Volver a ver '10 razones para odiarte', esa comedia adolescente de finales de los años 90 que una gran mayoría tenemos en el pedestal de los filmes más románticos, es doblemente doloroso. Con la madurez, uno puede ver con otros ojos la misma película que idealizaba en plena adolescencia y dar importancia a detalles y frases de guión que antes pasaban desapercibidos y hacían gracia.
En cualquier caso, no perdamos de vista la nostalgia, ese sentimiento que hace que aún sigamos conectando con una desdeñable apuesta con la que Patrick enamoró a Kat para que su hermana Bianca pudiera salir con Joey. Aún disfrutamos con la ternura de un Joseph Gordon-Levitt que aprende francés para poder pasar tiempo con la chica que le gusta.
El lado oscuro de la comedia
No nos olvidemos, tampoco, de la cara más tierna de otro actor que, años más tarde, fue el rostro de uno de los villanos más recordados. De un Heath Ledger cantando te quieros al son de 'No puedo quitar mis ojos de ti' y al que, después de lo sucedido en 2008 y de un adiós obligado, provoca hasta un nudo en la garganta al verle de nuevo en el televisor.
Para quedarnos con buen sabor de boca, aquí una lista de las mejores curiosidades de '10 razones para odiarte', a la que siempre retornaremos.
Curiosidades de '10 razones para odiarte'
La secuela inacabada
Más de una década después del final feliz de '10 razones para odiarte' a golpe de riff, su director, Gil Jungerr, se lanzó a hacer una secuela con nuevos personajes, '10 razones para odiar la vida'. La cinta estaba protagonizada por Evan Rachel Wood y Thomas McDonell, dos jóvenes que se conocían e iniciaban una historia de amor cuando estaban a punto de suicidarse.
El filme se quedó en un intento ya que el rodaje se detuvo en mitad de la grabación y se canceló, finalmente, en 2014. Además, Evan Rachel Wood recibió una demanda por abandonar la secuela.
Julia, te queremos
"Odio cómo me hablas y también tu aspecto. No soporto que lleves mi coche ni que me mires así. Aborrezco esas botas que llevas y que leas mi pensamiento. Me repugna tanto lo que siento que hasta me salen las rimas", recitaba Kat en '10 razones para odiarte' para disgusto de cierto profesor toca*******.
Esta escena que honra el título de la película se rodó en una sola toma y, además, no estaba previsto que Stiles llorase en ella, sino que fue fruto de la improvisación y la emotividad de la actriz en ese momento del rodaje. Gracias, Julia, por darnos ese instante y el contraplano de Heath Ledger que por siempre nos partirá el corazón.
Una canción por otra
Uno de los momentos más románticos del largometraje es aquel en el que el personaje de Heath Ledger se marca una coreografía por el patio del instituto para recuperar a Julia Stiles. La canción que entona Patrick Verona es 'No puedo quitar mis ojos de ti', aunque esta no era la melodía original que se quería incluir en el guión.
La elegida fue 'I Think I Love You' de The Partridge Family, aunque no pudo usarse pues 'Scream 2' ya la había utilizado en su metraje cuando Derek canta a Sidney. En su lugar, hicieron caso a la protagonista, Julia Stiles, y utilizaron la canción que hoy podemos escuchar.
Letters to Cleo, al borde del pánico
Los créditos finales de esta comedia romántica aparecen reproducidos sobre la actuación más arriesgada del grupo musical Letters to Cleo, que compone buena parte de la banda sonora de la película y en la trama es una de las formaciones que más le gustan a Katarina Stratford.
Kay Hanley, la cantante de la banda, declaró que la experiencia fue aterradora porque el espacio era muy reducido, había mucho viento mientras actuaban y por lo que significaba la presión del coste de 500.000 dólares por cada toma desde el helicóptero. Incluso llegaron a pensar que había problemas para controlar el helicóptero ya que se acercaba demasiado a ellos en algunos momentos.
¿Por qué rompieron los protas?
Hubiera sido un sueño hecho realidad el que los protagonistas de una de las comedias románticas con más seguidores siguiesen juntos después de empezar a salir en el rodaje de la película, aunque nuestro deseo más ardiente es que Heath Ledger siguiese entre nosotros.
Los actores mantuvieron una corta relación a raíz de trabajar juntos en el filme pues cortaron a principios del año 2000. Lástima.
El origen del título
Puede ser que el que nos "rompieran" el corazón tantas veces en el instituto sea una fuente inagotable de recursos a la hora de escribir películas. Ese fue el caso de una de las guionistas de '10 razones para odiarte', Karen McCullah, que revisando sus viejos diarios dio con la clave para arrasar entre el público juvenil.
"Tuve un novio llamado Anthony que a menudo estaba triste. Hice una lista llamada 'Cosas que odio de Anthony'. Cuando Kirsten [Smith, la otra guionista] y yo decidimos escribir esto, revisé todos mis diarios del instituto para empaparme de esos recuerdos angustiosos y cuando le conté sobre la lista a Kirsten, dijo que ese era nuestro título", ha relatado la guionista.
Joey no sabía dibujar un pene
El malote de Joey Donner, el chico popular del instituto que pasa (como casi todos) la película entera haciendo referencias sexuales y dibujando partes íntimas, no sabía cómo dibujar el pene que perfila en la cara de David Krumholtz, el actor que encarna al amigo de Cameron, cuando este acude a su mesa a hacer un trato con él.
"Me acuerdo perfectamente de que Andrew [Keegan] no dibujó un buen pene y le enseñé cómo dibujarlo. Tuve que decirle: "Así es el aspecto que debería tener y pon la punta cerca de mi boca"", explicó el intérprete.
La primera producción de Hollywood de Ledger
Hasta 1999, año de la producción de '10 razones para odiarte', Heath Ledger había hecho tan solo proyectos en su país, Australia. Esta fue la primera película que hizo el actor de la trilogía de 'El Caballero Oscuro' en Estados Unidos y que le permitió meter un pie en la escena interpretativa de Hollywood.
Shakespeare in love(s)
La obsesión de la amiga de Kat con William Shakespeare no es algo casual. La película es una adaptación libre de 'La fierecilla domada', comedia escrita por el autor de 'Romeo y Julieta'. De ahí, el que las referencias hacia la obra sean una constante en el largometraje.
Como vías de conexión, podemos encontrar el nombre de las hermanas así como su apellido, Stratford, en alusión al lugar de nacimiento del escritor. El apellido del personaje de Heath Ledger es un guiño más a la obra, Verona, el lugar de procedencia del personaje en el que se basa Patrick Verona. Por último, el instituto en el que se ambienta la película recibe el nombre de Padua, la ciudad donde se sitúa la acción en 'La fierecilla domada'.
Por todo lo alto
En ningún momento del rodaje de la película, el elenco pisó un set de grabación para rodar alguna escena pues todas las localizaciones que aparecen en el filme son lugares reales. Así, la escuela que aparece se encuentra en Tacoma, Washington y, en realidad, se llama Stadium High School.