Hace mucho tiempo (concretamente 42 años), en una galaxia no tan lejana (Estados Unidos), un joven director de 30 y pocos años se atrevió a soñar con una de las aventuras de acción más épica jamás contada en la gran pantalla. Y no sólo la escribió, sino que la dirigió y ganó 7 merecidisimos Oscars tras revolucionar el séptimo arte con 'Star Wars: Episodio IV - Una nueva esperanza'. Aquel viaje pilotado por la familia Skywalker que George Lucas comenzó en 1977 acaba de llegar a su fin en 2019 con el estreno de 'Star Wars: El Ascenso de Skywalker'.
A pesar de las insatisfactorias críticas por su "falta de originalidad", los fans de todas las edades no han dudado en vestirse para la ocasión de sus personajes favoritos, disfrutar y hasta aprobar con nota este desenlace que, ante todo, vuelve a apelar a la nostalgia, tal y como ya hizo su director en el Episodio VII. Por ello, nosotros también nos ponemos nostálgicos para elaborar este ranking con todos los motivos para amar (y mejorar) cada entrega que nos ha llevado al interior de una sala de cine (o a nuestro salón) con la mayor ilusión de viajar a las estrellas con buenos amigos. La primera supuso una auténtica revolución, por lo que son inevitables las comparaciones con ese original y las exigencias a todas las entregas de esas dosis tanto de entretenimiento épico como de avance narrativo, tan difíciles de aunar. Con ese precedente sentado y la línea central ya cerrada, este es nuestro orden de la saga Skywalker de menos a más impactante.
Este orden clasifica cada episodio de forma individual, pero cada uno de estos resultados se ha visto indudablemente influenciado por los factores externos a su propia historia: Lucas ya se adelantó a la compleja narrativa de Kevin Feige con el Universo Cinematográfico Marvel al idear una historia de aventuras galáctica familiar ¡que empezaría a contar por la mitad! De esta manera, desde finales de los 70 ya tenía planeado intentar volver a revolucionar el cine con el auge del digital y su trilogía-precuela a comienzos de los 2000. Más tarde, esta vez por intereses empresariales y no técnicos, la franquicia volvería para una última y muy nostálgica trilogía ya en manos de Disney y no de George Lucas, dando pie incluso a spin-offs de personajes conocidos ('Han Solo: Una historia de Star Wars') y desconocidos ('Rogue One: Una historia de Star Wars'), tanto en cine como en televisión ('The Mandalorian').
Pero la línea central, la que comienza con esos míticos títulos de crédito, son estos nueve episodios. Desde las aventuras y el drama familiar hasta el romance, la guerra o incluso la política. Son muchos los géneros por los que esta saga ha transitado en su intento por mantener la magia y (a veces) renovar la saga, ya sea con una tragedia romántica o expandiendo la fuerza a toda la galaxia. Entre el riesgo narrativo y el conformismo más eficiente, ya podemos valorar y debatir todas las decisiones de 'Star Wars' a lo largo de sus nueve episodios. Con todos sus aciertos y sus pasos en falso, no deja de ser mágico que una serie de películas genere estos debates y conversaciones. Por ello, tras leer nuestra propuesta, os invitamos a que nos compartáis vuestros rankings personales de la saga y que la fuerza, el respeto y el amor a esta historia os acompañe. Siempre.
Toda la saga Skywalker de 'Star Wars', de peor a mejor
'Star Wars: Episodio II - El ataque de los clones'
Si algo ha demostrado el Episodio IX ante la crítica es que un apabullante clímax de acción no sirve para justificar un guion insulso. Así, el Episodio II permanece en la memoria como el menor de todos no solo por negarse a corregir el odioso error de Jar Jar Binks (¿como que ahora es representante político si ni siquiera sabe hablar?), sino por la falta de magia en lo que debería ser el conflicto principal: el origen de Darth Vader. ¿Cómo puede ser que uno de los mayores villanos de la historia del cine tenga unos diálogos y escenas románticas de cuarto de la ESO a lo "muero desde el día en que te conocí"? Desde luego, tampoco ayudaba la falta de carisma Hayden Christensen para un drama que valientemente había pasado a primer plano pero que no consiguieron mantener.
