Después de la lluvia de premios que convirtiesen a 'La maravillosa Sra. Maisel' en todo un exitazo para Amazon, ahora nos llega una "avalancha de emociones" de la mano de la segunda temporada, una nueva apuesta muy intensa a la par que centrada en las consecuencias de ese nuevo camino que ha decidido emprender Midge. Y es que todo el entorno de este diamante en bruto del mundo de la comedia se verá afectado por esa nueva etapa que desencadenase Joel (Michael Zegen) el marido infiel de la humorista cuya vida va camino de terminar muy patas arriba.
Muchos sentimientos rodean a esta nueva tanda de 10 episodios disponibles en Amazon Prime desde este miércoles 5 de diciembre, todos los que han vuelto loca y aún más brillante a la Sra. Maisel y aquellos que han sacudido la vida de su familia. "Rose no sabe qué está pasando en la vida de su hija, se ha sentido traicionada y por eso huye a Paris", comenta Marin Hinkle indicando los primeros pasos de su personaje, que junto al interpretado por Tony Shalhoub va a ser el que más sufra el impacto del cambio en su hija. "Abe ha perdido el control que creía tener sobre su vida. Todo parece que se va al traste, la relación con sus hijos pero especialmente con su mujer", apunta por su parte Shalhoub subrayando esa sensación de "se avecina el desastre".
Muchos cambios y una evolución importante en el personaje de Rachel Brosnahan caracterizan una temporada que no ha estado exenta de momentos complicados desde el punto de vista del rodaje, especialmente para Hinkle que tuvo que desempolvar su francés del instituto y sacarle bien de brillo para protagonizar unos episodios parisinos absolutamente deliciosos. "Mi francés estaba muy oxidado y encima no tuve el guion hasta unos días antes de irnos a Paris. Estar allí y pedir a todo el mundo en los restaurantes que nos hablase ayudó bastante.
Mi excusa es que Rose no había pisado Paris en 20 años así que ella también estaba oxidada. Tienes que creer que donde estás es el punto justo para tu personaje, una vez que tienes esto claro y dejas de juzgarte, te liberas", asegura esta interprete que no ha estado sola en lo que a los retos interpretativos se refiere.
Zegen también tuvo una experiencia intensa relacionada con los diálogos el día en que tuvo que recitar 8 páginas de guion de golpe. "Encima estaba enfermo, tenía la gripe o algo y después de llegar el día anterior por la noche del rodaje, tuve que aprenderme 8 hojas. En este caso además la escena no tenía cortes así que tenía que soltar las 8 hojas de diálogo del tirón, pero lo bueno de esta serie es que no hay ensayos, los ensayos son las 50 primeras veces que ruedas la escena, de tal forma que el diálogo termina por asentarse. Al final salió bien pero fue un día muy duro", comenta el actor llamando la atención sobre unas líneas de las que no puede faltar ni una palabra. "Si cambias una línea te encuentras un «no». No es que se desmorone para nosotros, pero te llevas un claro «no». Es muy específico". No hay margen para la improvisación en una serie que basa gran parte de su encanto en esos diálogos recitados a una velocidad de vértigo. "Es como las matemáticas. Hablamos de unos guionistas muy brillantes que crean la estructura de ese texto y saben que es como tiene que ser", apunta Hinkle haciendo además referencia a ese ritmo frenético señalando que por muy deprisa que vaya al aprenderse las líneas de memoria, nunca será lo suficientemente rápido.
¡Cuidado SPOILERS!
Un bombazo muy difícil de gestionar
Hasta ahora la aventura de Midge no había tenido nada que ver con su vida familiar, ambos aspectos permanecían aislados evitando así el drama en casa, algo que cambia en el momento en que Abe se encuentra sin quererlo entre el público de uno de los espectáculos de su hija. "Para Abe fue un shock tremendo. Aquí está la persona que ha criado y a la que ha conocido desde hace más de 20 años, de la cual no es capaz de reconocer nada y encima está hablando de cuestiones personales", dice Shalhoub de una escena que fue muy difícil para él. "Primero esta el shock, luego surge la ira y el dolor, es una avalancha de emociones. Amy [Sherman-Palladino] venía a aconsejarme entre tomas y me decía «puedes contenerte más». Yo intentaba absorber todo lo que sentía, pero era muy difícil no mostrarlo y quedarme paralizado. Era como si se quedase inmóvil y contuviese el aliento. Para mi, por cómo yo trabajo, digamos que no soy demasiado bueno con eso de la sutileza".
Zegen y Hinkle contradicen a su compañero alabando su actuación, casi tanto como él lo hace con la de su compañera en escena, una Brosnahan que ya se ha llevado un Globo de Oro como reconocimiento a este trabajo. "Fue genial porque Rachel hizo un trabajo maravilloso con ese monólogo. Creo que los estudiantes de interpretación analizarán esa escena porque es verdaderamente así de buena". Un nivel espectacular para esa gran revelación que marca un antes y un después en la vida de los Weissman, una familia que, ¿logrará aceptar la nueva carrera profesional de su hija?