'Las ventajas de ser un marginado' llega por fin a los cines de nuestro país, y con él volvemos a los pasillos llenos de hormonas y apuntes del instituto. Casi un género en sí mismo, las películas que nos hacen recordar los intensos años de estudios y adolescencia han sido capaces de marcar a más de uno, a pesar de que muchas comparten una característica en común: no son precisamente muy queridas por la crítica.
Aunque siempre remarcaremos que el mundo del cine es tan vasto, y los gustos tan impredecibles, que no podemos tachar a todas las películas de instituto de malas. Pero también es cierto que no pocas veces escucharemos un "¿estás loco?" si decimos que preferimos '10 razones para odiarte' antes que 'El Padrino', por poner un ejemplo al azar.
Vuelta al "insti"
'Las ventajas de ser un marginado' es el último ejemplo de que se puede hacer una película "teen" y conseguir los elogios de la crítica y el público. Pero nosotros hemos preferido sincerarnos y presentar esas películas de instituto que nos costaría un poquito admitir en público que nos encantan, que nos sabemos los diálogos, que las hemos visto decenas de veces. Son nuestros pequeños "placeres culpables" que nos trasladan de nuevo a la época de las pizarras y los pupitres. ¿Cuáles son las vuestras?
- 'Grease' (elegida por Adrián Lavado)
Paradigma por antonomasia de película de institutos, la cinta dirigida por Randal Kleiser, no tiene precisamente el mejor guion ni el más elaborado de la historia del género musical. Es más, la película se erige como una cursi historia de amor entre el malote y la mojigata de la clase, entremezclada con unos números musicales con un exagerado punto hortera. Pero aún así, las melodías pegadizas, la estética naíf pero efectiva y unos personajes divertidos y desenfadados, hacen que 'Grease' se convierta en uno de los mayores "guilty pleasure" entre el público masculino. Dejémonos de tonterías, para el que esto suscribe 'Grease' siempre será "the one that I want..." Aquél que quiera ver un poco más allá, la conclusión final no es precisamente muy acomodaticia que digamos pues, ¿quién de los dos enamorados se ve obligado a cambiar su forma de ser para conquistar al otro?
- 'Chicas malas' (elegida por Jesús Agudo)
No será la primera vez que se note en la web que me encanta esta película, dedicándole en su día hasta un Club de Cine. Sin embargo, aunque una película con Lindsay Lohan al frente es muy difícil de calificar como aceptable, 'Chicas malas' supera las normalmente bajas expectativas que podíamos tener de ella. El guión de Tina Fey ataca con éxito a todos los estereotipos de las "abejas reinas" y las "quiero y no puedo", plagándolo de chistes fáciles pero efectivos. Es chiclosa y muchas veces bastante básica, pero no puedo estar más agradecido a esta película por habernos descubierto a Rachel McAdams y Amanda Seyfried. Para mi, un clásico moderno.
- 'LOL' (elegida por Guillermo Álvarez)
El cine francés ofrece cada año varias perlas para el séptimo arte. Una de ellas fue 'Lol', que aunque no ha ganado un Oscar, ni soñó con obtenerlo, es una más que aceptable cinta que no debe confundirse con la fracasada adaptación estadounidense protagonizada por Miley Cyrus. El argumento es muy sencillo, una adolescente cuya vida se derrumba porque tiene problemas con sus padres (divorciados) y con los chicos. A partir de ahí surge una película que consigue divertir, emocionar y sobre todo entretener con una duración adecuada. Aunque parezca que la vida de Lola, Lol para los amigos, es un drama, esta cinta no puede ser más vital, y deja momentos estelares, destacando cuando suena la inolvidable canción 'Feel alright' de Supergrass.
- 'Fuga de cerebros' (elegida por Ángela del Caz)
Intentando imitar las películas "teen" del estilo 'American pie' que tanto gustan al otro lado del charco, Fernando González Molina decidió reunir a algunos de los actores que más triunfaban en el mundo de la televisión (Amaia Salamanca, Mario Casas, Alberto Amarilla) en aquellos años para montar una 'Fuga de cerebros' (aunque no sea exactamente al instituto). El argumento es muy básico: chico poco agraciado que está locamente enamorado de su compañera de clase desde la niñez y que se deja empujar por un grupo de amigos muy peculiares sin reparos ni pudores que harán cualquier cosa por conseguir la felicidad de su colega -¡hasta irse a Oxford a estudiar Medicina!-. Aunque el final es de esperar por todos, los diálogos cómicos, las situaciones absurdas y alguna que otro escena chistosa subida de tono te harán olvidarte de tus problemas durante 120 minutos.
- 'Rumores y mentiras' (elegida por Jesús Márquez)
El gran trampolín de Emma Stone. No es la mejor película de este género y ni siquiera la más graciosa, pero lo cierto es que verla y pasarlo bien es todo uno. Sigue el esquema típico de las pelis de instituto, pese a que en ciertos momentos parece desligarse de ellas mucho más de lo que realmente lo acaba haciendo; alejándose así en última instancia de revisiones actuales del género mucho más sobresalientes como 'Supersalidos'. Aún con todo, es terriblemente divertida y, como habréis podido comprobar, no soy capaz de encontrar una razón: quizás sea Stone, no lo sé, igual es su delirante padre en el film, y probablemente sea todo al mismo tiempo. No obstante, forma parte de mi lista de placeres culpables.
- 'Crueles intenciones' (elegida por Borja Aláez)
Mucho antes de que 'Gossip Girl' fuese la comidilla, una adaptación libre de 'Las amistades peligrosas' ya había reflejado los maquiavélicos tejemanejes de los alumnos de un prestigioso instituto del Upper East Side neoyorquino. 'Crueles intenciones' cumple con todos los clichés de las películas del subgénero juvenil. Protagonizado por las estrellas del momento, la cinta es un cocktail repleto de cinismo, sexualidad, envidia y venganza. Un verdadero guilty pleasure de los 90.
- 'A por todas' (elegida por Pedro Garcés)
'A por todas', 'Bring It On' en inglés, es una de esas películas que ni tienen buen guión, ni interpretaciones destacadas, pero que todo el mundo recuerda. Es la clásica historia de una chica de fuera que llega al instituto y acaba enrolándose en el equipo de animadoras que, aunque parece muy torpe, acaba llegando a la final del campeonato de pompones y consigue ganarlo todo. Entre tanto tenemos grandes problemas de infidelidades, amor, celos y demás problemas que todos los chicos de instituto de hoy en día sufren. Incluso un lavado de coches en bikini, otra de esas actividades habituales en la juventud actual. Kirsten Dunst y Eliza Dushku compiten por llevarse el papel de chica buena mientras que Gabrielle Union hace de la malvada animadora rival.
