Sexto día en Sitges - Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya, jornada pasada por agua en la que hemos asistido a la clase magistral que Rob Zombie y Sheri Moon Zombie han llevado a cabo en la sala Tramuntana del Hotel Melià.
Por si fuera poco, y tras disfrutar de la premiere española de su último film, '31', el día estuvo marcado por cierta tendencia al cine más radical, pues desde México ha llegado la que sin duda será la propuesta más arriesgada de la presente edición. Además, la versión en 16mm de 'Begotten' se ha convertido en toda una experiencia fílmica difícil de olvidar.
'Bed of the Dead'
Los responsables de títulos como 'Antisocial', 'Bite', 'The Drownsman' o 'Septic Man', nos presentan ahora 'Bed of the Dead', dirigida por Jeff Maher y escrita por Cody Calahan, que nos lleva hasta un club de intercambio de parejas en el cual una de sus habitaciones hay una cama cuya madera fue extraída de un árbol en el que unos monjes realizaban sus sacrificios.
A partir de tal premisa, se nos presenta una historia sobre dos parejas que, con la intención de pasar una noche inolvidable, deberán hacer frente a sus pecados en lo que se podría considerar un cruce entre 'Hellraiser' y 'Pesadilla en Elm Street', donde el objeto de turno se convierte en catalizador de apariciones sobrenaturales, en una puerta al otro lado y en el lugar del crimen que deberá resolver un policía, Virgil, a la vez que exorciza sus propios demonios internos.
Se agradece la seriedad con la que se presentan sus acciones y el tratamiento de su guion, que pese a corresponder a primer curso de manual de cine de terror, es fiel a sí mismo en todo momento y nos regala baños de sangre, criaturas monstruosas y apariciones al más puro estilo J-Horror, todo ello dentro del abanico de los efectos artesanales que tanto echamos de menos en los tiempos que corren.
Nota: 5
Lo mejor: Salir airosa en una trama que propone una cama maldita como elemento principal.
Lo peor: Acaba siendo un film correcto, sin más.
'Tenemos la carne'
El debut del joven mexicano Emiliano Rocha bien podría ser un híbrido entre el cine de Alejandro Jodorowsky y el de Gaspar Noé, el cual impacta sobre el espectador de forma sorprendente, teniendo en cuenta lo arriesgado que supone una propuesta de la talla de 'Tenemos la carne'.
La historia nos presenta a dos hermanos que llegan hasta un refugio en el que vive un hombre, que vive aislado destilando alcohol que consigue extraer de pan rancio. Con la llegada de dos hermanos que le piden ayuda, transformará su hogar en una caverna que desatará los instintos más primitivos de los recién llegados en una espiral de sexo y pasajes oníricos que no es más que un reflejo grotesco de la sociedad.
La sexualidad (explícita a ratos, artística siempre) se convierte en el elemento catalizador con el que Rocha presenta su ópera prima, uno de ejemplos más intrépidos del cine de género latinoamericano de los últimos años, el cual sirve como adalid de una tendencia cinematográfica que, de la mano las nuevas generaciones de cineastas (son solo 26 los años que tiene su director) no llegan únicamente dispuestas a rendir homenajes al género, sino que existen ejemplos con voz propia. Porque la filosofía también puede ser transgresora.
Nota: 8
Lo mejor: Una dirección sublime.
Lo peor: Es casi imposible descifrar todas sus capas con tan solo un visionado.
'Begotten'
Pese a que pueda sonar como un argumento analítico un tanto tópico, 'Begotten' es una de las películas más bizarras que se han realizado en toda la historia del cine, algo que solo aquellos que la hayan visionado, sabrán de primera mano que la experiencia que supone su visionado no tiene parangón alguno.
El primer largometraje de E. Elias Merhige ('La sombra del vampiro') nos presenta, nada más y menos, que una adaptación libre del Génesis, contada en blanco y negro, sin diálogo y conteniendo alguna de las escenas más enfermizas de lo que pronto denominaron como el primer título de gore experimental.
Partiendo de una escena conocida como "Dios suicidándose", el film contiene innumerables referencias a mitos paganos y bíblicos, que tienen como inspiración una experiencia cercana a la muerte por parte de su realizador a la edad de 19 años, tras un fatal accidente automovilístico. Con un trabajo que llevó acabo durante tres años y medio, su estreno mundial tuvo lugar en el Festival Internacional de Cine de San Francisco. 33.000 dólares de presupuesto y un trabajo de transformación de celuloide que supuso unas diez horas de trabajo por cada minuto de metraje, pues para conseguir la textura de película perteneciente al cine primitivo, el negativo fue transformado mediante papel de lija.
Con secuencias que bien podrían haber sido extraídas de una pesadilla (ríete tú del vídeo maldito de Sadako en 'Ringu'), 'Begotten' forma junto a la primera 'Tetsuo' el tándem perfecto de cine insano de los que te harán estallar el cerebro.
Nota: 8
Lo mejor: Su primera secuencia (una de las más perturbadoras de toda la historia del cine).
Lo peor: No es fácil de digerir.
'31'
Rob Zombie ha vuelto en plena forma, retorciendo su propio universo en un macabro juego ideado cual exploit de los años setenta, no exento de gore y mucha mala hostia, algo a lo que el realizador ya nos ha ido acostumbrando a lo largo de sus 13 años de carrera tras las cámaras.
Dejando a un lado la incursión en lo arty que tanta polémica causó con 'The Lords of Salem', estamos ante lo que podría ser el Zombie más pasado de vueltas, más incluso que en su díptico compuesto por 'La casa de los 1.000 cadáveres' y 'Los Renegados del Diablo'.
Con Sheri Moon Zombie ejerciendo de nuevo las veces de protagonista, y con la presencia de nombres en el casting de la talla de Malcolm McDowell, Judy Geeson, Jeff Daniel Phillips y una sublime Meg Foster, '31' se convierte en uno de los títulos más salvajes de la temporada, sin concesiones al género y creando un imaginario propio y personajes que bien podrían formar parte de lo más selecto y perturbado del panteón de degenerados del cine, o si no que le pregunten a Richard Brake, quien con su Doom-Head construye uno de los villanos más carismáticos de los últimos años.
Nota: 7
Lo mejor: Va directa al grano y vuelve a confirmar a su realizador como uno de los nombres clave del horror contemporáneo.
Lo peor: Que Rob Zombie siga teniendo tantos haters.