Tras años queriéndose distinguir de la televisión convencional, el streaming cayó en la publicidad y las principales plataformas de vídeo bajo demanda empezaron a lanzar suscripciones con anuncios a precios más reducidos. En España por ejemplo, desde noviembre Netflix cuenta con una tarifa de 5,49€, que además permite solo una resolución de reproducción baja, no permite descargar contenido y encima limita considerablemente el catálogo. Disney+ y HBO Max solo tienen esta tarifa en Estados Unidos. Allí, Netflix tiene un paquete como el nuestro a 6,99$ y según un estudio es el menos popular de todos los que oferta.
De acuerdo a los datos que recoge Variety, en noviembre solo un 9% de las suscripciones de Netflix pertenecían al plan con anuncios y solo un 0,1% de los usuarios que ya pagaban la plataforma a su precio completo se cambiaron a la tarifa más barata. En comparación, en junio de 2021, cuando HBO Max lanzó su oferta con publicidad, eran el 15% de las cuentas las que eligieron esa opción y fue el 0,2% de suscripciones en marcha las que se mudaron. Actualmente son el 21% de las cuentas de HBO Max las que están en el plan con publicidad y es que el servicio de streaming de Warner Media al menos pone a disposición de todo el mundo su catálogo completo y no tiene más limitaciones que la de ver interrumpida tu serie favorita para que te vendan una colonia.
Aunque Netflix no ha proporcionado sus propias estadísticas, sí que ha dicho que los datos que ha publicado Antenna no son precisos e informará de los resultados del cuarto trimestre de 2022 el próximo 19 de enero, pero no se prevé que el lanzamiento de esta tarifa suponga contribución material a las ganancias de este periodo. El problema de que tan poca gente se decante por ver publicidad es que la compañía no habría llegado al nivel de audiencia al que se habría comprometido con los anunciantes y habría tenido incluso que reembolsar algunos pagos. De todos modos, Variety asegura que en Wall Street no están preocupados y cuentan con que a largo plazo se asentará esta opción que será clave en el crecimiento de Netflix.
Y otra forma de ganar dinero
Otro problema que tiene la compañía de la N roja en sus ingresos son las cuentas compartidas. La plataforma ha estado meses probando cómo controlar que solo haya una contraseña por hogar y no le pasemos la clave a nuestra madre o paguemos la suscripción a medias con nuestras amigas. Netflix ya anunció que pretendía cobrar por las cuentas compartidas desde 2023, lo que afectaría a más de 100 millones de hogares en todo el mundo. Según los expertos consultados por el Wall Street Journal, una posible solución pasa por el rastreo de las direcciones IP, la ubicación del inicio de sesión y la actividad de la cuenta. Según un estudio, compartir contraseñas hace perder a Netflix más de 135 millones de dólares al mes, unos 1620 millones anuales. Todavía no hay datos oficiales sobre cómo se monetizará y si habrá opciones reducidas también para, por ejemplo, familiares que no vivan en la misma casa.