Cuando leemos un cómic, o más recientemente, vemos una película sobre superhéroes, es muy fácil comenzar a fantasear con ser uno de los valientes que, ataviados con su fantástico traje hecho a medida, luchar por la justicia con fuerza sobrehumana. Ya da igual la habilidad que tengas: volar, adamantium recubriendo tus huesos, lanzar rayos o poder levantar un camión con un dedo, sin duda, ser superhéroe es un gustazo. Así lo vemos en nuestra imaginación, pero si en realidad quisiéramos hacerlo en la vida real, todo sería muy distinto.
Es por ello que queremos dedicar este artículo a los superhéroes más atípicos: los que sienten en sus carnes los estragos de una pelea, los desequilibrados mentales que buscan salvar su mundo más próximo o aquellos a los que el poder corrompe. Y es que esta visión de ser un superhéroe es a menudo la que más simpatía da, con sus trajes hechos a guijarros y poca consciencia del peligro real.
'El protegido' (2000)
Una de las películas más íntimas sobre un hombre con poderes excepcionales es 'El Protegido', escrita y dirigida por M. Night Shyamalan. El filme, protagonizado por Bruce Willis y Samuel L. Jackson, es todo un homenaje al mundo del cómic, con una inquietante e hipnotizante premisa: la de un padre de familia que, tras ser el único superviviente de un fatal accidente de tren, descubre que no tiene debilidad ninguna, siendo casi irrompible. Todo ello en contraposición a un hombre que parece hecho de cristal, y para el que una pequeña caída, puede ser mortal. Este enfrentamiento entre opuestos, además de la atmósfera de cercanía a un hombre que va descubriendo poco a poco su resistencia, es un gran ejemplo de un héroe realista, y recuerda, si crees ser apto para este trabajo, tan solo tienes que preguntarte: ¿Cuántas veces has estado enfermo en tu vida?.
'Defendor' (2009)
Llegando a los hombres de a pie, cuya obsesión por el bien y el mal les hace vestirse con lo primero que cogen e impartir justicia, nos topamos con la no tan conocida 'Defendor', protagonizada por Woody Harrelson, y que en este caso busca dar un toque de comedia al tema. En ella, nos encontramos con un hombre corriente que se cree un supejusticiero, acompañado por su psiquiatra y una joven interpretada por Kat Dennings, que más adelante se cruzó al siguiente eslabón, participando en 'Thor'. Sin duda, la 'D' hecha de cinta adhesiva en el pecho del protagonista y el trasfondo sobre la salud mental y su toque de comedia, daba otro paso en la temática del 'superhéroe de andar por casa'.
'Super' (2010)
Con un presupuesto humilde y una idea de James Gunn (ahora, director de 'Guardianes de la Galaxia') se presentaba 'Super', protagonizada por Rainn Wilson, Ellen Page, Liv Tyler y Kevin Bacon. Si bien, el filme tiene toques de comedia, más bien nos encontramos con un drama sobre un hombre hundido psicológicamente por el abandono de su mujer, por la cual se convierte en un superhéroe armado con una llave inglesa que hará su particular justicia por las calles, con la misión de recuperar a su amada de las manos de un traficante de drogas. La violencia explícita, un reparto bien escogido, el trasfondo patético de su protagonista y escenas memorables como la parte en la que un hombre se cuela en la cola del cine y recibe su desmedido merecido, es toda una pintura realista de las consecuencias de ser un superhéroe, y lo visceral que puede ser tener a un hombre enmascarado haciendo de las suyas por las calles al grito de: "Shut up crime!".
'Kick Ass. Listo para machacar' (2010)
Si una cinta muestra las consecuencias de la violencia, esa es 'Kick Ass', que ahora está más de actualidad al encontrarnos muy cerca del estreno de su segunda parte. El filme está basado en el cómic de Mark Millar y John Romita Jr. en la que un adolescente decide convertirse en un superhéroe enmascarado, pero en su primera misión recibe una brutal paliza, siendo apuñalado y atropellado, pasando meses en el hospital. Tras su convalecencia, logra sobrevivir, pero con un sistema nervioso dañado, que le permite no sentir dolor a los golpes. Esta violenta producción traía a un héroe que pasa de patético a una auténtica máquina de combate, que si bien no era muy estilizada, sí que mejoraba con la incursión de Hit Girl: un niña de once años de edad con una habilidad innata para matar. La película estaba protagonizada por Aaron Taylor-Johnson, Chloë Grace Moretz, Nicolas Cage y Mark Strong, y se convirtió en otro ejemplo más de cómo un hombre de a pie, puede patear el culo a los malos.
'Chronicle' (2012)
Escapando un poco de las anteriores producciones, en las que estos superhéroes no contaban con los típicos superpoderes, tenemos que dejar un hueco para 'Chronicle', un filme que pese a contar con habilidades especiales, logra ser brutalmente real. Esta producción dirigida por Josh Trank (quién también vuelve a los superhéroes de toda la vida, con el reboot de 'Los 4 Fantásticos') y protagonizada por un hipnotizante Dane DeHaan, acompañado por Alex Russell y Michael B. Jordan nos deja en la siguiente premisa: tres adolescentes tienen contacto con una misteriosa sustancia en el bosque, que da como resultado que empiecen a desarrollar poderes extrasensoriales, como mover objetos con la mente o volar. Todo el filme está visto a través de diferentes cámaras controladas por uno de los protagonistas, y con esa impronta de 'metraje encontrado' heredada de 'El proyecto de la bruja de Blair', nos encontramos con una producción que logra tocar con los temores de la adolescencia, la corrupción que provoca el poder y el descubrimiento, todo ello compuesto por una atmósfera que nos hace recordar inevitablemente a 'Akira', con un DeHaan como perfecto Tetsuo Shima.
No son los únicos
Estos son algunos de los ejemplos de filmes de 'superhéroes' que poco tienen de 'súper', aunque no son los únicos, ya que también podríamos sumar otras producciones, como 'Mystery Men' (1999) con Ben Stiller, 'Hancock' (2008) con Will Smith y Charlize Theron, 'Push' (2009), de Chris Evans, e incluso, la genial y disparatada 'Scott Pilgrim contra el mundo' (2010) o 'Mi super ex-novia' con Uma Thurman. Todas ellas son otra manera de interpretar una película de superhéroes sin el glamour y el aroma de blockbuster de las producciones de Marvel o DC Comics, pero cuidado si intentas salvar el mundo, ya que no todo sale tan bien como en los cómics.