Este error central nos impidió apreciar del todo el buen despliegue técnico y las respuestas que nos iba dando en relación con la saga principal: de dónde surgieron los soldados de asalto, quién era Boba Fett, el ascenso de padawan a maestro de Obi-Wan Kenobi, ¡por fin vemos a Yoda luchar! Grandes avances narrativos y todo un riesgo técnico (la saga abraza completamente la tecnología digital) lastrados por unos fallidos arcos de protagonistas y villano (si es que se le puede considerar tal al Conde Dooku).
'Star Wars: Episodio VII - El despertar de la fuerza'
Ya lo avisó Yoda y lo recordó el viejo Luke: el mayor enemigo de los Jedi es el miedo. Disney lo tenía cuando se aventuró a resucitar la saga tras la agridulce última trilogía. Por ello, en lugar de arriesgarse a contar una nueva historia, decidieron ceñirse (demasiado) al tono del Episodio IV (y a toda su estructura de guion, básicamente). Para ello, contaron inteligentemente con un director especializado en espectacularizar y adaptar su estilo a sagas y blockbusters. J.J. Abrams trajo de vueltas las aventuras, la luz, la acción y a todos los personajes icónicos... y sí, fue todo un gran evento cinematográfico.
Nada está mal en el Episodio VII, pero tampoco hay nada que esté excesivamente bien. No es un paso atrás, pero tampoco uno adelante, salvo por el gran acierto de esta última trilogía: Rey y Kylo Ren. Fueron capaces de recuperar toda la esencia de 'Una nueva esperanza' pero se olvidaron de lo revolucionaria que fue aquella. Cada segundo visionado le va quitando algo de chispa, pero por lo menos supuso un despertar de algo muy especial que vendría después.
'Star Wars: Episodio IX - El ascenso de Skywalker'
Una vez más, Abrams cumple, impresiona, abruma... pero no sorprende. La presión es mayor que nunca, no sólo por cerrar la saga, sino por tener que hacerlo con la compleja línea narrativa planteada en el anterior episodio. La respuesta de Jota Jota es intentar mantener con pinzas lo apuntado por Rian Johnson a la vez que llena de esteroides su propuesta del episodio VII: ahora todo es más nostálgico, todo es más espectacular, todo es más intenso y se plantean y resuelven muchas más incógnitas.
La sensación final es abrumadora. Aunque este ruido sirva para evitar que echemos de menos a Rose o nos planteemos la necesidad de sacar a Palpatine solamente en el último episodio con tanta importancia, al final la sensación que queda es de haber vivido una última gran aventura. En esencia, 'Star Wars' es un blockbuster de acción, una de las aventuras más épicas y entretenidas que ha dado el cine, y 'El Ascenso de Skywalker' cumple en ello de principio a fin: nos recuerda la fascinación de sentirse sobrepasado por todo lo que está ocurriendo en esa pantalla en mitad del espacio y planetas recónditos. Pero además, hay respuestas para recordar y debatir, la relación de Kylo y Rey se confirma como el gran aporte de esta trilogía... Sin embargo, es una pena que eso sea de lo poco impactante y no se hayan atrevido a arriesgar y hacernos recordar este episodio por ser 'El Ascenso de Skywalker' más que sólo por ser 'Star Wars'.
'Star Wars: Episodio I - La amenaza fantasma'
Sí, es menos entretenida que los anteriores episodios, pero más arriesgada, y eso se premia. George Lucas no se conformó sólo con expandir la historia de Darth Vader, sino que hizo lo propio con el universo Star Wars: nuevas razas, planetas, conflictos, la estructura política, social y económica de ese mundo que nos enamoró y que ahora es más realista. Que sí, quizás por ello fue menos entretenido, pero sin duda más interesante: nadie pidió una historia sobre la Federación de Comercio, pero eso consiguió darle entidad a este episodio y al universo, fijando también de manera sorprendente toda la mitología Jedi.
