Una de las cosas más interesantes que tienen los autores, y sin duda aquí estamos ante uno, es que su mirada es perfectamente reconocible en cuestión de segundos. Una frase, una nota, una imagen, un trazo y, de repente, ahí está. No hace falta que aparezca su nombre, ya sabes que estás ante una obra con su sello.
Pues bien, eso es lo que sucede con Ryan Murphy, figura fundamental de la televisión de las últimas décadas cuya obra, extensa y radical, sorprendente y voluptuosa, sorprendente y genuina, hortera y asombrosa, apasionada y visceral, excesiva e impactante. Y así podríamos seguir, tirando del baúl de los adjetivos, y todavía nos quedaríamos lejos de poder describir las sensaciones que despiertan las creaciones de este productor, guionista y director.
Capaz de despertar las mismas dosis de amor que de odio entre el público y la crítica, algo también reconocible en este tipo de talentos, Ryan Murphy es un clásico contemporáneo al que le debemos incontables horas de disfrute puro y duro. Mente incansable con la creatividad constantemente afilada, su presente está lleno de proyectos que nos garantizan un futuro repleto de nuevas obras bajo su sello. Que así sea.
Las series creadas por Ryan Murphy, de menos a más
'The New Normal'
En sus mejores momentos, 'The New Normal' trae ecos del Woody Allen de los primeros compases del siglo XXI. En sus peores, 'The New Normal' no consigue rascar ni una mínima sonrisa, a pesar del aplaudido esfuerzo de su reparto. Por desgracia, la balanza general se sitúa claramente a favor de la segunda opción. Decepción.
'American Horror Stories'
El spin-off de 'American Horror Story' vendría a ser algo muy similar a un disco de descartes y caras B donde la genialidad destaca de forma muy puntual. Algunos episodios tienen enjundia y ofrecen escenas memorables, pero, en términos generales, 'American Horror Stories' nunca termina de superar el listón de lo correcto.
'The Politician'
Pese a un reparto que se entrega al máximo, mención especial en este sentido a un gran Ben Platt, y de que el bostezo nunca es una opción, 'The Politician' nunca termina de ir más allá de un entretenimiento más o menos dinámico e interesante. Sorprendentemente, sobre todo porque viene con la marca Ryan Murphy, hablamos de una serie a la que le falta garra, mala baba y exceso.
'Hollywood'
Quizá fueron las altas expectativas o su tremendo arranque, pero, fuera lo que fuera, está claro que 'Hollywood' no terminó de alcanzar el nivel que prometía o al que apuntaba. Hay numerosos momentos para el recuerdo en ella, además de una fabulosa colección de interpretaciones, pero el sabor final que deja la serie es agridulce, de oportunidad perdida.
'9-1-1: Lone Star'
El principal, y puede que único, problema que presenta '9-1-1: Lone Star' es que es muy, pero muy inferior a su sensacional predecesora. Un spin-off que se deja ver, que acierta con especial fuerza en sus momentos más espectaculares y termina resultando algo empachosa en lo dramático. Más rutina que genialidad.
'Halston'
Fabulosa de ver, hipnótica en su puesta en escena y con un Ewan McGregor incontestable, 'Halston' es un trabajo tan alejado de las grandes obras creadas por Ryan Murphy como convincente en su condición de entretenimiento grandilocuente, vertiginoso y apabullante. Más es más, aunque el poso que deje no sea demasiado profundo.
'Vigilante'
Si su resolución hubiese sido, no ya mejor, sino mínimamente convincente o salvable, 'Vigilante' estaría peleando, sin duda, por los primeros puestos de este especial. Por desgracia, este, eso sí, entretenidísimo thriller protagonizado por Naomi Watts y Bobby Cannavale, estupendos ambos, acaba deshinchándose en un tramo final para olvidar. En cualquier caso, hasta ese desastre, la adicción a 'Vigilante' es inevitable.
'911'
Solamente Ryan Murphy podía convertir una serie, a priori, así de previsible y rutinaria en un entretenimiento televisivo imprevisible, alocado y efervescente. Con un reparto implicado en cada diálogo, una dirección siempre solvente y guiones que van de lo disparatado a lo excelente, '911' es ideal para engancharse y pasárselo a lo grande sin pensar demasiado.
