Aunque ha sido un día muy lluvioso en Valladolid, muy propio del otoño, el buen cine se ha puesto el impermeable para deslumbrar en la 64ª edición de la Seminci en nuestra segunda jornada en el festival, en la que ha destacado el cine con fuerte mensaje social. Películas que hablan del respeto, de los derechos LGBT, de los derechos la gente inmigrante, de los problemas sociales que trae el Brexit en la clase obrero, como también ha habido sitio al cine surrealista y moderno.
Tres nacionalidades, cuatro realidades diferentes hemos podido ver, en un día en el que ha habido fuerte presencia de cine español. También destacar de que de los largometrajes que hemos podido ver, ha habido tres mujeres cineastas, mostrando el compromiso del festival en buscar mayores oportunidades en igualdad. Aunque ha sido muy variada la jornada, la sueca 'Solo nos queda bailar' y la búlgara 'Pequeños milagros en Peckham St.' han destacado por encima del resto.
Sin más dilación, un análisis de las películas protagonistas de nuestra segunda crónica de la 64ª edición de la Semana Internacional de Cine de Valladolid.
1. Solo nos queda bailar
Sección oficial. Para su tercer largometraje, Levan Akin muestra su lado más comprometido y activista. Candidata por Suecia para la categoría de mejor película extranjera en la 92ª edición de los premios Oscar, 'Solo nos queda bailar' se adentra en las raíces del cineasta, al ser sueco de nacimiento pero de padres georgianos. La realidad LGBT en la antigua república soviética subsiste en un contexto tremendamente homófobo y tránsfobo, prueba de ello fueron las medidas de seguridad que tomó el equipo de rodaje de la cinta, puesto que tanto actores como técnicos recibieron amenazas de muerte de grupos de extremistas religiosos ultraortodoxos.
Realmente 'Solo nos queda bailar' narra una historia varias veces vista en el cine, el descubrimiento de la sexualidad durante la adolescencia. Es el relato del primer, del primer desamor. En ese sentido, el filme no tiene nada diferente respecto a títulos similares actuales como 'A primera vista' (2014), 'La orilla' (2015) o 'Call Me by Your Name' (2017). No obstante, el trasfondo social que tiene detrás es mucho más hostil que la familia burguesa de la cinta de Luca Guadagnino. Georgia es un país tremendamente homófobo. Con lo cual, un solo gesto, una caricia, puede ser todo un acto de activismo. Teniendo en cuenta que la cinta se adentra de la realidad masculina a través de la danza tradicional (máximo exponente de virilidad en el país, cuando en otras regiones el baile está más asociado a lo andrógino), el filme es un alegato valiente y comprometido, con un actor principal, Levan Gelbakhiani, que se entrega en cuerpo y alma a su papel.
Nota: 8
Lo mejor: Permite conocer al público la dramática situación de la falta de derechos de la gente LGBT en Georgia. Su actor protagonista es sublime.
Lo peor: Sin el contexto social, su trama es muy tópica.
2. Salir del ropero
Sección oficial, fuera de concurso. En esta jornada, 'And Then We Danced' fue la cara, mientras que 'Salir del ropero' fue la cruz. Ópera prima de Ángeles Reiné, se trata de una propuesta feel-good cuya máxima virtud es que pone el foco en la realidad LGBT en la tercera edad, con dos mujeres maduras como protagonistas, algo inusual en el cine español. Ambas son interpretadas por dos veteranas de la industria, ambas historia viva del cine: Verónica Forqué y Rosa María Sardá.
Más allá de que las protagonistas son dos señoras maduras que toman la decisión de casarse, lo cierto es que 'Salir del ropero' es mucho más conservadora de lo que cree que es, además de tener una trama que parecía hecha hace 20 años, literal puesto que puede verse que su referencia más directa es la estupenda comedia 'A mi madre le gustan las mujeres' (2001), dirigida por Inés París y Daniela Féjerman. Historia ideal para ver en la sobremesa de la televisión pública, aunque su público objetivo, de mediana edad, la disfrutará y conocerá una realidad poco vista en la gran pantalla.
Nota: 5
Lo mejor: Ver a Verónica Forqué y Rosa María Sardá como protagonistas.
Lo peor: La forma en la que se trata la trama parece de otra época.
3. Pequeños milagros en Peckham St.
Sección oficial. Las directoras Vesela Kazakova y Mina Mileva se atreven con la ficción en 'Pequeños milagros en Peckham St.' Basada en hechos reales, las directoras aprovechan su experiencia en el documental para una propuesta que, en varias escenas, parece docu-ficción. Ambientada en un barrio de las afueras, de clase obrera, la cinta sabe retratar muy bien la realidad de una familia inmigrante búlgara, que intenta lidiar con una situación de riesgo de exclusión social, con una protagonista, Irina, que podría catalogarse como heroína del día a día, al ser una mujer que quiere aspirar a más.
El retrato que hacen Kazakova y Mileva es muy complejo y abarca varios temas. La sombra alargada del Brexit está presente, mostrando la perniciosa xenofobia de la que es víctima Irina y su familia. La película hace una dura crítica social a la especulación, la gentrificación y la mala acción de las políticas municipales. Sorprende gratamente cómo las cineastas separan racismo y xenofobia, mostrando que, muchas veces, un colectivo minoritario tiende a marginar a otro. El gato al que nombra el título, acaba siendo el detonante de una situación más común de lo que puede pensarse. Una película comprometida que convierte a Kazakova y Mileva en dignas sucesoras de directores como los hermanos Dardenne o compatriotas suyos como el tándem formado por Kristina Grozeva y Peter Valchanov.
Nota: 8
Lo mejor: La fuerte crítica social sobre la situación de muchos inmigrantes en los barrios obreros de Londres.
Lo peor: Le cuesta arrancar al inicio.
4. Love Me Not
Spanish Cinema. Tras unos años ausente, Lluís Miñarro regresa a la dirección con una particular versión de la historia bíblica de Salomé, de la que también tiene como referencia la obra homónima de Oscar Wilde. El filme es más experimental que 'Stella cadente', su anterior trabajo, trasladando la historia en un ambiente bélico, los años de la invasión del ejército estadounidense en Irak.
La particular visión del mito, unido con varias escenas en las que se entremezclan deseo, anhelo y ensoñaciones, hacen que 'Love Me Not' sea un relato al que es muy difícil entrar, en la línea del cine de Oliver Laxe (que aparece en la película) o 'Bella y perdida', del italiano Pietro Marcello. Eso sí, pocos títulos en España son tan atrevidos como esta versión moderna de Salomé.
Nota: 6
Lo mejor: Ver cómo Ingrid García Jonsson defiende su papel de 'femme fatale'.
Lo peor: No es fácil entrar en la cinta, lo que provoca reacciones encontradas.