El 15 de enero de 2009 tuvo lugar un acontecimiento que conmovió al mundo entero. Ese día, los neoyorquinos veían cómo un avión de pasajeros amerizaba en las gélidas aguas del río Hudson tras un grave contratiempo a pocos minutos de su despegue. El capitán Chesley Sullenberger, conocido cariñosamente como Sully, llevó a cabo una hazaña nunca vista al tomar la arriesgada decisión de dirigir su avión hacia el agua para evitar un desastre mayor, salvando así la vida de las 155 personas que iban a bordo del avión.
Fascinado por esta historia real y motivado por su propia experiencia en un accidente aéreo hace seis décadas, Clint Eastwood ha llevado al cine "El milagro del Hudson" en 'Sully', basada en el libro escrito por el propio Sullenberger, 'Sully: Hazaña en el Hudson'. En ella, Tom Hanks se pone en la piel de este piloto aclamado por el público y los medios, ofreciendo otra impecable interpretación de gran contención dramática, poco después de su también celebrado trabajo en 'Capitán Phillips', donde daba vida a otro "héroe" humano.
Para presentar 'Sully' en Europa, Hanks ha viajado hasta París junto a Aaron Eckhart, quien da vida al co-piloto de Sully, Jeff Skiles, y el propio Chesley 'Sully' Sullenberger, que ha acompañado al equipo de la película en su gira promocional. eCartelera tuvo el placer de asistir a la rueda de prensa en París de 'Sully' y nos alegra informaros de que ya estamos de vuelta después de un vuelo sin contratiempos para contaros todo sobre la visita del equipo a la capital francesa.
Eastwood, hombre de pocas palabras
El éxito de público y crítica de 'Sully' es la prueba de que, a sus 86 años, Clint Eastwood sigue en plena forma como cineasta. El director no acompañó a sus actores en su visita europea, pero Hanks y Eckhart se encargaron de que estuviera muy presente, deshaciéndose en elogios hacia él ante los medios.
"Clint confía de verdad en sus actores", afirma Eckhart, "El hecho de que seas elegido para estar en ese set te da luz verde para que hagas lo que quieras, te otorga esa responsabilidad". Tanto Eckhart como Hanks coinciden en que Eastwood deposita total confianza en sus actores, a los que dirige con escuetas observaciones, lo cual beneficia su trabajo: "Habla con mucha suavidad, nunca impone, sino que te hace sugerencias, te dice '¿Por qué no lo haces así?'. De esta manera crea muy buena atmósfera en los rodajes, que suelen ser muy tranquilos y reflexivos", concluye Eckhart.
Tom y los aviones
'Náufrago', 'La terminal', 'Atrápame si puedes' y ahora 'Sully'. Tom Hanks parece tener predilección por las historias relacionadas con la aviación o los aeropuertos, pero reconoce que no es intencionado: "No, no pienso un día: 'Llevo tres o cuatro años sin hacer una película de aviones, ya toca'", bromea el actor.
Efectivamente, Hanks sabe que muchos lo relacionan directamente con los aviones y es consciente de que su presencia en un aeropuerto puede poner nervioso a más de uno, sobre todo si coincide en un vuelo con él: "Sí, yo me evitaría a mí mismo". De hecho, el actor tiene una divertida anécdota al respecto: "Cada vez que voy en un avión y hay la menor turbulencia o ruido, todo el mundo que va a bordo me mira inmediatamente para que les explique lo que está pasando".
Como ya sabemos que a veces es inevitable confundir la ficción con la realidad y a los actores con sus personajes en el cine, Hanks tiene una idea para que los espectadores dejen de verlo como una amenaza aérea: "Para la próxima propongo una película en la que mi personaje vuela sin contratiempos de un aeropuerto a otro".
Escalofriantes testimonios del verdadero Sully
Después de las divertidas respuestas de Hanks, la nota más seria en la rueda de prensa la pone Chesley Sullenberger, que de hecho recibe incluso más atención por parte de los medios que las estrellas de Hollywood que tiene sentadas a su lado. Y es que no siempre se tiene delante al sujeto real en el que se basa una historia tan escalofriante como la de 'Sully', así que es comprensible que haya tanto interés en descubrir de primera mano hasta qué punto la película es fiel a los hechos, y no solo eso, sino también a los pensamientos, incluso los sueños, del protagonista.
