Esto, se mire por donde se mire, es un cuadro. Estamos hablando del desenlace de una saga que ha tenido la suerte de contar con una legión de fieles seguidores durante más de cuatro décadas, se dice pronto. 42 años habían pasado del estreno de 'Una nueva esperanza' cuando llegó por fin el desenlace de la Saga Skywalker. Y ahora nos enteramos de que, efectivamente, toda la trilogía de secuelas se improvisó. Lo ha confirmado Daisy Ridley, actriz que interpretase a uno de los puntales de ese tramo final de la aventura galáctica, Rey, el último personaje que vemos antes de esa característica cortinilla a negro en 'Star Wars: El Ascenso de Skywalker'.
Y cuando decimos improvisar, nos referimos a no decidir los orígenes de uno de los personajes principales hasta que no quedaba otra porque había que ponerse a rodar. Muchos lo afirmaban viendo cómo encajaban las piezas de la historia, de esa manera tan forzada, y los rumores siempre han estado ahí. Pero que te lo diga la protagonista del tinglao' ya es otra cosa. Ridley lo cuenta con toda la naturalidad del mundo. "Al principio se barajó una conexión con Obi-Wan, y había diferentes versiones, y luego realmente llegó a que ella no era nadie", explica Ridley añadiendo después que el propio J.J. Abrams, director y guionista junto a Chris Terrio del Episodio IX, cambiaba de dirección como una veleta. "Luego nos pusimos con el Episodio IX y J.J. me contó en líneas generales la película, y fue como «Oh, sí, el abuelo Palpatine!» y yo dije, «impresionante», y luego dos semanas más tarde me dijo «Oh, no estamos seguros». No estaba claro cuál iba a ser la respuesta hasta el rodaje".
Mucha tela hay que cortar de estas declaraciones y a cada fan le habrá encendido una cosa de todo lo que desvela Ridley, pero sin duda uno de los puntos que destacan es la confirmación de que Rian Johnson había decidido que Rey no iba a ser nadie y J.J. decidió ignorarlo completamente para cambiar de tercio a aquella cosa tan endogámica que concluye con Rey autoproclamándose una Skywalker.
Chapucero
"Abrams me parece un poco chapucero" vista hoy es una de las frases que mejor ha envejecido del Tatooine Directo que dedicamos a la locura de decisiones narrativas de 'El Ascenso de Skywalker'. En aquel momento, en el que estábamos debatiendo en caliente ante el desenlace, opinábamos de cómo encajaban las decisiones de Abrams siempre al hilo de lo que vimos en 'Star Wars: Los últimos Jedi' y ahí ya destacaba la poca consonancia. Con el tiempo se puede seguir enfocando la trilogía de secuelas como un viaje fluido ante el que cada creativo hizo su aportación y aceptarlo como una elección artística, como todas esas historias que cuando empiezan no tienen final... Pero cada vez cuesta más. Cada vez pesa más el momento en el que Abrams dijo "ah, pos la nieta de Palpatine" dejando a un lado la preciosa moraleja planteada por Johnson en el Episodio VIII. ¿Vosotros qué pensáis?