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¡MENUDO LÍO!

'Tenet' explicada: Cómo funciona la inversión temporal y qué significa para los protagonistas

La última propuesta de Christopher Nolan es una cosa enrevesada como ella sola. Aquí nos sumergimos en el concepto de la "inversión temporal" y explicamos las distintas líneas de cada personaje de la película.

Por Berta F. Del Castillo Más 26 de Agosto 2020 | 09:24
Creadora de contenido digital y periodista especializada en cine y series. Fan de 'Star Wars'.

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¡Cuidado SPOILERS!

* Si no has visto la película no sigas leyendo. Vamos a destripar la trama para esclarecer cómo funciona el concepto de la "inversión temporal".

Para empezar a entender la base de esa locura argumental que plantea Christopher Nolan en Tenet, hay que hacerse a la idea de lo que es la "inversión temporal", un concepto con base científica al que se le saca el partido más imaginativo posible para esta propuesta cinematográfica.

Lo que sugiere la inversión temporal es que los eventos en lugar de sucederse de manera lineal y consecutiva, evolucionando con vistas al futuro, todo ocurre al contrario, de manera invertida. Es decir que los sucesos, movimientos y el tiempo mismo se mueven hacia atrás en lugar de hacia delante. Esto significa que en relación a ciertos objetos primero, luego personas y definitivamente secuencias completas, lo que el espectador percibe en primer lugar es el efecto para después ser testigo de la causa, al revés de lo natural. Por otro lado el propio título de la película, el palíndromo 'Tenet', además le sugiere al público que lo que también se usa aquí es la idea de que los eventos se sucederán de la misma manera si lo que vemos primero es la causa y después el efecto, o los percibimos invertidos.

 John David Washington y Robert Pattinson en 'Tenet'

En 'Tenet', la inversión del tiempo plantea una batalla entre el pasado, el presente y el futuro, en la que El Protagonista (John David Washington) cumple un papel clave del que empezamos a ser testigos cuando se une a la organización secreta que trata de "prevenir la Tercera Guerra Mundial", un conflicto que se desataría a través de la manipulación temporal.

Al principio, cuando tanto el espectador como El Protagonista están descubriendo en qué consiste esa inversión temporal, el ejemplo es sencillo y conciso: la explicación viene de la mano de algunos objetos cuya física temporal se ha invertido de tal forma que se mueven al revés en el tiempo. Estos "retazos de una guerra venidera" se fabrican en el futuro y se envían al pasado, algo imposible hasta el momento, y en lo que ha de profundizar el personaje de Washington. De ahí la cosa va escalando y descubrimos que varias máquinas de inversión temporal están permitiendo al villano al que interpreta Kenneth Branagh manipular los acontecimientos a su antojo con la ventaja de esa información que le llega del futuro. Pero ahí no queda la cosa, y es que el objetivo último de este personaje es reunir todas las piezas de una especie de ecuación representada en varios objetos invertidos que provocarían el fin del mundo.

A ver, sencillo no es. Pero bueno aquí al menos tenemos un objetivo claro: las piezas juntas no. Esto nos lleva a una escena final en la que El Protagonista y Neil (Robert Pattinson) dividen las piezas contando con la ayuda del personaje al que interpreta Aaron Taylor-Johnson, quien tiene información del futuro. Es en ese momento en el que descubrimos que Neil ha utilizado la máquina de inversión temporal varias veces para ayudar a su amigo a evitar el Apocalipsis, algo que finalmente consigue sacrificando su vida a sabiendas.

En esta misma escena Neil le explica a El Protagonista que toda la operación está orquestada por él, y que lo que para el personaje de Washington es una amistad que acaba de comenzar, para el de Pattinson es una relación de años. Es decir que El Protagonista lleva mucho tiempo utilizando la inversión temporal para evitar que esas piezas se junten, algo a lo que nosotros somos ajenos porque lo que vemos en la película es el principio de su historia, que se desarrolla en su mayor parte de manera lineal. Por el contrario para Neil es el desenlace de la historia. Habiendo conocido a su amigo en el futuro, para el final de la misión tiene que lidiar con una persona que apenas le conoce, evitando dar demasiada información para no truncar los acontecimientos que han de sucederse porque, como no deja de repetir: lo que ha pasado, ha pasado.

 John David Washington en 'Tenet'

Un poquito más allá

Claro, de esa revelación final de Neil podemos extraer que la organización secreta que trabaja para evitar el fin del mundo ocasionado por la inversión temporal, Tenet, lleva mucho tiempo orquestando ese instante en concreto, por lo que toda la operación puede estar planteada desde un futuro bastante lejano. Aquí es cuando algún valiente (no seré yo) se tira a la piscina para afirmar que Neil es en realidad Max, el hijo de Kat, personaje al que interpreta Elizabeth Debicki. El Protagonista le habría reclutado en un futuro del que no somos testigos, por lo que esa conexión podría encajar.

También pensando en cómo se comportan los personajes y la afirmación de Neil cuando le descubre el pastel a El Protagonista, momento en el que llama "realidad" en lugar de "destino" a cómo funciona eso de estar todo el rato invirtiendo el tiempo, "lo que ha pasado ha pasado" lo abarca todo, es decir el pasado de los personajes se ha tejido en función a las inversiones temporales que han hecho. Un ejemplo muy sencillo de esto es cuando Kat se ve a si misma saltar del yate de su marino y piensa que querría ser libre, como esa mujer que simplemente se lanza al mar. Ese instante enciende una llama en su interior, la empuja a luchar y lanzarse a participar en la misión como le pide El Protagonista.

Podríamos seguir sacando posibles explicaciones y conclusiones de prácticamente cada una de las escenas y acertar o equivocarnos tremendamente, y esta es una de las mejores cosas de 'Tenet': disfrutar del blockbuster que es durante y sumergirse en un apasionado debate después. Una experiencia cinematográfica para no perderse.