Sofia Boutella llegó a este mundo para prender fuego a los suelos de las pistas de baile, pero ahora ha decidido que también quiere incendiar el séptimo arte. La joven de origen argelino ha entrado con fuerza al saturado terreno de las grandes producciones de Hollywood a base de esfuerzo y de unas habilidades físicas insólitas, que la han llevado a desmarcarse de la competencia.
Su primera pasión fue la danza moderna, que también la empujó a sus primeras incursiones cinematográficas. Tras contar con el cine como un trabajo secundario, hace unos pocos años, Boutella se sumergió de lleno en el medio. Desde entonces ha formado parte de exitosas franquicias y de otros títulos de menor calibre, manteniendo una envidiable actividad laboral que no deja de impulsarla hacia la cúspide de la pirámide.
Este año la veremos en dos esperadas producciones: 'Atómica' y 'La momia'. En la primera compartirá cartel y cama y con Charlize Theron y con la segunda tendrá la oportunidad de aterrorizar a todo el mundo, incluido Tom Cruise. Un ascenso meteórico posibilitado por el incesante trabajo de Boutella, que ha vivido varios momentos álgidos en su prometedora carrera:
No pierdas de vista a Sofia Boutella
Bailarina antes que actriz
Una vez que llegó a Francia, Boutella irrumpió en el ámbito de la gimnasia rítmica. Sus habilidades como bailarina le permitieron participar en variedad de videoclips desde el año 2001, incluyendo posteriores colaboraciones con Rihanna y Madonna, a las que acompañaría en sus respectivos tours alrededor del mundo. En 2007 inició su colaboración con Nike, que le dio una gran visibilidad al protagonizar diversos anuncios destinados a promocionar la línea femenina de la marca deportiva. En esos spots exhibía sus habilidades coreográficas, que la llevarían a participar en uno de los episodios del programa español 'Supermodelo' en 2007, emitido en el neonato canal Cuatro. Uno de los hitos de su carrera como bailarina fue su participación en el show de Madonna en la Super Bowl de 2012. Un cúmulo de grandes logros que serían la perfecta escuela para preparar su incursión en el cine de acción.
Previsible trasvase
Su debut en el cine no se hizo esperar, pero sí que tardaría tiempo en regresar a la gran pantalla tras esa primera vez. 'Le défi' se estrenó en 2002 y sería un anticipo del verdadero asalto al séptimo arte de Boutella. En aquella producción francesa interpretaba a una joven integrante de un grupo de bailarines de break-dance, un papel que parecía diseñado especialmente para ella. Una década después, la aspirante a actriz cruzó el canal de la Mancha para protagonizar 'StreetDance 2', en la que gozó de bastante tiempo en pantalla y de un rol ajustado a sus características. Con aquella película anunciaba su intención de llegar para quedarse en el cine, y no tardó en demostrarlo.
Pateando culos
En su progresivo ascenso, el siguiente trabajo de Boutella fue 'Monsters: El continente oscuro', la secuela de la película que le dio a Gareth Edwards el ticket para irrumpir en el universo de 'Star Wars'. La recepción de la continuación fue más pobre que la de la original y Boutella tan solo contó con un rol menor en ella, pero sería un anticipo para el papel que impulsaría su carrera. En ese mismo 2014, la actriz estrenó 'Kingsman: Servicio Secreto', en la que pasó de ser una cara desconocida a ganarse su sitio a base de las acrobacias asesinas de Gazelle, secuaz del genial y perturbado villano interpretado por Samuel L. Jackson. De esa manera entró en las altas esferas, y no ha dejado de colaborar con los grandes estudios desde entonces.
Alien indie
En 2016 apareció en dos producciones independientes británicas: 'Tiger Raid' y 'Jet Trash', con las que siguió puliendo sus habilidades interpretativas. Pero ese año estuvo marcado por otro título que nada tenía de indie. 'Star Trek: Más allá' era el regreso de la franquicia tras la marcha de J.J. Abrams a la saga enemiga. Justin Lin le sustituyó en la silla de director tras una pre-producción ajetreada y Simon Pegg se encargó de co-escribir el nuevo guion. El actor y guionista incluyó un personaje que acompañaría al suyo durante buena parte de la cinta, y fue una de sus decisiones más lúcidas. Jaylah también se encontraba varada en ese planeta inexplorado y fue una pieza clave para la misión de rescate de los integrantes de la Enterprise. De nuevo, su personaje contaba con una gran carga de acción, ya que aparecía peleando incluso en la primera escena, pero se le aportó una carga emocional más profunda de lo normal, permitiendo a Boutella exhibir todos sus atributos.
Amante de Charlize
Este año se antoja agitado para Boutella. Recientemente estrenó 'Atómica' en el Festival South by Southwest, celebrado en la ciudad texana de Austin. Allí la película recibió una calurosa recepción, destacando sobre todo la acertada decisión de Charlize Theron de profundizar en su faceta de heroína de acción tras su gran trabajo en 'Mad Max: Furia en la carretera'. Ella interpreta a una espía británica, y Boutella a su homóloga francófona. Ambas comparten una de las escenas que más llamaron la atención en sus primeras proyecciones. Una apasionada secuencia romántica entre las dos espías, de la que Theron se ha mostrado muy orgullosa. Además, conociendo el rompedor trabajo del director David Leitch en las piezas de acción, solo cabe guardar grandes expectativas en su colaboración con Boutella.
Momificada
¿Alguien ha pedido otro universo cinematográfico? Pues para esa gente Universal dará el pistoletazo de salida a su franquicia interconectada protagonizada por monstruos clásicos. El arranque se producirá con el reboot de 'La momia', en la que Boutella interpretará a la villana titular. Así se produce un salto de enormes proporciones en su carrera, ya que será una de las caras más visibles de este nuevo universo, al ser la primera villana del mismo. Boutella ha sido protagonista de los materiales promocionales de la película, algo de mucho mérito teniendo en cuenta que comparte elenco con Tom Cruise. En el tráiler ya la hemos visto sembrando el caos en las calles de Londres y aterrorizando a todo aquel que se le cruza en el camino; demostración de su gran manejo en grandes producciones y de su asentamiento en Hollywood.