¡Tenemos la clave para mejorar vuestras capacidades sensitivas! Un estudio de la Universidad de Oklahoma llevada a cabo por las psicólogas Jesssica Black y Jennifer Barnes asegura que ver narrativas de películas y series al igual que en versión escrita facilita la comprensión emocional de las mentes.
Qué mejor que potenciar esta capacidad con Don Draper, Alicia Florrick o el Presidente Bartlet. Hace dos años esta investigación llego a la conclusión de que la lectura de ficción literaria podría ayudarnos a entender la vida interior de los demás. Pero tras este último descubrimiento se comenzaron a realizar pruebas aplicándolo al cine y a la televisión.
"Ambas narraciones de ficción tanto escritas como filmadas ayudan a que el público entienda mejor las emociones y las interacciones de los personajes". Black y Barnes tomaron como punto de partida un estudio de 2013 donde los estados mentales y emocionales (los expertos lo llaman "La teoría de la mente") pueden ser fortalecidos mediante la lectura de la literatura.
¿Está demostrado realmente que esto también se produzca en televisión? "Mientras que los dramas de televisión bien escritos cuenten con personajes complejos y situaciones ambiguas, el procesamiento de la representación visual respecto a la interacción de los personajes puede hacer una experiencia más pasiva de los espectadores. Esto llevaría a una mayor construcción de las imágenes mentales por parte del público", señalan las investigadoras.
Unos estudios que lo demuestran
Para comprobarlo se llevaron a cabo dos estudios. Seleccionaron aleatoriamente a cien estudiantes universitarios para ver un extracto de algún drama premiado como 'Mad Men' o 'El ala Oeste de la Casa Blanca' o un documental ('Como funciona el universo' o 'La Semana del Tiburón: Tiburón contraataca').
Luego los participantes pasaron la prueba de "La lectura de ojos" que también se aplicó en 2013. Se les mostró 36 imágenes de pares de ojos y debían decidir qué estado emocional los describía: celoso, furioso, arrogante u odio. Los que vieron las series acertaron más que los que vieron los documentales. ¿Os quedáis locos, no?