¡Cuidado, SPOILERS!
'Soul' llegó por fin a Disney+ el pasado 25 de diciembre y ya somos muchos los que hemos podido disfrutar con la nueva y muy peculiar película de Pixar. Una historia de temática universal situada entre mundos tangibles e intangibles. La protagoniza Joe Gardner, un profesor de música de secundaria cuyo propósito en la vida es triunfar como pianista de jazz. Sus sueños se ven de pronto frustrados cuando una accidental caída por una alcantarilla le lleva al "Más Atrás", donde conoce a 22, un alma que no ha encontrado nunca su "chispa" para vivir. Joe se convertirá en su mentor para hacérsela encontrar y poder así él regresar al mundo de los vivos.
Los maestros de Pixar confiaron en esta premisa, regalándonos un final con un simple, bonito y complejo mensaje: para atreverse a vivir hay que encontrar la pasión para ello; la chispa es eso que te lleva a disfrutar de cosas tan simples como andar o mirar al cielo. A través de la mirada de Joe, 22 encuentra por fin su "chispa" y va a la Tierra. Joe, por su parte, consigue regresar a su cuerpo para vivir la vida sin un propósito determinado.
Acerca de este final hablaron en una entrevista para ET Online los encargados de construirlo, los directores del film, Pete Docter y Kemp Powers, acompañados de la productora, Dana Murray. Un final al que según cuentan, fue muy difícil llegar; el guion tuvo que pasar por varias versiones alternativas antes de obtener el final definitivo, que no llegó hasta la última de las proyecciones previas, como cuenta Murray. Uno de los aspectos que más debatieron fue acerca de si era conveniente llevar finalmente a Joe al "Más Allá".
En muchos de los borradores originales Joe no regresaba a su cuerpo. Para algunos fue incluso un engaño que volviese, tal y como cuentan. Pero lo importante aquí es ser consecuentes con lo que se muestra, según Docter. El creador de la película dijo que hubiese sido hasta poético ver a Joe dándole desinteresadamente a 22 la oportunidad de vivir, ya que él ya ha vivido su vida. Pero al final de lo que se da cuenta es de que antes no la había estado viviendo de la manera correcta, y robársela después de descubrirlo no hubiera sido lo mejor para la historia.
Pensar en ese final alternativo llevó a una pregunta importante: cómo mostrar ese "Más Allá" al que va Joe Gardner. En una de las versiones, un Joe en paz consigo mismo entraba en ese mundo. En otra, había una escena de Joe dentro de él antes de regresar a su cuerpo. Mostrar escenas en ese abstracto mundo era algo demasiado esotérico incluso para lo que ya se mostraba en el film; era "jugar con fuego", como describía Docter. El director cuenta que no eran escenas donde se representaba de forma explícita ese intangible lugar: mantenían lo abstracto del sitio. Pero vieron que era igualmente peligroso, y lo más importante, no era lo más correcto ni adecuado para lo que la película quería mostrar, como ya habían dejado claro.
Entre esos finales no consecuentes también había otro donde Joe permanecía en el "Más Atrás", lugar donde se acabaría convirtiendo en el mejor mentor de todos, introduciendo nuevas y revolucionaras ideas en el "Seminario del tú": "Fue muy lindo y muy divertido, y enfadó a algunas personas, pero ya sabes, aprendes a través de internarlo. No funcionó, pero fue una exploración divertida", contaba Kemp Powers.
¿Y qué pasa con 22?
Una pregunta que se han hecho algunos espectadores es por qué no se muestra a 22 viviendo la vida con su nuevo cuerpo en la Tierra. La idea se planteó mucho entre los creadores y estuvo en varios borradores. Para Murray, en última instancia fue algo que no se sintió tan emocionante para el final: era mejor no mostrarlo.
Docter cuenta que una de las muchas escenas que no resultaron consistía en un salto al futuro donde Joe conocía a una pequeña 22. Un nuevo alumno que decía no gustarle el piano llamaba a su puerta obligado por su madre. Y ahí es cuando Joe se paraba un segundo diciéndose: "Espera un segundo. Sé quién es". Una idea que según cuenta el director, "simplemente no fue satisfactoria". Por otro lado, dice Murray, resultaba extraño que de todos los lugares del mundo apareciese también en Nueva York: otra de las versiones mostraba simplemente a un bebé en la India que haría intuir que era 22.
Pero lo que llevó principalmente a no hacerla, sentenciaba Docter, fue el hecho de que sugerir es mejor siempre que mostrar. Es mucho más poderoso para la película que cada uno se imagine dónde podría acabar 22 antes que dejárselo todo en bandeja: (...) "es mucho más poderoso darle la decisión a la audiencia. Sé que a veces la gente se siente frustrada por eso, pero si puedes plantar algo que permita que una imagen crezca en la propia cabeza, podrán ser un participante activo en eso. Y lo que sea que se les ocurra será más real en cierto modo y más emocional que cualquier cosa que les demos", decía sabiamente.
Y así, tras un largo debate de ideas, y gracias a la prueba y el error, fue cómo se llegó al final que vimos en 'Soul'. Aquí tienes nuestra crítica de la película.
