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INSTINTO

Seguir su instinto, el secreto del éxito de Millie Bobby Brown y Harrison Ford

Hoy son grandes estrellas, pero los comienzos en el cine de Millie Bobby Brown y Harrison Ford no fueron fáciles. Seguir su instinto les llevó hacia el éxito, la misma fuerza que empujó al fundador de Bodegas Azpilicueta a cumplir su sueño.

Por eCartelera.com 22 de Noviembre 2024 | 13:45

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Seguir su instinto, el secreto del éxito de Millie Bobby Brown y Harrison Ford

Los comienzos para un actor o una actriz no son fáciles. En el camino hacia el éxito se cruzan muchos noes en los castings y el rechazo continuo para lograr el papel que impulsará sus carreras hace desistir a más de un aspirante. Solo aquellos que han sido capaces de seguir su propio instinto, ese que les decía que sí podían conseguirlo, han podido llegar a la meta.

Millie Bobby Brown supo desde muy niña que sería actriz. Subirse a un escenario era algo que le hacía muy feliz, como pudo comprobar tras una actuación musical en su colegio. Y aun siendo muy muy joven, comunicó a sus padres con absoluta seguridad su intención de dedicarse a la actuación de manera profesional. Su instinto le decía que sí, que podía conseguirlo, que no era un capricho de niña. "Cueste lo que cueste, quiero ser actriz", dijo convencida a sus padres. No hacía falta, ellos también sentían lo mismo y comenzaron a llevarla a audiciones. Una en especial, cuando tenía 10 años, no le fue nada bien. "Niña, tú nunca vas a triunfar en esta industria, eres demasiado madura", le espetó un poderoso director de casting. La actriz confesó años más tarde que aquellas palabras le resultaron tan dolorosas que les dijo a sus padres que no quería volver a hacer ninguna prueba más.

"Oír eso fue muy duro porque pensaba que la madurez era algo bueno", confesó la actriz años después en una entrevista para la revista Allure, "Y que me dijeran que no lo era, que no iba a triunfar en esta industria, fue muy doloroso. Eso me deprimió mucho. Mis padres me dijeron: «Haz esta última audición y luego podrás volver a salir a jugar con tus amigos»". La niña aceptó grabarse para aquella última prueba y sus padres, cuyo instinto les decía que su hija lograría alcanzar su sueño de ser actriz, presentaron la grabación al casting de una nueva serie que los hermanos Duffer estaban preparando. Se llamaba 'Stranger Things' y el papel al que optaba Millie era el de Eleven, la niña protagonista con poderes telequinésicos. Lo demás ya es historia.

Para los veteranos de Hollywood tampoco fueron fáciles sus comienzos. Harrison Ford solo conseguía pequeños papeles en películas y series de televisión que ni siquiera le daban derecho a aparecer en los títulos de crédito. Él quería ser actor, era algo que supo cuando se apuntó a clases de arte dramático en la universidad, pero, tras mudarse a Hollywood con su mujer para tratar de conseguir su sueño, las cosas no iban como pensaba. Él se sentía buen actor, pero los directores de casting le rechazaban continuamente. "No tienes carisma", le decían, "te falta chispa. Tendrás que conformarte con papeles pequeños". Para colmo, un accidente de tráfico le había dejado como recuerdo una cicatriz en la barbilla que le hacía sentirse más inseguro con su físico.

Apremiado por su complicada situación económica y con un hijo al que alimentar, decidió hacerse carpintero. Pero el runrún de la actuación seguía vivo en su interior. Un día, un amigo que trabajaba como director de reparto para Universal le presentó a un joven realizador entonces poco conocido, George Lucas, quien le dio la primera gran oportunidad: el papel de Bob Falfa, el apasionado por la velocidad que aparecía en 'American Graffiti' (1972). La película fue un éxito en taquilla. Sin embargo, lo que ganaba como actor seguía sin permitirle mantener a su familia, y aunque continuaba trabajando con pequeños papeles en alguna producción y ciertas series de televisión, siguió con su oficio de carpintero. Sin embargo, la semilla estaba sembrada y su instinto le decía "No te rindas, sigue intentándolo". Cuatro años después de su aparición en 'American Graffiti', Lucas volvió a contactar con él para pedirle ayuda en el casting de su próxima película. No era una audición en sí, ya que el director no quería contratar caras nuevas y Harrison no era suficientemente conocido aún. Lo que le pidió fue, simplemente, que diera la réplica a los candidatos. Pero según iba observando a Ford en aquellas réplicas, Lucas iba teniendo cada vez más claro que había encontrado el actor para interpretar a uno de los protagonistas de su nueva película. El personaje era el de Han Solo y la película, 'Star Wars: Una nueva esperanza'. Lo había logrado.

La historia de un 'Instinto'

El instinto llevó a estos dos actores a cumplir su sueño y alcanzar su meta. ¿Hubieran sido sus vidas lo mismo si se hubieran rendido ante aquellos que les auguraban el fracaso en el cine? No se puede saber. Lo único cierto es que ese instinto es lo que les ha traído hasta aquí y lo que les ha hecho llegar más lejos.

También fue ese el impulso que llevó, hace más de 100 años, a Félix Azpilicueta, fundador de Bodegas Azpilicueta, a cumplir su sueño de hacer buenos vinos a pesar de que muchos le decían que no conseguiría hacer crecer sus viñedos en las tierras que había heredado en La Rioja. Instinto es el vino que rinde homenaje a su fundador y a su impulso de seguir adelante hasta convertir sus bodegas y sus vinos en un referente nacional e internacional.

El instinto es también el hilo conductor de las historias de Millie Bobby Brown, de Harrison Ford, de Félix Azpilicueta y de otras seis personas anónimas en cuyas trayectorias se centra la campaña de lanzamiento de Instinto. Antonio de la Torre se encarga de narrarlas, con un actor (quizá él mismo), una pintora, una grafitera, un diseñador, un cantante y un pionero (el propio Félix Azpilicueta) como protagonistas. Personas valientes que apostaron por seguir su instinto y encontraron, así, su propio camino.