La productora de 'The Walking Dead' Dale Anne Hurd afirmó hace unos días que la serie había rebajado su tono violento después del primer episodio de la séptima temporada. El gráfico asesinato de Glenn a manos de Negan fue muy comentado entre los fans y seguidores de la serie, además de criticado por diferentes asociaciones y medios. Según recogía Variety, Hurd comentaba lo siguiente: "Pudimos echar un vistazo a las reacciones ante el nivel de violencia. Y sí que bajamos el tono de los episodios siguientes que estábamos rodando".
Sin embargo, ahora los showrunners de la serie, Scott M. Gimple y Greg Nicotero, han hablado con Entertainment Weekly y desmienten lo dicho por Hurd. Según Gimple, las explícitas imágenes del estreno de la temporada eran más gore de lo acostumbrado en la serie de forma intencionada, y lo que vino después nunca se planeó que llegara a esa cota.
"La violencia del 7x01 era muy alta por una razón. Lo que les pasó a los personajes era horrible de una manera muy específica en ese episodio y como comienzo de una nueva historia", afirma Gimple. "No creo que ese sea el nivel de base de violencia que deberíamos tener en la serie. Debería servir a una historia y un propósito, y el propósito era traumatizar a estos personajes hasta el punto de que podrían haber sido dóciles el resto de sus vidas, que es lo que quería Negan".
Por su parte, Nicotero, que además de productor ejecutivo se encarga del departamento de maquillaje y efectos especiales, dice que no han rebajado el tono de lo que viene después y que no cambiarían nada si pudieran volver atrás. "Por muy brutal que sea ese primer episodio, sigue siendo parte de nuestra biblia narrativa, es decir, mostrar cómo es ese mundo. (...) No creo que vayamos a contenernos nunca".
¿Seguro?
Por otra parte, uno de los actores de la serie, Joshua Hoover, que interpreta a Fat Joey, contó a ComicBook.com que la escena en la que Daryl le golpeaba en la cabeza había sido rodada de forma mucho más gráfica que lo que se llegó a ver en la versión emitida del último episodio de la primera mitad de la temporada. "Me golpeó en la cabeza el señor Norman Reedus, y fue un buen golpe. Hubo efectos especiales con la típica bolsa de sangre. (...) Todos dijeron que molaba mucho, pero era muy gráfico. Supongo que por eso no mostraron ese plano, probablemente ya fue suficiente con las tripas de Spencer", contaba el actor.
Puede que las razones para cortar ese plano gráfico fueran otras, como la duración del episodio o cuestiones de montaje. ¿Qué creéis? ¿Debería 'The Walking Dead' rebajar su nivel de violencia?