Para hablar de Pixar tenemos la costumbre, sana y justificada, de ponernos de pie. Y no es para menos. Recordar, enumerar y regresar a su catálogo de obras maestras es otra de esas tradiciones que cualquier espectador debería realizar un par de veces al año. Porque es cine (re)convertido en felicidad pura y dura, belleza infinita, emoción que no entiende de edad, un auténtico paraíso de genialidad en el que perderse una y otra vez. ¿Quién puede resistirse a películas de la talla de 'Toy Story 3', 'Ratatouille' o 'WALL-E: Batallón de limpieza'? ¿Qué clase de persona puede no terminar conmovido por clásicos contemporáneos como 'Up' o 'Del revés'? ¿Quién no es capaz de pasárselo bomba con 'Los increíbles'? Y paremos aquí.
Nos centramos en el maravilloso homenaje a los superhéroes de andar por casa con el que Brad Bird deslumbró al mundo en 2004. Una carta de amor al género que, visto todo lo que vino después, fue un auténtico punto de inflexión, el comienzo real de un aluvión de personajes con superpoderes que han marcado de manera evidente la última década de cine. Por eso resulta curioso comprobar como la historia que escribió Bird sigue manteniéndose en plena vigencia como una de esas cimas a las que muchas películas de la misma temática intentan acercarse con resultados desiguales. Una influencia mucho más presente de lo que pueda parecer.
A continuación, explicamos las razones por las que 'Los increíbles', además de ser uno de los mejores representantes del catálogo Pixar, es superior a la mayoría de películas de superhéroes que han poblado de manera asfixiante nuestras carteleras en los últimos años. Del mismo modo, este especial pretende ser una reivindicación potente y apasionada de una obra maestra del entretenimiento, una pirueta visual y narrativa de primer orden que recibimos de la mano de unos genios.
7 razones por las que 'Los increíbles' es mucho mejor que la mayoría de películas de superhéroes actuales
El guión
Si algo caracteriza a Pixar es su cariño y dedicación a la hora de plantear y tratar sus historias. Desde ese primer destello de inspiración, hablamos de auténticos conquistadores de musas, nada se deja a la ligera, todo está controlado al detalle y no hay personaje, trama o subtrama que no aporte algo productivo al conjunto. En este sentido, 'Los increíbles' no es, ni muchísimo menos, una excepción. Todo lo que ocurre a lo largo de sus 115 minutos, perfectos para ser devorados, es equilibrado, divertido, inteligente, consistente.
Un trabajo de guión, del cual el propio Brad Bird es responsable, que solamente se acerca a los estereotipos y lugares comunes para darles la vuelta y aportar una perspectiva nueva y refrescante. No sobra ni una sola línea de diálogo, ni una escena, ni un personaje. Todo está en perfecto orden. Todo es ejemplar en un libreto nominado, con toda justicia, al Oscar.
Sentido del humor
Aunque en los últimos años el género se ha ido relajando, especialmente en las propuestas que llegan desde "El Plan Para Controlar El Mundo" ideado en los despachos de Marvel y Disney, no podemos negar que hubo una temporada en la que superhéroes y oscuridad iban de la mano. Sí, hablo de Nolan. No era negativo, para nada, de hecho la trilogía de el caballero oscuro creada por el bueno de Christopher se paseaba tranquilamente por esa línea privilegiada que separa el sobresaliente de la matrícula de honor, pero su estela marcó demasiado a una serie de películas que tiraban de solemnidad y pomposidad para rellenar lagunas incontrolables.
Por el contrario, 'Los increíbles' apostaba desde el comienzo por la luz y el color, mirando de reojo la atmósfera del cine de espías clásico, con Bond a la cabeza, y provocando la carcajada del espectador con gags elegantes y accesibles que nunca caían en lo vulgar o el chiste fácil. Su sentido del humor era uno de los pilares básicos para estructurar su historia, dibujar a sus personajes y mantener el altísimo nivel del conjunto. Y lo conseguía. Evasión pura para no dejar de sonreír durante dos horas.
El villano
Es un tópico pero, al mismo tiempo, es una de esas verdades absolutas indiscutibles, una película de este género necesita tanto a un gran héroe como a un villano a la altura. Y 'Los increíbles' lo tenía. Cuando conocemos a Buddy Pine es todavía un niño que, como la mayoría de sus compañeros de generación, siente una admiración profunda por Mr. Increíble, soñando con formar equipo con el héroe de sus sueños. Sin embargo, es rechazado por su ídolo y eso crea en su interior un rencor y una rabia que le llevarán a idear un plan maligno para acabar con él, y de paso, con toda su familia.
