Si seguiste el fenómeno de 'Skam', la serie adolescente que triunfó en Noruega y se exportó al resto de Europa, estás de enhorabuena: la ficción tendrá su propia versión española gracias a Movistar+, que ha adquirido los derechos de adaptación. No hemos sido el único país interesado en explotar el potencial de la idea: Francia, Italia, Alemania y los Países Bajos también tienen este mismo proyecto en marcha.
Pero no todo será igual en estas adaptaciones, y es que en lugar de recrear los mismos personajes las cadenas pretenden utilizar el formato innovador de la serie para contar historias propias de cada país, ambientadas en las particularidades de cada cultura y teniendo en cuenta las diferencias entre unas sociedades y otras, incluso en Europa. De hecho, según el creador del fenómeno, Julie Andem, están obligadas a "investigar mucho sobre los potenciales espectadores de sus propios países antes de hacer la serie, enterarse de qué es único respecto a los sueños y dilemas de los adolescentes, no sólo copiar la original".
El CEO de NRK, la cadena noruega que emite la ficción, Thor Gjermund Eriksen, ha hecho hincapié en lo que la distingue de otras series adolescentes: "Los creadores de 'Skam' intentaban ayudar a los jóvenes de 16 años a reforzar su autoestima desmantelando tabúes, haciendo que se dieran cuenta de los mecanismos interpersonales y enseñándoles los beneficios de enfrentarse a sus miedos. Es una visión que estamos orgullosos de exportar a otros países". Y es que la serie ofrece una visión feminista e inclusiva de colectivos minoritarios como el LGBT+ o minorías raciales.
El fenómeno 'Skam'
La serie se creó en 2015 en Noruega, siguiendo un formato muy particular: iniciada como webserie, subía cada día a las redes un fragmento de contenido para sus seguidores. Esta forma tan original de jugar con las redes sociales en su favor, como método de marketing, supuso una revolución para los espectadores, por lo que la ficción se propagó como la pólvora y terminó haciéndose conocida en toda Europa.
"La serie se propagó por el boca a boca, más o menos, lo que permitió que la descubriera una audiencia joven adolescente a la que no le gusta que le digan qué ver, sino que prefiere descubrirlo por ella misma", explica Justus Riesenkampff, de Beta Films. Respecto a las estrategias de marketing, Riesenkampff se muestra orgulloso: "'Skam' es una programa absolutamente único, muy auténtico, que zigzaguea entre la web y la televisión tradicional. Su habilidad de conectar con los grupos jóvenes fascina a cadenas y plataformas de todo el mundo".
Hemos podido comprobar que tiene razón, y es que el fenómeno fan de la serie se ha extendido en los últimos años de manera escandalosa. Falta comprobar si los distintos países serán capaces de reutilizar el formato sin perder la originalidad que permite que los espectadores más jóvenes y exigentes conecten con sus historias.
Claves del fenómeno 'Skam'
Adolescentes de verdad
Al contrario que en la mayoría de las ficciones teen que nos llegan de Estados Unidos, los protagonistas de 'Skam' son adolescentes de verdad (acné incluido). Cuando la serie comenzó en 2015, la mayoría de miembros del reparto tenían entre 16 y 18 años, por lo que siempre ha sido más fácil percibir sus experiencias como reales. De esta manera, al espectador adolescente le es más fácil sentirse identificado. Es más, estos pueden sentirse escuchados y comprendidos, algo que no suele ocurrir en las series teen, porque se está más preocupado en confeccionar una fantasía idealizada para vender productos.
Televisión de autor
La creadora de 'Skam', Julie Andem, también escribe y dirige la serie en su totalidad, por lo que tiene el control absoluto sobre ella. Antes de acometer el proyecto, Andem se documentó extensivamente, visitando durante mucho tiempo institutos noruegos y entrevistando a adolescentes, hasta encontrar exactamente lo que quería contar con la serie y cómo quería contarlo. Su intención era crear una serie orientada al público adolescente que no subestimase al mismo ni lo tratase con superioridad, que reflejase su realidad y tratase sus problemas usando su propio lenguaje.
