La promoción de 'Sombras tenebrosas' ha pasado bastante desapercibida hasta que apareció un prometedor tráiler que nos invitaba a pensar que Tim Burton había vuelto a la comedia con su nueva película. De pronto, mi interés por verla aumentó considerablemente. Una vez más fui víctima de un tráiler demasiado bien montado pero que no refleja ni mucho menos el resultado final.
Tim Burton adapta la serie de los 60 'Dark Shadows', protagonizada por el hijo de una familia que viajó de Inglaterra a Estados Unidos en el siglo XVIII y fundó un pequeño pueblo donde eran los más queridos. Pero se cruzó con la mujer equivocada, una chica que, aunque le atraía, no le interesaba para nada más. Ella sí se enamoró, y viendo que no era correspondida sacó a relucir su arma más poderosa: la brujería. Barnabas Collins acabó convertido en vampiro, enterrado bajo tierra y con una maldición para su familia. Mucho tiempo después regresa a Collinsport, en los años 70. Todo es nuevo y sus descendientes no pasan por su mejor momento. Además, la bruja que le arruinó la vida se ha hecho con el control del pueblo.
La idea en la que se basa la película es suficientemente buena, si no fuera porque 'Sombras tenebrosas' da la sensación de que ya la hemos visto, al menos con la mirada de Tim Burton. Ninguna muestra de originalidad en su puesta en escena ni en su ritmo, algo que hace perder rápidamente la atención. El gran aliciente de la película era poder experimentar de nuevo la comedia que vimos por ejemplo en 'Charlie y la fábrica de chocolate'.
Por desgracia, lo visto en el tráiler es casi todo el toque de humor que tiene la cinta. Los guiños al desconocimiento de las bolas de espejos, la televisión o los coches consiguen levantar alguna risa, pero no son suficientes para solventar lo tedioso del resto del metraje. La parte "exploradora" de Barnabas Collins termina muy pronto, y Burton se mueve en la pista de baile como si él también fuera un extraño en esa época. Sin embargo, en lo gótico, sobre todo en la mansión o el vestuario de los personajes, vuelve a acertar de lleno, aunque sea siempre en su línea. La oscuridad es su terreno.
Mujeres desaprovechadas
El director siempre consigue un gran reparto con el que trabajar, pero no suele conseguir aprovecharlos. En esta ocasión las más perjudicadas son Chloe Moretz y Michelle Pfeiffer. La primera ha demostrado que su edad no le impide dar un gran talento, pero aquí pasa desapercibida. Y la segunda colaboración de Pfeiffer con Burton no llega a darle la suficiente presencia en pantalla. Su querida Helena Bonham Carter vuelve a quedar relegada a un segundo plano, con una psiquiatra que podría haber dado mucho juego, y con la capacidad que tiene la actriz para llamar nuestra atención, como ya hemos visto en otras ocasiones ('Alicia en el País de las Maravillas', por ejemplo). Eva Green es otro cantar.
La bruja Angelique es, sin duda, lo mejor de 'Sombras tenebrosas'. Una villana sexy y despiadada, con la actriz saliéndose en su papel y dándole más vidilla a Barnabas Collins. Porque uno de los grandes problemas de 'Sombras tenebrosas' es la tremenda obsesión que tiene el director con Johnny Depp. En esta ocasión la unión no da sus frutos, y el protagonista no consigue levantar el interés, siendo realmente plano y para nada carismático. Recuerda demasiado a refritos de otros personajes creados para Depp por parte del cineasta, y da síntomas de estar "quemando" su relación. Por suerte, sus escenas con Eva Green mejoran algo la media de una excesiva presencia en toda la película de Barnabas. La presencia del actor parece cegar a Tim Burton, que últimamente se dedica más a colocar focos alrededor de Depp que a construir una buena historia. Una obsesión similar a la que Angelique tiene por Barnabas.
Precipitado fin de fiesta
Pero el ritmo no se salva ni con Eva Green. Las escenas de acción tienen un toque demasiado cutre, al relato le cuesta arrancar y llegar a un punto álgido, que no tiene. Y el final muestra tantas cosas a trompicones sin relación alguna con lo anterior que desconcierta y no mejora todo el tiempo perdido anteriormente. Unos efectos especiales aceptables pero muy mejorables no llegan a camuflar por ejemplo los últimos momentos del personaje de Chloe Moretz, que se presenta de golpe y porrazo sin explicación coherente.
Resulta muy frustrante ver cómo lo que parecía prometer 'Sombras tenebrosas' no aparece por ninguna parte. En su lugar no vemos ni mucho menos la originalidad que iba unida al nombre de Tim Burton, sino un relato camuflado por bolas de espejos y mansiones góticas pero aburrido y soso, con un Johnny Depp apagado y un reparto desaprovechado por situaciones que se van por las ramas.