El debate sobre si el 3D es la tecnología del futuro o una moda pasajera que se está agotando continúa candente en el mundo del cine. Hasta ahora, no sorprendía demasiado que cineastas como Steven Spielberg o James Cameron, tan cercanos siempre al cine espectáculo y a las innovaciones técnicas en sus films, se pronunciasen en favor del formato tridimensional, lo adoptaran en sus películas y apostaran por él como algo a generalizar en el futuro.
Sin embargo, que alguien como Martin Scorsese quien, aun dentro de Hollywood, estaría más cercano a lo que llamaríamos un autor que a un director de cine de masas, utilice para rodar ese formato y además lo defienda como una innovación revolucionaria e imprescindible para el progreso de la industria, resulta bastante más llamativo.
En efecto, el legendario de director de 'Taxi Driver' cuyo último trabajo había sido el inquietante y alambicado thriller 'Shutter Island', ha rodado en 3D su nueva película 'La invención de Hugo', fantasía familiar basada en una novela de Brian Selznick. Ambientada en los años 20, cuenta la historia de un joven huérfano (Asa Butterfield) que habita en una estación de tren y junto a otra niña vivirá una aventura que les integrará en el mundo del pionero del cine Georges Méliès. En el reparto están entre otros Jude Law y Sacha Baron Cohen.
Scorsese no solo admite haberse sentido cómodo rodándola y enormemente satisfecho con el acabado visual, sino que se atreve a decir que es solo el primer paso en la nueva forma de narrar historias del siglo XXI, y que si todo se desarrolla como debiese, estaríamos evolucionando hacia ver cine en hologramas, algo hacia lo que invita a otros cineastas a perder sus prejuicios.
Opiniones enfrentadas
Mientras muchos cineastas han abrazado el 3D con entusiasmo, otros son mucho más reacios a trabajar con esa tecnología. Así por ejemplo Christopher Nolan se negó a rodar en formato tridimensional la tercera entrega de su saga sobre Batman, a pesar de la insistencia del estudio en que se lo planteara. Nolan es partidario del casi olvidado IMAX, tecnología que sí utilizó en varias escenas de 'El caballero oscuro' pero aún no se ha dejado convencer por las tres dimensiones. Sin embargo, además de directores mainstream, autores europeos de culto, de la talla de Wim Wenders o Werner Herzog, han utilizado este año el formato en los documentales 'Pina' y 'The cave of forgotten dreams' dejando claro que el 3D puede integrarse en géneros distintos al 'blockbuster' de acción de turno.