Realismo y representación positiva
El hecho de que los actores compartan edad con sus personajes es muy importante para que Julie Andem llevase a cabo su propósito: presentar un fresco de la juventud noruega lo más realista posible. Para ello, Andem recurre al costumbrismo y hace gala de tal naturalismo en su escritura y su forma de filmar a los chavales que muchas veces nos preguntamos qué estaba en el guion y qué es improvisado.
Uso de la tecnología
'Skam' sabe de la importancia de los móviles y las redes sociales en la comunicación diaria de los adolescentes, y los incorpora en todos sus capítulos de forma funcional. Es habitual que haya escenas enteras sin diálogo hablado, con conversaciones íntegramente desarrolladas en texto sobre la pantalla mientras el personaje mira el móvil o el ordenador, acostado en su cama o aislado de sus compañeros. En lugar de sacar al espectador de la serie, esto hace que se involucre a otro nivel con los personajes y conecte con su experiencia individual en primera persona. Aunque también muestra su lado oscuro, el uso de las nuevas tecnologías en 'Skam' nunca viene con adoctrinamientos o moralejas. La serie no suele hablarnos de los peligros de las redes sociales o la deshumanización que provocan los móviles, sino de cómo los jóvenes los han incorporado a su vida diaria y su forma de relacionarse entre ellos y con el mundo.
Formato revolucionario
'Skam' está al día de las nuevas tendencias en la creación y el consumo audiovisual y sabe que cada vez más espectadores (en especial los más jóvenes) ven la televisión en Internet. Por eso la serie se emite por clips y "en directo". Así va la cosa: desde el lunes, y a lo largo de la semana, 'Skam' va publicando en su web oficial escenas de la serie a tiempo real, es decir, colgándolas a la hora exacta en la que dicha escena tiene lugar en la serie (de ahí la importancia de los rótulos que indican siempre qué día y hora es) y avisando con un sistema de alertas. Los viernes, la cadena NRK emite por televisión el episodio de la semana reconstruido a partir de estos clips. La duración final oscila entre los 15 y 50 minutos. Por otro lado, para complementar lo sucedido en los capítulos, la web también sube capturas de conversaciones "reales" de los personajes en mensajes de texto o pantallazos de sus redes sociales.
Además, cabe destacar que cada temporada está centrada en un personaje, a través de cuyo punto de vista se narra la historia, concepto similar al de 'Skins' que Julie Andem lleva un paso más allá.
Temas importantes
'Skam' está al día de las inquietudes de los adolescentes y así lo refleja, explorando temas de actualidad como la islamofobia, la presión social, la identidad LGBT, la masculinidad tóxica o la educación sexual. Y lo hace con naturalidad, sin sermones, planteando un diálogo ente los jóvenes al que se nos invita a participar.
Diversidad y visibilidad LGBT
El elenco de 'Skam' presenta un retrato muy amplio y diverso de la juventud noruega, con énfasis femenino y un protagonista gay. En las cuatro temporadas de la serie han tomado el frente como personajes principales tres chicas, una de ellas musulmana, y un chico homosexual. Este en concreto, Isak (Tarjei Sandvik Moe), protagoniza la que es la temporada que más repercusión mundial ha tenido, la tercera, en la que se explora con una sensibilidad extraordinaria y gran emotividad la sexualidad del personaje y su relación con otro estudiante del instituto, Even (Henrik Holm).
Los diez capítulos que componen la temporada constituyen uno de los romances LGBT que más han calado en la audiencia. Tanto es el amor por "Evak" que ganó la encuesta de E! Online a mejor pareja del año, por encima de cualquier serie emitida en Estados Unidos. 'Skam' es una serie recomendable, casi obligatoria, para cualquier adolescente que esté atravesando lo mismo que Isak, para quien haya tenido que salir mil veces del armario (también para enseñar a los demás cuál es la mejor reacción ante la salida del armario de otra persona), para quien se sienta diferente por su condición sexual. En definitiva, la historia de Isak es el mejor remedio a la soledad de la juventud LGBT.