La sensación que da al oír hablar a Sullenberger es la de estar frente a alguien profundamente sereno, experimentado y reforzado por una experiencia que te cambia la vida, un hombre que se ha pasado toda la vida en el aire, pero tiene los pies muy en la tierra. Aunque han pasado siete años desde "El milagro del Hudson", el piloto, ya jubilado, asegura seguir reviviendo la experiencia a diario. Cuando le preguntan cuánto tardó en superar el shock de lo ocurrido, Sully responde "Te avisaré cuando ocurra. Aún estamos trabajando en ello". El piloto explica cómo lo que vemos en pantalla es fiel a lo que ocurrió tras el incidente, aunque lógicamente hay licencias dramáticas: "Durante días no podía dormir más de media hora, tuve el pulso disparado mucho tiempo, tomé medicación y sí, tuve pesadillas los días posteriores, aunque ahora no las recuerdo bien".
Por supuesto, la película ha reavivado emociones y recuerdos de aquel día en Nueva York, tanto para Sullenberger como para su mujer, Lorraine (interpretada en el film por Laura Linney), que lo apoya desde el público en la rueda de prensa. "La primera vez que vi la película con mi mujer y mis hijas fue una experiencia muy emotiva", rememora Sullenberger, "No podía encontrar las palabras para expresar lo que sentí al verla. La segunda vez fue más como una experiencia normal de espectador en el cine. Y la tercera fue rodeado de público, lo cual fue incluso más revelador, al sentir la reacción de la audiencia a esta historia tan intensa que sigue emocionando a mucha gente hoy en día".
Miedo a volar
Trabajar en 'Sully', y a continuación hablar sobre la película durante meses, ha despertado en los actores la necesidad de reflexionar sobre su relación directa con el suceso, y cómo esta inspiradora historia ha afectado a sus vidas. Eckhart se encontraba en Europa cuando los medios se empezaron a hacer eco de lo acontecido en el Hudson. "Recuerdo sobre todo la imagen de los supervivientes sobre las alas del avión. Fue una gran victoria para Nueva York y las fuerzas de emergencia de la ciudad", celebra el actor. Eckhart también desvela que se está sacando la licencia de piloto privado, y relata una experiencia traumática durante su instrucción, cuando un avión sin registrar con la torre de control estuvo a punto de chocar con él, un susto enorme tras el cual no ha vuelto al cockpit. "Dios, ¿y me entero de esto ahora? Llevamos meses haciendo esta promoción...", apuntilla Hanks sorprendido, desatando las carajadas de los allí presentes.
Por su parte, Hanks recuerda haber seguido la hazaña por televisión, y discurre con franqueza sobre lo que a todos los norteamericanos, y al resto del mundo, se les pasó por la cabeza durante los primeros instantes: "Mi primer pensamiento, y creo que el de todos al ver un avión volando tan bajo en Nueva York, fue que se trataba de un ataque terrorista y que a continuación iban a morir miles de personas e iba a ser un día horrible para Norteamérica. Pero resultó que al final fue un gran día para Nueva York, gracias a Sullenberger y a la rapidez de los servicios de emergencia", relata emocionado el actor.
Héroes entre nosotros
Además de recrear el amerizaje con impresionante precisión y enorme intensidad, Eastwood explora en 'Sully' las consecuencias emocionales del suceso y el drama de ser un héroe a los ojos del mundo mientras se desarrolla una investigación que pone en duda tu profesionalidad y tu carrera. El verdadero Sullenberger esquiva la cuestión "¿Te consideras un héroe?" con la ayuda de Hanks: "Él dirá que no lo es, pero yo sí: es un héroe", a lo que Sully añade bromeando "Siguiente pregunta".
Pero, ¿quiénes son los héroes reales para estos actores que frecuentemente se ponen en la piel de personajes que reciben este apelativo? Eckhart lo tiene claro: "Tom es uno de ellos", a lo que Hanks contesta "Me he visto venir esa respuesta a la legua". Además, ambos actores coinciden en señalar a Clint Eastwood como uno de sus mayores héroes, según Eckhart, "una de las personas, junto a Tom Hanks, que han dado forma a la industria".