Un enemigo del que entendemos todas sus motivaciones, que consigue despertar nuestra comprensión y que, al mismo tiempo, consigue aterrarnos al demostrar que sería capaz de cualquier cosa por cumplir su venganza. Nuestros protagonistas son héroes por naturaleza, pero la evolución de Buddy de niño inocente a joven maligno es otro de los tesoros más valiosos de la película.
Secuelas justificadas
La sensación inmediata que dejaba 'Los increíbles' tras su divertidísimo epílogo era la de necesidad de volver a reencontrarnos con esos personajes lo antes posible. Sin embargo, tuvimos que esperar tres años para que Brad Bird nos diera esa pizca de esperanza comentando que estaba más que dispuesto y preparado para realizar una secuela, eso sí, siempre que la idea fuera superior a la de la primera entrega. Además, confesaba que tenía algo de material que le parecía aprovechable, pero que no tenía todavía claro el enfoque.
Y así quedó todo hasta que en 2014, al fin, Pixar confirmaba la ansiada noticia: 'Los increíbles 2' sería una realidad. Y aquí tenemos una de las claves esenciales de toda buena película de superhéroes, su capacidad para dejar al espectador con ganas de más, crear el interés y la impaciencia por volver a vivir aventuras al lado de sus protagonistas. ¿Una secuela gratuita? Todo lo contrario. Una historia llena de posibilidades.
La familia
Los superhéroes a los que nos tiene acostumbrados el cine en los últimos años se caracterizan, entre otras cosas, por un egocentrismo enervante que se mantiene incluso cuando deben realizar misiones conjuntas con otros personajes del gremio. Es complicado, por no decir imposible, encontrar a un protagonista que tenga en la familia un apoyo realmente importante a la hora de desarrollar su trabajo de, ejem, salvar el mundo de terribles enemigos.
'Los increíbles', lejos de caer en esa tentación, presentaban a toda una familia que llevaban hasta las últimas consecuencias la complejidad de las relaciones interpersonales que se dan en estas circunstancias. Incluso en el temible momento de engrandecer el concepto y la esencia familiar, un terreno en el que la mitad de cineastas habrían caído en el azúcar más pesado, Bird mantiene cierta distancia, controlando en todo momento el tono y el tiempo que necesita la trama. Por supuesto, la elevación de los sentimientos establecidos por cada uno de sus miembros tiene una relevancia esencial en la historia, pero 'Los increíbles' aprovechan la oportunidad para emocionar desde los detalles por encima del subrayado. Todo bien.
Madurez
'Los increíbles' fue la sexta película estrenada por Pixar tras, atención, revolucionar el género de la animación con 'Toy Story', rendir homenaje al cine de Akira Kurosawa y al western clásico con 'Bichos', tirar por los suelos la máxima de que no hay secuela buena con 'Toy Story 2', arrasar con la imaginación y ternura de 'Monstruos, S.A.' y alcanzar una cima técnica y emocional con 'Buscando a Nemo'. El listón, ya por entonces, estaba alto. Muy alto. Por eso la noticia de que el siguiente proyecto del estudio estaría protagonizado por una familia de superhéroes planteaba algunas dudas que, tras el estreno, quedaron plenamente disipadas. No había nada que temer. Lasseter y los suyos sumaban otra clásico instantáneo al casillero.
Y la clave, por encima de todo, estaba en la madurez con la que se enfrentaban a esta historia, sirviéndose de instrumentos narrativos y argumentales soberbios, reflejando con pequeñas miradas, gestos y silencios ese regreso a una vida que sus personajes protagonistas se vieron obligados a dejar aparcada por culpa del olvido de un mundo siempre injusto. Un punto de partida que otorgó a la película una atmósfera de melancolía que solamente desaparecía cuando la (maravillosa) acción tomaba el control. Pero, y aquí tenemos otra marca de la casa, el primer tramo es una sucesión de escenas inolvidables en las que observamos el lado más humano y rutinario de aquellos que han nacido para salvarnos. No están entre nosotros, somos nosotros. Un logro cinematográfico en toda regla.
Jack-Jack
Ninguna película del género tiene a Jack-Jack. 'Los increíbles' 1 - Resto de superhéroes 0.