¡Cuidado! Este artículo contiene spoilers
A estas alturas si hay una cosa clara con respecto a 'Star Wars: Los últimos Jedi' es que su director Rian Johnson quería aportar algo nuevo a la saga, y lo ha conseguido, vaya que si lo ha conseguido.
A la última entrega de la saga galáctica le han salido detractores y opiniones de todos los gustos, aunque una de las cosas de las que más se ha hablado es sobre una escena en particular en la que Adam Driver, el malo malísimo Kylo Ren de la nueva saga, sale sin camiseta.
La escena íntima en cuestión a la que su director Rian Johnson ha bautizado como "beefcake" (traducido como "pastel de carne"), ocurre cuando Kylo Ren tiene una conversación con Rey (Daisy Ridley), conectados por la Fuerza. En ella, aparece sin camiseta y sorprende mucho a Rey (y a nosotros). Pero la pregunta que muchos espectadores y fans se han hecho es: ¿era necesario?
A lo que su director ha contestado mediante unas declaraciones a la revista People: "La palabra clave es intimidad. Y la idea era simplemente, ¿por qué no intensificar eso? La idea era tratar de incomodar aún más la conversación cara a cara con una persona que no quieres, en la que además uno de ellos está semidesnudo durante el proceso, mientras tienes que hacerlo. Y así fue solo otra forma de desnudar a Kylo (literal y figurativamente) un poco más".
A lo que Johnson añadió algo que todos pudimos comprobar con nuestros propios ojos al ver a Adam Driver descamisado: "Adam se ve tan malditamente bien porque había estado entrenando duro durante los últimos seis meses para esas escenas de lucha. Pensé que estaba tan atractivo que deberíamos grabarlo".
Dada la sorprendente secuencia dentro del universo de 'Star Wars', muchos se habrán preguntado si el actor tuvo pudor o le incomodó rodar la secuencia, pero Rian Johson ha contestado sentenciando lo gran profesional que es Driver: "No, no, él está bien. Fue genial", asegura Johnson. "Sabía que se veía bien".
Los Jedi siguen dominando la taquilla
Tras su primera semana en cartel y pese a sus detractores, 'Star Wars: los últimos Jedi' se mantiene en el número 1 de la taquilla mundial con una recaudación que ya ha alcanzado los 777 millones de euros en todo el mundo.
Las 7 caras de Adam Driver
Estrella fugaz
Si pestañeaste a lo mejor te lo perdiste, pero Driver comenzó su carrera cinematográfica bajo la dirección de Clint Eastwood en 'J. Edgar' en 2011. El rol era breve, pero fue el comienzo perfecto para una carrera que desde que despegó en ese momento ha pasado de nuevo -repetidas veces- por las manos de grandes directores. Otro legendario cineasta que confió en él fue Steven Spielberg, que le puso ante un telégrafo en 'Lincoln', en una aparición de nuevo escueta pero que supone una envidiable experiencia de la que no todos los intérpretes pueden presumir.
Novio carpintero
Probablemente aquellos que reconocieron a Adam Driver en esos sucintos papeles lo hicieron porque eran seguidores de una de las comedias más exitosas de HBO. El personaje con el que saltó a la fama fue el de Adam Sackler en 'Girls', un actor-carpintero algo contenido emocionalmente que es el interés amoroso -o sexual- de Hannah, interpretada por la creadora de la serie, Lena Dunham. El actor ha sido nominado tres veces al Emmy por dar vida a este hombre, trabajo que le supuso unos cuantos insultos por la calle, aunque a ver quien se atreve a meterse con él ahora.
Mejor amigo
El enrollado compañero de piso o amigo de toda la vida, ese personaje casi arquetípico de secundario despreocupado y a la vez atento. Driver ha ejercido de apoyo emocional de Greta Gerwig y Daniel Radcliffe en dos comedias en las que contó con más minutos para lucirse, 'Frances Ha' y 'Amigos de más'. La primera de ellas le llevó a trabajar con Noah Baumbach, otro de los directores que están marcando la diferencia en Hollywood. Y no se quedó ahí la cosa, porque entre esos dos trabajos llegó el...
Cantautor cowboy
Un estudio de grabación con Oscar Isaac -su futuro compañero de reparto en 'Star Wars'-, Justin Timberlake y un hombre con voz algo gutural, ¿quién va a robar la atención? En esa secuencia de 'A propósito de Llewyn Davis', Driver entona su voz para hacer coros y aprovecha la habilidad de los Coen de crear personajes inolvidables para ser lo mejor de la interpretación de 'Please Mr. Kennedy'. Aparte de esa escena no tiene una presencia en la cinta mayor que en las anteriores, pero demostró que en segundos puede atraer más al público que otros en una película entera.
Protagonista solvente
Después de afianzarse como secundario bajo la batuta de realizadores de prestigio, llegó el momento en 2013 de ascender a personajes protagónicos. Un fotógrafo de National Geographic en 'El viaje de tu vida' y un conflictivo padre en 'Hungry Hearts' sirvieron para comprobar que puede cargar con el peso de una película, aunque en ambas este estuviera compartido con otra actriz. Con la segunda producción cosechó su mayor reconocimiento hasta el momento, la Copa Volpi al mejor actor en el Festival de Venecia, compartida con Alba Rohrwacher.
Documentalista hipster
Su relación con Noah Baumbach se ha visto consolidada este año con 'Mientras seamos jóvenes', en la que interpreta a la antítesis hipster de Ben Stiller. Un joven interesado en dirigir documentales y un estandarte del comportamiento y los gustos de los jóvenes de hoy en día. Adam Driver tiene algo que le hace perfecto para el cine indie, y Baumbach sabe explotar esa personalidad de manera muy hábil. Pero no todo iba a ser cine independiente, también tenía que hacerse hueco en una de las producciones que más expectación han generado en la historia del cine.
Villano generacional
Cortamos al bosque en el que se encuentra Kylo Ren y desenfuda su (triple) sable láser con forma de cruz. Así es como J.J. Abrams dejó boquiabiertos a los fans de 'Star Wars' cuando se hizo público hace ya un año el primer avance del séptimo episodio. Desde entonces, y a falta de ver la película, este villano se ha convertido en el personaje icónico por excelencia. No todo el rato estará cubierto por la máscara de implacable antagonista, así que podremos contemplar el rostro de ese actor que, seis años después de debutar en televisión, ha encarnado a un villano que formará parte de una estirpe con nombres tan emblemáticos como el de Darth Vader.
