Todos nos hemos dado cuenta, a lo largo de la campaña de promoción de 'Spider-Man: Lejos de casa', de la absoluta química existente entre sus dos actores protagonistas. Tom Holland y Jake Gyllenhaal no han parado de enamorar al mundo y a los marvelitas con su particular bromance, del que han hecho gala a lo largo de programas de televisión y entrevistas en todo el mundo. Pero si alguien pensaba que esta relación entre ambos era algo artificial, tranquilidad: la buena amistad entre los dos intérpretes ya venía desde el rodaje.
Durante una entrevista para Buzzfeed, el actor fue preguntado por cuál fue el momento más divertido del rodaje con Tom Holland, y Jake Gyllenhaal lo tenía muy claro. El intérprete ha revelado que, para él, era imposible rodar con el joven británico, debido a que a ambos les costaba mantenerse serios cuando la cámara comenzaba a grabar. De hecho, los actores tuvieron que rodar 40 tomas de una sola escena porque no podían parar de reír. Esa escena en concreto era el primer encuentro entre Quentin Beck y Peter Parker, al inicio de la película.
"Recuerdo que Tom y yo no podíamos resistirnos. No podíamos parar de reír en nuestro primer apretón de manos en la primera escena, cuando nuestros personajes se conocen", recuerda Gyllenhaal durante la entrevista. "Todas las veces que yo voy y le digo 'Hey, ¿cómo estás? Soy Quentin', él simplemente se comenzaba a reír, no podía parar. Realizamos 40 tomas, no podíamos hacerlo. En la película, Jon Watts tuvo que utilizar un milisegundo de ese plano porque no había nada que se pudiese usar". Por lo tanto, se nota que la buena relación entre los dos actores era algo que se palpaba ya durante la filmación de la película.