Sofia Coppola está haciendo la promoción de su nueva película, 'Priscilla', el biopic sobre la esposa de Elvis Presley que se estrenará el próximo 3 de noviembre en cines norteamericanos.
Durante una de sus entrevistas con la revista Rolling Stone habló sobre algunos de los proyectos en los que estuvo involucrada pero que finalmente abandonó.
Uno de ellos fue la segunda parte de 'Amanecer', la última película de la saga 'Crepúsculo'. "Tuvimos una reunión y nunca llegó a ningún lado" reveló Coppola. Según ella, el asunto de la imprimación del hombre lobo con el bebé era "muy raro".
Para dar un poco de contexto, la imprimación o impronta es lo que describe la autora Stephenie Meyer en sus libros como el mecanismo por el que un hombre lobo encuentra a su alma gemela. El bebé al que se refiere la cineasta es la hija de Bella Swan (Kristen Stewart) y Edward Cullen (Robert Pattinson), llamada Renesmee (Mackenzie Foy), una niña mitad vampiro, mitad humana.
Aunque esta parte de la historia no la convencía, sí cree alguna otra parte de la historia hubiese sido interesante de dirigir: "Parte de la anterior 'Crepúsculo' podría hacerse de una forma interesante. Pensé que sería divertido hacer un romance entre un vampiro adolescente, pero el último va demasiado lejos".
Hablando sobre el rumbo que le hubiera dado a la película dijo que sería divertido hacer ciencia ficción sin enfocarse en la sangre si no en algo más de terror gótico, que es lo que más le gusta.
¿Y 'La sirenita'?
La directora de 'María Antonieta' habló con el mismo medio de otro de sus proyectos inconclusos: 'La sirenita'. Estuvo trabajando alrededor de 2014 con el equipo de Universal Pictures y Working Title. Coppola tenía en mente centrar la película en la historia original de Hans Christian Andersen y dejar de lado la famosa animación de Disney. Pero el tema sobre el presupuesto que se iba a invertir en la película fue uno de los desencuentros con los directores.
En una entrevista con IndieWire en 2017, reveló que para la cinta buscaba un mundo más oscuro y que quería rodarlo completamente bajo el agua. De hecho hicieron algunas pruebas según ella "muy interesantes". Una idea que costaría más de lo que los estudios planeaban.
Pero esto no fue solo lo que creó diferencias con la cineasta. Durante una de las reuniones, un ejecutivo le preguntó "¿Qué atraerá al hombre de 35 años a la audiencia?", una pregunta que descolocó totalmente a Coppola y que no supo responder: "Simplemente no estaba en mi salsa. Siento que fui ingenua y luego me sentí como el personaje de la historia, tratando de hacer algo fuera de mi mundo, y para mí fue un paralelismo divertido con la historia".