'Ratched'
Su injusta cancelación después de una sola temporada nos dejó con ganas de (mucho) más, pero, en cualquier caso, esa decisión aumento la condición de joya de culto de 'Ratched', una de las obras más fascinantes, imperfectas, hipnóticas y poéticas creadas por Ryan Murphy. Mención especial también, por supuesto, para una inmensa Sarah Paulson.
'Popular'
De una precisión aplastante en su forma de equilibrar la comedia y el drama, 'Popular', la primera serie creada por Ryan Murphy, ya dejaba intuir mucho del talento y sello característico de su principal responsable. Una propuesta que, vista en la actualidad, sigue siendo una auténtica fiesta de la que uno jamás se quiere marchar.
'Scream Queens'
De acuerdo, nunca llegó a ser el despiporre maravilloso que prometieron, y tenía herramientas de sobra para ello, pero, en esa lucha de amor y odio que despertó desde su primer capítulo, yo me quedo en el primer bando a la hora de hablar de 'Scream Queens'. ¿Obra menor de Ryan Murphy? Puede ser, pero menuda descarga de energía, carcajadas, estilo y sobresaltos.
'American Crime Story'
Solamente por la extraordinaria temporada titulada 'El asesinato de Gianni Versace', infinitamente superior a sus compañeras 'El caso Lewinsky' y 'The People v. O.J. Simpson', 'American Crime Story' merece con creces situarse en este puesto de la lista.
'Monsters'
A la espera de ver lo que hacen con el terrible caso de Ed Gein, la dupla formada por las historias de Jeffrey Dahmer y los hermanos Menendez, todas ellas enmarcadas bajo el adecuado título de 'Monsters', representan una clara evolución dentro del universo Ryan Murphy. Para ser exactos, un crecimiento que se dirige con decisión y contundencia al lado más perverso, violento y desolador del ser humano. No son las más fáciles de ver, pero aquí tenemos dos de las mejores obras de su autor.
'Glee'
Si bien sus últimas temporadas andaban bastante lejos de las primeras, realmente maravillosas, 'Glee' supone un éxito prácticamente total para un Ryan Murphy que logró conquistar a público de todo tipo y condición a través de personajes fabulosos, un ritmo endiablado y, sobre todo, un buen puñado de números musicales de ovación cerrada. Un clásico televisivo en toda regla.
'Nip/Tuck, a golpe de bisturí'
En 'Nip/Tuck, a golpe de bisturí', serie protagonizada por unos Dylan Walsh y Julian McMahon en las interpretaciones y personajes de su vida, Ryan Murphy supo trasladar sus inquietudes artísticas y personales más características al universo de los cirujanos plásticos, un mundo repleto de opciones y posibilidades para elevar todos los elementos al infinito. Dicho y hecho, la oportunidad estaba clara y Murhpy no se dejo nada en el tintero a lo largo de seis temporadas y cien episodios repletos de hallazgos, saltos al vacío y actos de valentía con triunfo inesperado.
'Feud'
Pese a que su temporada más reciente, 'Capote vs. The Swans', rozó la decepción mayúscula con la punta de los dedos, 'Bette and Joan', centrada en la histórica lucha entre Joan Crawford y Bette Davis, impresionantes Jessica Lange y Susan Sarandon, representa una de las cimas más imbatibles de la carrera de Ryan Murphy. Y, bueno, de la televisión moderna. Obra maestra que dirige a 'Feud' directamente al Olimpo de la pequeña pantalla.
'American Horror Story'
No todas las temporadas han brillado a la misma altura, ni mucho menos, pero cuando 'American Horror Story' ha acertado, vaya, lo ha hecho de pleno. Inolvidable en sus primeras temporadas y mucho más irregular en las últimas que hemos podido ver, la propuesta de Ryan Murphy es terror delirante, fastuoso, grandilocuente y mamarracho en las mismas dosis, generando miedo y risas con la misma eficacia, aunque no sabemos si con la misma voluntad. Imperfecta, sí, pero también inolvidable.
'Pose'
La obra más personal de Ryan Murphy supone también uno de los grandes hitos de su extensa carrera. 'Pose' tiene todo lo que uno puede esperar de una sus creaciones, pero también mucho más. Tan emocionante como vibrante, tan cautivadora como desconcertante, tan gigante como sencilla. Una obra maestra.