Y después de los elogios a los compañeros de profesión, es el momento de ponerse serios y reflexionar sobre quiénes son los verdaderos héroes que viven entre nosotros: "Caminamos junto a héroes reales todos los días", comienza Hanks su discurso casi emulando al que su personaje realiza al final de 'Sully', "Son héroes ocultos, los servicios de emergencias, los veteranos de guerra; sus familias, mujeres, hijos, aquellos que se comprometen a cuidar a diario de ellos cuando vuelven heridos. La gente que no huye de sus responsabilidades, esos son mis héroes".
'Sully' ya está en cines.
Los mejores personajes de Tom Hanks
Allen Bauer ('Un, dos, tres... splash')
Después de curtirse en la televisión durante la primera mitad de los años ochenta, Ron Howard (uno de los directores que más han influído en su carrera) le dio la alternativa en la gran pantalla con su primer protagonista cinematográfico, el del enamoradizo Allen Bauer que un buen día descubre que la chica de sus sueños es... una sirena (Daryl Hannah). 'Un, dos, tres... splash' (1984) era una modesta comedia romántica de toques fantásticos sin muchas pretensiones, pero dio a conocer al joven Hanks a nivel internacional y le abrió las puertas a un género (la comedia americana ochentera, con todos los hallazgos y clichés que queráis atribuirle) del que fue uno de los reyes hasta bien entrada la década de los noventa.
Robert Langdon ('El código Da Vinci')
Quizá las aventuras del investigador Robert Langdom (surgido de la imaginación del escritor Dan Brown) no sean las obras literarias y cinematográficas más prestigiosas del mundo, pero acumulan millones de lectores en todo el planeta y sus réditos en taquilla han dado, hasta la fecha, para tres películas: 'El código Da Vinci' (2006), 'Ángeles y demonios' (2009) e 'Inferno', que llegará a las salas el próximo otoño. Con la salvedad de 'Toy Story', esta es la única saga cinematográfica de la que ha formado parte.
Josh Baskin ('Big')
Películas como 'Despedida de soltero' (Neal Israel, 1984), 'El hombre del zapato rojo' (Stan Dragoti, 1985) o 'Dos sabuesos despistados' (Tom Mankiewicz, 1987) habían convertido al joven Tom Hanks en prototipo de cómico "para mayores de 13 años". Sin embargo, en 1988 protagonizó una de las comedias para todos los públicos más fantásticas y entrañables de la década, 'Big', aquella en la que se convertía en el cuerpo adulto de un niño de once años y nos descubría, a través de su inocente y gamberra mirada, una percepción sincera del mundo cínico e incomprensible de los adultos. La cinta fue todo un éxito, y su verosímil interpretación le valió todo un reconocimiento: su primera nominación a un Oscar de la Academia.
Richard Phillips ('Capitán Phillips')
Uno de los papeles más unánimemente aplaudidos (y que le valió la que, hasta ahora, es su última nominación al Oscar) fue su encarnación del capitán Richard Phillips, personaje real que con su audacia y temple logró salvar la vida de su tripulación, secuestrada en su propio carguero por un reducido grupo de piratas somalíes. Paul Greengrass le brindó la oportunidad de lucirse con un trabajo contenido y veraz, prototipo del héroe cotidiano dispuesto a jugársela a su pesar.
Woody (saga 'Toy Story')
Que sea una cinta de animación nos priva de verle el rostro, y el doblaje en países de habla no inglesa impide que su trabajo con la voz pueda ser apreciado en su justa medida. Quizá no todos sepan que Tom Hanks es el inefable sheriff de trapo Woody de la serie 'Toy Story', pero es justo reconocer su contribución a uno de los personajes más carismáticos, reconocidos y queridos por públicos de todas las edades en una de las sagas cinematográficas más brillantes que han surgido de la factoría Pixar. ¡Hay una serpiente en mi bota!
