'Ma Ma' ya está en los cines. La nueva de Julio Médem trae de nuevo a la palestra cinematográfica a nuestra actriz más internacional, Penélope Cruz. Quienes han podido disfrutarla destacan la labor de la actriz que en ocasiones, según algunos críticos, consigue levantar el vuelo de una historia que flaquea por momentos. Cruz ha levantado filias y fobias a lo largo de su carrera. No siempre tiene que ver con su posición como actriz sino que a veces, su distanciamiento con la prensa española le ha pasado factura a su imagen. En 'Ma Ma' da vida a una madre a la que le diagnostican un cáncer de mama. Un guion para la reflexión, que evidentemente le colocará en la terna de las nominadas a los Goya 2016. Le acompañan en la aventura Luis Tosar y Asier Etxeandía, dos actores que llevan implícito el sello de calidad.
Pero a estas alturas, después de que allá por 1992 Bigas Luna la requiriese para 'Jamón, jamón', su trayectoria ha cambiado significativamente. La actriz cuenta en su haber con un premio Oscar por su interpretación en 'Vicky, Cristina, Barcelona' (Woody Allen, 2008), así como tres premios Goya e innumerables reconocimientos como la estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood. Sin embargo, no todos comulgan con la etiqueta que se le ha colocado por su relevancia internacional de "Mejor actriz española". Repasamos las razones que despiertan odios y amores hacia la actriz.
ODIOS
1 Objetivo Hollywood
Su, en ocasiones, obsesión por triunfar en la Meca del Cine no ha sido bien acogida por los que defienden la industria patria. Sobre todo por los espectadores. Es cierto que la crítica española suele apoyarla, a veces casi con una bonhomía excesiva, pero el gran público no la defiende de una manera tan vehemente. Se pudo comprobar cuando Pe se alzó con la estatuilla. Su reconocimiento fue más celebrado en Estados Unidos que en nuestro país cuando apenas los medios y los compañeros de profesión se enorgullecían de tal distinción. Las malas lenguas vincularon su entrada en Hollywood a las relaciones mantenidas con actores como Tom Cruise o Matthew McConaughey. Lo cierto es que sus inicios americanos fueron en películas prescindibles hasta la llegada de Woody Allen que fue quien le dio una posición dentro de la industria americana.
2 Mucha taquilla y poca calidad
Los papeles que ha venido interpretando en Hollywood son poco reseñables salvo alguna película. Son filmes que en ocasiones han hecho una buena taquilla pero la calidad de sus historias es más bien nula. Cintas como 'Sahara', 'Vanilla Sky' o 'La mandollina del capitán Corelli' no han explotado las virtudes de la actriz. Esto se ha traducido en un motivo que deja sin justificación a su consolidada posición americana. Algunos cinéfilos no terminan de entender el valor que se le otorga a la actriz cuando consideran que su carrera se reduce a cuatro papeles, la mayoría en nuestro país. Directores como Pedro Almodóvar han sabido sacar de ella su mejor faceta. Su mejor película, hasta la fecha, ha sido 'Volver'. La Raimunda a la que daba piel estaba dotada de sensibilidad, raza, carácter y cercanía. A su vez, la malas lenguas de nuevo, insisten en que únicamente hacía el papel que sabe hacer; el de una mujer de barrio un tanto ordinaria. Pero Pe ha demostrado que no solo estuvo a la altura en 'Volver' con ese papel que supone, según algunos cinéfilos, una especie de alter ego. También en filmes como 'Todo sobre mi madre', 'La niña de tus ojos' o la italiana 'No te muevas' ha dejado ver otros registros.
