Llegamos ya a la penúltima jornada del Festival Internacional de Sitges, aún con la resaca de la visita de Antonio Banderas, que revolucionó absolutamente el certamen dando muestras de que sigue siendo una figura de enorme tirón entre el público. Este viernes tocaba volver a lo terrenal, aunque no pocos cinéfilos tenían marcado este día en el calendario por la llegada de los últimos films de dos figuras tan reconocidas como el estadounidense Kevin Smith y el japonés Takashi Miike.
Smith sorprendía a sus fans hace dos años en Sitges con 'Red State', su premiado giro al terror, un género en el que insiste en su nuevo trabajo 'Tusk'. Justin Long protagoniza un film que cuenta la desdicha de un existoso podcaster que viaja a Canadá en busca de una nueva historia que relatar a sus seguidores. Una serie de acontecimientos, le llevará finalmente a reunirse con un intrigante anciano -Michael Parks, repitiendo villano con el cineasta de Jersey- que aparenta tener muchas historias que contarle al protagonista, cuando lo que en realidad posee son las más macabras intenciones con su visitante.
La película es un dilatado desvarío que no se sostiene en su grotesca combinación de humor negro y torture porn. Sin desvelar la alocada deriva de la trama, diremos que toma como arriesgado referente 'The human centipede' para construír lo que por momentos parece un show de horror extremo, en otros un mero chiste de dudoso gusto (esa tonta comparación de la tortura que sufre el protagonista con las primeras esposas) y finalmente, un sinsentido en el que caben las habituales autorreferencias, chistes fáciles sobre canadienses -con un lamentable Johnny Depp como agente del Quebec- y un estéril intento de introducir algo parecido a lo sentimental por medio de forzadísimos flashbacks y de un desenlace sencillamente grotesco.
Los fantasmas de Miike
Por su parte, el prolífico Takashi Miike ofrece en 'Over your dead body' su versión de un conocido cuento de terror japonés, objeto de múltiples adaptaciones previas. La suya, sitúa a los protagonistas en una compañía de teatro que ensaya una obra cuya historia de traiciones y vengativos espectros se funde con la realidad de los actores en un estiloso juego de espejos de comienzo plácido y violento clímax en el que asoma el sello personal del director. Interesante.
También pudimos ver la danesa 'When animals dream (Cuando despierta la bestia)' de Jonas Alexander Arnby, un cuento nórdico con mujeres-lobo ambientado en una pequeña población costera donde seguimos los pasos de una joven cuya madre es víctima de una extraña enfermedad y cuyo padre intenta apartarla de los habitantes del pueblo. La excelente fotografía es lo más destacable de un film que acusa un ritmo moroso y que le debe demasiado en su premisa y desarrollo a la reciente y muy superior 'Déjame entrar'.