Es lunes en Sitges y siguen llegando grandes y esperados títulos, algunos de los cuales han conseguido convencer y sorprender, mientras que otros han supuesto la primera gran decepción del festival.
Tenemos propuestas que nos llegan desde Irán, desde Corea del Sur y de Estados Unidos, en cuatro títulos que, aunque bien diferenciados los unos de los otros, comparten el ser títulos sobrenaturales, con entes malignos, brujas, maldiciones y exorcismos como elementos vehiculadores.
Under the shadow
En co-producción entre Reino Unido e Irán, llega una de las sensaciones de la temporada, que tras su gran acogida en Sundance y en el South by Southwest, continúa su periplo por festivales de género como una de las propuestas más destacables e innovadoras
'Under the shadow' es el debut en largometraje de Babak Anvari y nos lleva hasta el Teherán de 1988, en la etapa final del conflicto armado entre Irán e Iraq, y que nos presenta a una madre y una hija asediadas por un mal que parece haber despertado en el edificio a causa de los recientes bombardeos.
Sirviendo como metáfora sobre la guerra, hace una lectura del papel de la mujer en Oriente y de la maternidad amenazada, de la que se ha dicho que podría considerarse una especie de 'Babadook' en clave iraní, pero que funciona mejor como relectura de lo que Koji Suzuki planteaba en 'Dark Water', relato llevado a la gran pantalla por Hideo Nakata con el mismo título en 2002 y con el que comparte el asedio a madre e hija por parte de un ente sobrenatural, la amenaza del piso de arriba (la gotera es, esta ocasión, la grieta).
Además, ahonda en la mitología semítica de los djinn y aporta un pequeño carrusel de sobresaltos que contentarán a los que se dispongan a disfrutar de un título de terror como pocos.
Nota: 8
Lo mejor: La forma en la conjuga todas las capas con las que retoza, por lo que a géneros se refiere.
Lo peor: Tarda un poco en abrazar el fantástico, pero cuando lo hace no defrauda.
Blair Witch
En 1999 'El proyecto de la bruja de Blair' revolucionaba el terror, ponía de moda el found footage y se convertía en un referente para toda una generación, pese a quien pese. Tras una secuela absolutamente meta, 'El libro de las sombras' (que desde aquí reivindicamos), 17 años después nos llega una secuela directa de la primera entrega, 'Blair Witch', título que nos vendieron en su primera etapa de promoción como 'The Woods' y que ha dirigido Adam Wingard con un guion de Simon Barrett.
Más remake encubierto que secuela, el nuevo acercamiento al universo de la bruja de Blair se aleja de la tensa calma del film original y apuesta por plasmar todos los vicios del género de metraje encontrado: carreras que convierten el plano en caótico, personajes planos y una amenaza a la que el objetivo de la cámara costará captar.
Tal vez sea porque desde el otro lado del charco nos la habían vendido como "la película que va a revolucionar el género de terror", o porque el peso de etiqueta de culto del film de Eduardo Sánchez y Daniel Myrick, pesa mucho más de lo que en un principio parecía. La cuestión es que la nueva bruja ha tomado unos derroteros totalmente diferentes a los que nos presentó y con los que revolucionó el género, y ha abrazado la fórmula '[REC]', donde el abuso del sonido en la sala de montaje la convierte en título idóneo para llenar multisalas de jóvenes dispuestos a dejarse asustar por la estridencia de las subidas de volumen.
Definitivamente, 'Blair Witch' no cumple las expectativas, algo que encumbra aún más al título del que deriva.
Nota: 5
Lo mejor: Las referencias a la película de 1999 y sus últimos 20 minutos.
Lo peor: La sensación de lo que podría haber sido y no ha sido.
Johnny Frank Garrett's last word
Simon Rumley regresa al cine de género con un título inspirado en hechos reales, en el que la maldición de un inocente condenado a muerte se hará palpable a ojos de un padre de familia desesperado, quien formó parte del jurado popular que le condenó.
Johnny Frank Garrett es el nombre del susodicho, un derivado en clave seria de lo que Wes Craven nos trajo en 1989 con 'Shocker, 100.000 voltios de terror', y para el que Rumley apuesta de nuevo por el montaje esquizofrénico con el que se presentó en 'Entre vivos y muertos'.
Continuando con la sordidez en cuanto a la selección de algunos de sus planos, algo que en 'Red White & Blue' trató de forma más intensa, el realizador opta en esta ocasión por una historia en la línea de títulos sobrenaturales con investigación de por medio, donde lo que importa acaba siendo el viaje, por delante del fin del trayecto, y haciendo un retrato de la Texas más radical, religiosamente hablando.
Nota: 7
Lo mejor: Su montaje.
Lo peor: No explotar del todo la figura de Garrett como mártir vengativo.
The Wailing
Desde Corea del Sur y firmada por Hong-jin Na ('The Chaser', 'The Yellow Sea') llega 'The Wailing', thriller de terror que nos transporta hasta la Corea rural para asistir al embrujo de una comunidad, con exorcismos, fantasmas, posesiones y demonios campando a sus anchas en uno de los títulos más potentes del año.
Como si fuese una de las locuras de los años ochenta de la talla de 'Mystics in Bali','The Wailing' da un paso más allá y hace una conjugación de diferentes géneros, los cuales practica a lo largo de un metraje que algunos tacharán de desmesurado, pero que también puede ser considerado como extenuante y parte indivisible de una de las experiencias fílmicas más catárticas del año.
Nota: 8
Lo mejor: Cuando se convierte en una película de terror.
Lo peor: Un metraje excesivo.