Reparto
Es fácil decir que los actores y actrices de 'Skam' no están actuando, pero sería menospreciar terriblemente su talento. La labor interpretativa del reparto de 'Skam' se ha llevado todos los elogios del mundo, y con razón. Hay que señalar que, hasta la tercera temporada, la serie apenas incluye personajes adultos, y cuando lo hace es fuera de plano, en mensajes de texto o de espaldas, para sumergirnos de lleno y sin distracciones en la experiencia adolescente. Y no sería tan efectivo de no ser por el excelente trabajo de sus actores, prodigiosamente naturales. En concreto Josefine Frida Pettersen, que interpreta a la irresistible Noora (una de las favoritas de la audiencia), y Tarjei Sandvik Moe, que ha conquistado a los espectadores con su conmovedora interpretación del adolescente gay Isak, con la que ha obtenido una nominación a los premios Gullruten y el reconocimiento mundial. Aquí hay talento, y posiblemente alguna futura estrella internacional.
Factura y banda sonora
Estéticamente, 'Skam' también es una gozada. La frecuente iluminación natural y su cámara furtiva hacen que parezca que estamos observando la vida de unos adolescentes reales sin que estos se den cuenta. Pero la serie no se queda en el estilo documental, sino que incorpora elementos más estilizados y de vanguardia, especialmente en las muchas escenas de fiesta en clubes o apartamentos. Y 'Skam' no solo entra bien por los ojos, sino que además cuenta con un repertorio musical de escándalo, con temas que reflejan los gustos actuales y dan énfasis al hip hop actual y de los 90 y a la electrónica (Kanye West, Lana Del Rey, Die Antwoord, Robyn, LCD Soundsystem, NAS...).
Feminista y liberal
'Skam' es una serie moderna muy conectada a su tiempo y muy consciente de lo que ocurre en el mundo. Julie Andem sabe de la importancia de promover la igualdad y la tolerancia por otras razas, condiciones sexuales y religiones, especialmente en los tiempos que corren, y por ello ha creado un producto deliberadamente feminista y liberal. La serie aprovecha que sus protagonistas están en edad de aprendizaje y formación como personas adultas para educar al espectador (sin adoctrinamiento o moralina, insistimos). Mientras los personajes aprenden a entender el mundo, sus contradicciones, su diversidad, sus injusticias, sus normas sociales, el espectador que los observa reflexiona sobre lo mismo y se enriquece con ellos.
Sin tapujos
Uno de los aspectos más comentados de la serie es cómo retrata sin remilgos la experiencia adolescente, visibilizando y dando importancia capital al sexo y el alcohol. Teniendo en cuenta que el propósito de Andem es mostrar la adolescencia actual tal y como es, sería impensable dejar fuera estos elementos. Pero a pesar de no cortarse a la hora de enseñar a sus personajes conversando sobre sexo de manera muy explícita, manteniendo relaciones, bebiendo vino, fumando o consumiendo drogas, 'Skam' huye de sensacionalismos y lo hace de la forma más natural y menos prejuiciosa posible. La intención nunca es provocar o escandalizar a los adultos, sino reflejar la experiencia adolescente tal y como es para muchos.
Crea ejemplo
'Skam' evita los mensajes más obvios a los que recurren otras series ("No bebas", "No te drogues", "Cuidado con la dependencia de las redes sociales") para incluir en sus tramas valiosas lecciones de amistad, tolerancia y compañerismo, que a la larga son las que más bien pueden hacer entre el público joven (ya sabéis, el futuro) y en la sociedad. Dando protagonismo absoluto a una chica musulmana (Sana) o un chico gay (Isak), 'Skam' está luchando contra el odio y promoviendo la visibilización y la normalización, profundizando en sus experiencias sin huir de las complejidades que caracterizan a cada colectivo.
'Skam' no es una serie que los padres deban prohibir, al contrario, al plantear un mundo en el que muchos nos gustaría vivir, es una serie que todos los jóvenes deberían ver, para que lo hagan posible.