Michael Sullivan ('Camino a la perdición')
Taciturno, introvertido, discreto y homicida. Echemos de menos en la carrera de Tom Hanks algún personaje de villano, y quizá lo más cercano lo encontramos en este gángster con principios (pero que no duda en tirar de gatillo si la situación lo requiere) obligado a coger carretera y manta para proteger la vida de su primogénito. En su momento, 'Camino a la perdición' no tuvo el reconocimiento que se merecía, y tanto esta sobresaliente película de Sam Mendes como el trabajo de Hanks (así como el del resto del fabuloso elenco) merecen ser recuperados y reivindicados.
Chuck Noland ('Náufrago')
Seis años después de haber trabajado juntos en la exitosa 'Forrest Gump', Robert Zemeckis retó a Tom Hanks a un verdadero tour de force físico e interpretativo para una película en la que, casi en su 80%, él sería el único actor en pantalla. Para 'Náufrago' (2000), cuyo rodaje se llevó a cabo en orden secuencial, Hanks engordó hasta 20 kg. para interpretar al personaje durante la primera parte del film; la producción se detuvo durante ocho meses, tiempo que el actor empleó para someterse a una estricta dieta (perdió 30 kg.) y dejarse crecer el pelo y la barba, hasta conseguir el aspecto que luce en el tercer acto del film. Un esfuerzo que fue recompensado con un Globo de Oro y una nueva nominación al Oscar, y aunque la película tuvo una recepción algo tibia por parte de crítica y público, con el tiempo se ha convertido en un pequeño y querido clásico con estimables índices de audiencia en cada reposición televisiva.
Capitán Miller ('Salvar al soldado Ryan')
Tomar Normandía, asaltar un puesto de control nazi o proteger un puente vital para el avance del Ejército Aliado parece mucho más fácil bajo el mando de un capitán como Miller en 'Salvar al soldado Ryan' (1998), primera de las fructíferas colaboraciones que a lo largo de los últimos veinte años han mantenido Tom Hanks y Steven Spielberg (actor y director, respectivamente, de 'Atrápame si puedes', 'La terminal' y 'El puente de los espías', y ambos como productores de 'Hermanos de sangre' y 'The Pacific'). Hanks supo combinar la autoridad y disciplina de un mando militar con la sensibilidad de un hombre corriente que solo desea volver a casa, y que siente cómo se aleja cada vez que muere uno de sus chicos o abate a un enemigo. Un trabajo magnífico.
Andrew Beckett ('Philadelphia')
Tom Hanks, rey de la comedia de los ochenta, ya había tenido un par de escarceos con otros géneros con un éxito relativo ('La hoguera de las vanidades', 'Algo para recordar'), y a principios de la última década de siglo parecía condenado a repetirse en un tipo determinado de personajes graciosos y agradables. El productor Edward Saxon y el realizador Jonathan Demme apostaron fuerte por él como protagonista de su controvertida 'Philadelphia' (1993), la historia de un abogado de éxito repudiado por su condición de homosexual y portador del VIH. Es difícil determinar si Hanks hizo más por la comunidad gay con su honesto trabajo en el film o con su emocionante discurso en la gala de los Oscar de 1994 (cuando subió a recoger la primera estatuilla de su carrera de manos de Emma Thompson), pero en cualquier caso, y al margen de las diversas consideraciones alrededor del film (para unos, es un mero telefilm con aspiraciones; para otros, un valiente primer paso en un tema en el que Hollywood, hasta entonces, nunca se había mojado), su Andrew Beckett se convirtió en un verdadero icono de respeto, tolerancia e igualdad.
Forrest ('Forrest Gump')
¡Y pensar que este personaje fue ofrecido en un primer momento a John Travolta! ¿Alguien podría hoy imaginarse al simpar 'Forrest Gump' con otro rostro y otra personalidad que no fuera la que le insufló un inconmensurable Tom Hanks? Un guion magnífico a cargo de Eric Roth (sobre la novela de Winston Groom), una dirección ejemplar bajo la batuta de Robert Zemeckis, un elenco en estado de gracia y unos avances tecnológicos al servicio del cine como nunca antes se habían visto. Pero nada de eso hubiese tenido sentido sin la metódica interpretación de Hanks, que dio vida y alma a uno de los personajes más queridos de la historia del cine reciente (y que, como contraprestación, le otorgó su segundo Oscar consecutivo, algo que hasta entonces solo había logrado Spencer Tracy); él era el verdadero efecto especial de la película.