3 Fuera cámaras
Su nula relación con la prensa española, fuera de las promociones de las películas, le ha llevado a granjearse una pésima imagen entre algunos españoles y la prensa del corazón. Su deferencia para con los periodistas americanos por encima de los de su país no sienta bien. A Pe no le importa sentarse en un plató del otro lado del charco y hablar de su maternidad o de su vida más personal. Sin embargo, en España es huidiza, jamás ofrece una entrevista a ningún medio que no esté citado para la venta de una película. Hace lustros que no aparece por un plató de televisión, tiene tirria a la prensa patria incentivada por su marido Javier Bardem que le acompaña en dicha aversión. Cuando nació su hijo, la revista HOLA! publicó la fotografía del menor sin pixelar por lo que el matrimonio puso el grito en el cielo. Algo similar pasó en Estados Unidos pero ahí, su reacción fue más permisiva. También se vio envuelta en una polémica tras denunciar el "genocidio" de Gaza. Una acción que fue tachada de "ignorante" por el padre de Angelina Jolie y por lo que Cruz no tardó en retractarse y suavizar su posición. Entiéndase que en Hollywood se está abriendo camino, cualquier paso en falso puede suponer dejar de existir en la Meca del Cine. En España, esa cuestión no le preocupa. Sabe que cuenta con el apoyo de la profesión y la crítica.
AMORES
1 Fotogenia
Para un actor es imprescindible que la cámara le quiera. No todos los intérpretes son capaces de soportar un primerísimo primer plano donde solo los ojos y la boca tienen algo que decir. Penélope Cruz es reconocida por su excelente relación con la cámara, con ese plano corto tan ingrato para algunos pero tan certero en su caso. Lo vemos en 'Ma Ma' en la que su rostro se va deteriorando con el paso de los tratamientos por la enfermedad. Su cara frente al espejo destila verdad, sinceridad a tumba abierta, sin más aderezos que una base de maquillaje por aquello de los brillos. Los críticos exaltan su fisonomía, la naturalidad de su cara en las interpretaciones, el valor de su gestualidad precisa.
2 El cuerpo del deseo
Su físico le ha beneficiado en numerosas ocasiones. Su imagen canónica de latina ha sido un reclamo para muchos directores que veían en ella el mejor ejemplo para dicho papel. Un metro sesenta y ocho, melena larga negra, ojos grandes negros y sus curvas precisas la han situado en la posición de actriz disponible para cualquier papel que requiera a una española. Su gran salto a Hollywood de manos de Woody Allen fue interpretando precisamente a una mujer patria. De igual modo que la requirió poco después para 'A Roma con amor' donde interpretaba a una prostituta con rasgos latinos. Precisamente, fuera de su trabajo con Allen, sus películas en Estados Unidos no son demasiado destacables.
3 Nunca dejes de trabajar
Penélope Cruz ha sido una trabajadora nata. Desde bien pequeña tenía claro a qué quería dedicarse. Comenzó poco a poco con un objetivo marcado, su admiración por Victoria Abril y Pedro Almodóvar le llevó a emplearse a fondo para, en algún momento, conseguir estar en la gran pantalla dirigida por el manchego. A Pe se le podrán discutir innumerables cuestiones pero no se le puede negar su empeño por seguir avanzando en su carrera, su constancia por estar siempre en el candelero participando en los rodajes en los que la requieren. Evidentemente todo influye, su físico, los contactos o un agente que sepa guiarla le han llevado también a dónde está, pero nadie trabaja con Woody Allen si se actúa de una manera mediocre. Es probable que borde el papel de mujer latina de barrio, pero eso no es un demérito para ella sino un factor a explotar.
Estamos de acuerdo en que en España hay innumerables actrices que pueden superar a Penélope Cruz en la interpretación. Pero quizá no es solo culpa de la de Alcobendas, una mala dirección de actores es muy determinante. Almodóvar ha sabido explotarla, posiblemente hay pocas actrices que hubiesen sabido meterse en al piel de Raimunda con la misma naturalidad que Cruz. Necesita encontrar a más directores que sepan exprimir su talento. Su empeño por participar en películas relevantes quizá le haya cegado obviando otras en las que un director novel, un cine de autor, le hubiese sacado más partido que en la segunda parte de "Zoolander". Se puede pensar que el rechazo que algunos sienten por la actriz se debe a envidias, pero recordemos que Antonio Banderas también trabaja en Hollywood, quizá no con el mismo reconocimiento, pero participa en diversas cintas americanas al cabo del año, y Banderas es querido y admirado en nuestro país. También por su cercanía con los medios y el público. Algo en lo que debería trabajar Cruz, porque en el fondo los que van al cine son los que deciden, y una mala imagen puede ser, en ocasiones, determinante.
