Cada vez más, da la sensación de que el reciente cine indie norteamericano -o al menos una buena parte de él- ha pasado de ser una contrapartida al blockbuster y, en general, a la superproducción hollywoodiense ortodoxa, para convertirse en un género más, una fórmula reiterativa que comienza a explotar peligrosamente unos mismos clichés en los que la moraleja buenrollista, el individuo y/o el entorno distópicos, y la veneración de la figura del looser se convierten en dogmas aparentemente indiscutibles en toda producción que se precie. Y es que, más allá de la mayor o menor calidad del film propiamente dicho (que haberlas ailas), nadie puede negar las similitudes en los patrones de, por citar algunos ejemplos, filmes como 'Pequeña Miss Sunshine', 'Lars y una chica de verdad' o 'Como la vida misma'.
Dentro de este marco llega este fin de semana a nuestras carteleras, si bien con dos años de retraso, 'Sunshine cleaning', tercer título en la filmografía de Christine Jeffs, el cual cuenta con una pareja protagonista conformada por Amy Adams y Emily Blunt, y que a pesar de sus buenas intenciones no logra evitar dejar en el espectador cierta sensación de déjà vu en la que los lugares comunes y los ecos a espacios, situaciones y personajes ya transitados son una constante.
Con ese habitual tono de comedia dramática recurrente en este tipo de producciones, 'Sunshine cleaning' se erige, pues, como un producto fácilmente disfrutable pero carente de verdadera impronta, en el que las virtudes argumentales e interpretativas mantienen una pugna constante por huir de los convencionalismos genéricos sobre los que se sustenta. Y lo cierto es que el film de Jeffs lo consigue en unas algunas ocasiones, distanciándose de los ismos gracias, en buena medida, a una premisa inicial algo truculenta a modo de metáfora de una nueva vida a través de la muerte.
El retrato cotidiano con un liviano poso de pathos existencialista, así como la aceptación del propio individuo por encima de quiméricos sueños de instituto, son las principales bazas del film de Jeffs, focalizado en la figura de una Amy Adams muy bien acompañada por un elenco de secundarios de diversa enjundia que logran que 'Sunshine cleaning' brille más de lo que en realidad debería, conformando un retrato de autosuperación en el fondo bastante convencional, pero cuyo revestimiento le confiere cierta personalidad que lo convierte en un producto fácilmente ponderable.