En esa aventura por labrarse su propio camino, el Episodio I ideó algunas de las escenas de acción y personajes más memorables de la saga, aunque luego tuvieran un desarrollo irregular. Así, esa carrera de bólidos por el desierto y las luchas de espadas láser con piruetas ya son parte clave del imaginario de la saga. Además, un maestro paciente como el de Liam Neeson, el joven e impulsivo Obi-Wan Kenobi del que se apropiaría tan bien Ewan McGregor, la inteligente y muy (muy) luchadora princesa de Natalie Portman, o ese oscuro villano Darth Maul mejor recordado que desarrollado en el metraje... Hay muchos planteamientos tan originales como irregularmente desarrollados que podrían haberse explotado mucho más, pero todo ello nos recordó que Star Wars puede ser más de lo que conocíamos. Aunque quizás no mejor.
'Star Wars: Episodio III - La venganza de los Sith'
Toda la trilogía-precuela mereció la pena nada más que por este episodio, el más oscuro de toda la saga donde a modo de tragedia griega sentimos todo el poder, el trayecto y las consecuencias del Lado Oscuro. El gran acierto del Episodio III es cumplir por fin las expectativas de estas entregas y contar los orígenes de Darth Vader de una manera tan oscura como su traje: el miedo a la muerte, a la pérdida, la toxicidad de un amor desmedido... Por fin todo cobraba sentido, y por fin Hayden Christensen podía dejar de ser un Romeo de instituto y lucirse en su descenso a los infiernos. Esa mirada contrapicada con la sombra en los ojos va a ser difícil de olvidar.
Las escenas de acción no son tan a gran escala como en las anteriores, pero esta vez tienen más trascendencia. Todo el enfrentamiento final de aprendiz y maestro es una de las secuencias más míticas de toda la saga, con lava, movimiento constante y unas frases esta vez sí profundas y para el recuerdo ("¡Eras mi amigo! ¡Eras quien debía traer el equilibrio a la fuerza!"). Entre todos estos pasos adelante, solamente se le puede recriminar la reclusión de Padme a un balcón para tocarse la barriga de embarazada y llorar durante toda la película. Afortunadamente, sus (pocas pero) icónicas frases y el emotivo final logran redimir a su personaje. Además, por fin se olvidaron de Jar Jar Binks.
'Star Wars: Episodio VI - El retorno del Jedi'
El Episodio VI ya nos vaticinó lo que ocurriría con esta última trilogía: George Lucas fue autoconsciente por primera vez del mito que había creado con el Episodio IV e intentó recrearlo casi al milímetro pero más grande. La estructura del guion cae demasiado en el conformismo durante su segunda mitad, y aunque renuncie al dramatismo y la trascendencia de su anterior entrega, logra recuperar ese espíritu de aventura y equipo del primer episodio de la trilogía (básicamente, igual que ha hecho el Episodio IX, el cual tiene una estructura demasiado similar al VI).
Aunque el tono sí que sea similar a 'Una nueva esperanza', se nota que hay una clara evolución en todos los personajes: Luke ya es todo un maestro Jedi con gran dominio de la fuerza (su primera aparición es espectacular), la química de Han y Leia no hace más que crecer, el conflicto de Darth Vader ahora es más interesante que nunca al jugar con la conexión padre-hijo, el gran Sith villano sale a la luz con todo su poder... Una consumación algo acomodada pero sin duda épica y consecuente con todo lo contado anteriormente.
