamente explícita y macabra, sin embargo, esta era la primera trampa ideada por Jigsaw y las cosas no salieron como él esperaba, ya que el mecanismo se rompió antes de que Cecil pudiera terminar la prueba o morir.
Aun así, y para poner un final de oro a esta prueba, Cecil se acercó a intentar matar a Jigsaw y accidentalmente cayó dentro de la trampa del alambre de espino que en aquellos momentos Jigsaw preparaba. Para los que no lo recuerden, esta fue una de las primeras trampas que vimos en la primera entrega de 'Saw'.
El potro
'Saw III' nos ofreció la que literalmente es la trampa más retorcida de toda la saga. En ella, el personaje de Jeff, se encuentra con Timothy, el causante de la muerte de su hijo, quien se encuentra atado a un dispositivo que comienza a retorcer y girar 360 grados sus extremidades.
Jeff, para salvar a Timothy, deberá coger una llave que se encuentra atada a un mecanismo frente a una escopeta, lo que podría conllevarle a que al intentar retirarla se llevara un balazo. Y aunque al final reflexiona y decida intentar salvar a Jeff con nulos resultados, durante gran parte de la escena le vemos en cierto estado satisfacción por estar viendo morir y sufrir al hombre que mató a su hijo.
Durante la escena, a los espectadores se nos iban mostrando diferentes planos de la extremidades de Timothy mientras estas se retorcían y se comenzaban a desprender del cuerpo, lo que sin duda la convierte en una de las escenas más viscerales e incómodas de la saga.
La máscara mortal
'Saw II' da comienzo con una de las trampas más siniestras y macabras de la saga. En ella, Michael, un hombre que ayuda a la policía haciendo de soplón, tiene que extirparse el ojo derecho en menos de 2 minutos para poder sacar una llave que se encuentra en su interior.
La llave, abrirá la máscara con afiladas puntas metálicas que Michael tiene enganchada al cuello, la cual dispone de un dispositivo con el que pasados los dos minutos se cerraría, clavando las puntiagudas puntas metálicas en la cara de Michael de forma muy brusca y violenta.
Durante la escena, vemos a Michael intentando extirparse el ojo con un bisturí que Jigsaw le ha dejado a mano, ofreciéndonos primeros y muy incómodos planos del afilado instrumento acercándose y rozando su ojo. Esto conlleva que la secuencia se convierta una experiencia muy desesperante y dura de ver para el espectador, coronándose como uno de los mejores momentos que nos ha dejado la saga Saw.
Trampa invertida
Se podría considerar como la trampa estrella de la saga 'Saw', tratándose de un dispositivo que, colocado sobre la boca de la víctima, actúa como una trampa para animales invertida, abriéndose violentamente y destrozando completamente el craneo de quien lo lleve puesto.
En la primera película, pudimos ver como 'Amanda consiguió librarse de ella tras conseguir la llave que abría el dispositivo. Para conseguir esta llave, tuvo que destripar violentamente un cuerpo con vida que se encontraba en la estancia, el cual guardaba la llave en su estómago.
La trampa volvió a tener presencia en 'Saw VI', cuando Jill se la coloca a Hoffman al final de la película para intentar matarlo. Sin embargo, Hoffman consiguió librarse de ella al lograr que esta quedara encajada entre dos barandillas al activarse, lo que hizo que durante 'Saw VII 3D', este tomara venganza y se la colocara finalmente a Jill. No fue hasta película cuando pudimos ver la trampa en acción, viendo como el craneo de Jill se destrozaba bruscamente al activarse el dispositivo.
La trampa del ángel
Una de las más macabras, bellas y genuinas trampas ideadas por Jigsaw. La vimos durante 'Saw III', y en ella, la teniente Allison se encuentra colgada de unas cadenas mientras un dispositivo se encuentra enganchado en sus dos costados.
Allison, deberá obtener una llave que se encuentra dentro de un vaso lleno de ácido, lo que hará que al introducir su mano dentro del recipiente esta comience a desintegrarse explícitamente. Si no lo consigue, el dispositivo que la tiene agarrada por sus costados, se abrirá y la destrozará violentamente todo su abdomen.
Sin embargo, pese a que Allison consigue finalmente la llave, se da cuenta de que no había forma alguna de escapar de dicha trampa, pues el dispositivo la tenía agarrada también por la espalda, lo que hace que, inevitablemente, los espectadores seamos testigos de ver su cuerpo desintegrándose de forma desgarradamente violenta, convirtiéndose el momento en una de las imágenes más impactantes y sorprendentemente bellas de la saga.