El jueves 18 de julio se anunciaba que la hasta entonces directora general del ICAA (Instituto de Cinematografía y Artes Audiovisuales), Susana de la Sierra, dimitía de su cargo por "motivos personales", aunque realmente llevaba tiempo mostrando su descontento por todos los obstáculos que el Gobierno ha colocado en su camino para poder llevar a cabo todas las acciones que tenía programadas para el desarrollo de su puesto. Ahora, el Consejo de Ministros ha aprobado el nombramiento de Lorena González Olivares> como nueva ocupante del cargo de directora general.
Lorena González Olivares es Licenciada en Geografía e Historia por la Universidad Complutense de Madrid, y desde 1997 pertenece al Cuerpo Superior de Administradores Civiles del Estado. A lo largo de su carrera profesional ha desempeñado numerosos puestos de responsabilidad, hasta que en febrero de este año 2014 fue nombrada secretaria general del ICAA. Por esta misma razón, su ascenso a directora general supone, en palabras del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, "una continuidad con la labor que hasta la fecha se venía realizando desde la dirección del organismo". Con esta renuncia, Susana de la Sierra vuelve a su antiguo trabajo en Toledo como profesora titular de Derecho Administrativo, en la especialidad de cine y cultura, de la Universidad de Castilla La Mancha. La industra ha calificado de "acoso" y "bloqueo" algunas de las acciones que tanto el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, con José Ignacio Wert a la cabeza, como el Ministerio de Hacienda, capitaneado por Montoro.
La constante guerra con el Gobierno
Entre los motivos de desgaste de la directora se encuentra la bajada constante de presupuestos para el cine, que en el comienzo de su mandato en enero de 2012 se cifraban en 49 millones de euros, para pasar a 39 millones en 2013, y a 33.7 millones en 2014, la cifra más pequeña de toda Europa (por ejemplo, en Italia la cifra es de 70 millones, en Reino Unido de 120 millones, y en Alemania de 330). Por otro lado, Hacienda acumula una deuda de 40 millones de euros en concepto de ayudas a la amortización por películas estrenadas en 2012, y aún no los ha pagado. Incluso una de las metas de Susana de la Sierra era conseguir que las subvenciones fueran dadas antes de comenzar los proyectos de las películas, y no después en base a la recaudación que tuvieran, como ocurre ahora, cosa que no ha podido alcanzar. También quiso poner final a la devastadora subida del IVA cultural al 21%, y proponía la instauración del impuesto reducido del 10%, pero tampoco lo consiguió. La última gran medida que ha precipitado la decisión de Susana de la Sierra ha sido la escasa subida, del 18% al 20%, de las exenciones fiscales para las producciones cinematográficas, que se esperaba que subiera al 30%.
Los miembros de la industria cinematográfica se muestran apenados por la marcha de de la Sierra. Tal y como ha publicado Juan Antonio Bayona en su Twitter: "Da la impresión que se va porque no le han dejado hacer su trabajo". El mismo director había escrito hace un mes en la misma red social que las nuevas deducciones fiscales iban a imposibilitar que rodara 'Guerra Muandial Z 2' en España. Y así se encuentra el panorama cultural español.