'Star Wars: Episodio VIII - Los últimos Jedi'
Rian Johnson nos recordó que, en su momento, 'Una nueva esperanza' pudo haber sido considerada cine de autor por el toque tan personal y distinto que imprimió George Lucas. Así, el director de la recientemente aclamada 'Puñales por la espalda' siguió sus pasos al convertirse en el único realizador en dirigir y escribir en solitario una entrega de Star Wars. Y eso se nota. Mucho. 'Los Últimos Jedi' es de las que mejor se mantiene en solitario gracias a su riesgo narrativo y su sello personal: los diálogos son ágiles y están llenos de la trascendencia justa y de mucha comedia muy inteligente. Además, se nota la profunda reflexión sobre qué es la fuerza (magnífica secuencia de entrenamiento a Rey en la isla) y, sobre todo, se agradece su claro mensaje aperturista con ese acertadísimo plano final.
Más allá de la novedad del guion, el estilo visual está trabajado igualmente de una manera muy artesanal. El tono rojo del logo se imprime en algunas de las mejores secuencias de lucha de toda la saga: Reylo contra Snoke y los caballeros de Ren en esa preciosa habitación roja, el fantástico planeta de sal que se vuelve roja al tocarla y, por supuesto, esa batalla final tan corta pero frenética con todo lo que significa. Una de las entregas más trascendentes, arriesgadas y novedosas que se mantiene por sí sola y gana tras cada visionado. Star Wars vuelve a dar un paso más allá.
'Star Wars: Episodio V - El imperio contraataca'
Después del mágico cuento del héroe, la saga se atrevió a profundizar en su linaje con un tono totalmente distinto. Nos enamoramos del trío protagonista, y ahora apenas comparten pantalla juntos. Además, ¿alguien ha llevado la cuenta de a cuánta gente estrangula y mata Darth Vader? 'El Imperio Contraataca' es el contraluz de 'Una Nueva Esperanza', una de las mayores muestras de madurez de la saga, fascinandonos por la profundidad que puede alcanzar.
Si ya vimos cómo surge el héroe, ahora tiene que llegar a serlo, y para ello sólo hay un camino: el entrenamiento. Las escenas de Luke y Yoda se complementan a la perfección con las batallas (y la pedazo de química) de Han y Leia, para llegar a un clímax final más apoteósico por sus revelaciones que por su acción. ¿Uno de los villanos más temibles del cine es el padre de uno de los héroes más clásicos de la gran pantalla? ¿Nuestro carismático aventurero se queda congelado al final de la película? Una vez más: riesgo, innovación, nuevos tonos, pasos adelante, sin perder el entretenimiento. Eso es lo que hace trascender a muchos de los episodios de Star Wars.
'Star Wars: Episodio IV - Una nueva esperanza'
Todo un imperio narrativo, visual y hasta empresarial sustentado en esta película. Nada hubiera sido posible sin la magia de esta obra maestra del cine, todas las entregas han intentado emularla, igualarla o revolucionarla, y por ello es la mejor. Un hombre fascinado por las aventuras de acción plasmó en dos horas su propia historia épica y ha transmitido a los espectadores de todas las generaciones ese mismo fanatismo e ilusión por la fantasía y la ciencia ficción. El héroe y el villano encuentran su definición gráfica en Luke Skywalker y Darth Vader, al igual que el equipo de compañeros que todo el mundo querría tener, con carismáticos amigos e ingeniosos droides.
Más allá de todo el legado posterior que abriría esta película, lo sorprendente es cómo se ha mantenido con el paso del tiempo y cómo lo hace incluso por sí sola. Realmente, funciona como historia autoconclusiva (algo de lo que se olvidan muchas franquicias), y sigue siendo incomprensible cómo en 1977 se logró este empaque visual que fascinó a los espectadores de la época (vedla en pantalla grande y veréis como sigue fascinando). Este gran blockbuster de acción no sólo se llevó 7 Oscars técnicos, sino que además estuvo nominado a Mejor Película, Dirección y Guion. Absolutamente todo era (y es) perfecto, en esta odisea espacial que (re)definió el concepto de aventura cinematográfica y creó todo un legado que más de 40 años después nos acompaña a todas las generaciones.