Netflix ha elegido el madrileño Palacio Vistalegre para despedirse por todo lo alto de su serie española más exitosa hasta el momento. 'La casa de papel' estrena por fin sus últimos cinco episodios este viernes 3 de diciembre, y el equipo detrás del atraco más sonado (y más alargado) del siglo se ha reunido para trasladarle a la prensa unas últimas palabras.
"Hace 5 años exactamente que estábamos escribiendo el piloto de 'La casa de papel'", recordaba el creador Álex Pina. "En estos cinco años se ha convertido en un monstruo al que tenemos muchísimo cariño". A su lado, su pareja y co-creadora Esther Martínez Lobato añadía: "Estamos terminando un viaje muy largo y rocambolesco. Teníamos ese débito de finalizar bien las historias de los personajes y darles mucha cancha a sus emociones, y los escritores emocionalmente necesitábamos cerrar con mucho sentimiento este viaje".
Sobre qué podemos esperar de este Volumen 2 de la Parte 5, Martínez Lobato avanzaba que los fans deberán estar atentos a la caza de pequeños homenajes al recorrido de 'La casa de papel': "Hay muchos guiños a la narrativa interna de la serie, situaciones que se repiten y tesituras en las que entran muchos personajes que recuerdan a cómo empezaron". "Muchas secuencias que me gustan de la serie están en este bloque", opinaba Pina. "Sacamos al Profesor a la calle, tiene mucha parte de adrenalina y muchos giros pero funciona muy bien en lo sentimental".
Jesús Colmenar, director y productor ejecutivo, también avisaba de un cambio de tono con respecto al Volumen 1, cargado de acción: "En la primera parte manejábamos la épica del tono bélico y en esta segunda parte manejamos otro tipo de épica, la épica personal de personajes que alcanzan sus clímax".
Además han prometido giros hasta el último momento y un último episodio muy movidito. "Esta última temporada han apretado al máximo para que las situaciones que tienes que solventar sean lo más extremas posibles", aportó Álvaro Morte, quien ha interpretado a El Profesor durante las 5 partes. Según el guionista, "cuando lleguen al último capítulo la gente va a decir: «¿Pero cómo van a salir de esta?»". "Hasta el último minuto de 'La casa de papel' no terminas de cerrar el viaje y entender lo que ha sido la serie", añadía el director.
¿Y después? Mucho se está comentando la posibilidad de que la serie tenga algún tipo de continuación en Netflix en forma de precuela o spin-off (además del remake surcoreano que se está preparando). Sin dar ningún dato concreto, Álex Pina no cierra la puerta: "Respecto a si vamos a tener algo más después de «la casa» o inspirado en «la casa», es algo que estamos pensando, pero que ahora mismo está en el aire o dándole vueltas". Eso sí, subraya Colmenar: "El final de 'La casa de papel' es el final de 'La casa de papel'".
Por ahora nos quedamos con las últimas sensaciones del reparto. Úrsula Corberó ha admitido que la muerte de Tokio al final del Volumen 1 la dejó "destrozada. A día de hoy lo he superado pero no del todo". Para dejar claro que su salida de la serie era definitiva, la actriz ha asegurado que no ha leído los guiones de estos últimos episodios. "Incluso me pasaron los capítulos y no los he visto porque me apetecía mucho ver este final como espectadora y fan de 'La casa de papel'". "No sé cómo es el final, sé algunas pinceladas", prometía.
Álvaro Morte ha resumido qué se quedará en su recuerdo después de estos años de revolucionario proyecto: "Más allá del fenómeno me quedo con ese trabajo de campo que ha sido el rodaje día a día, con unos compañeros, con unos textos maravillosos y muy difíciles de levantar, que hemos sido capaces de llevarlos a un sitio y ha gustado a todo el mundo. Lo bonito que ha sido trabajar con un elenco y un equipo brutal". Otros no han disfrutado al 100 % de la experiencia, como Enrique Arce, quien da vida al odiado Arturo Román, que decía entre risas: "No voy a echar de menos todas las bofetadas que me llevo en Internet".
Una batalla ardua para cambiar la televisión
Además, Colmenar y Pina han hablado emocionados de lo que el éxito de 'La casa de papel' ha supuesto no solo para sus carreras sino también para la industria española en general. "Llevamos muchos años luchando dentro de la industria televisiva, intentando derribar barreras como el buenismo, el generalismo o la «señora de Cuenca», que eran nuestros grandes enemigos", ha explicado el director. "Ha sido una batalla ardua durante muchos años. Para mí 'La casa de papel' ha sido el clímax de esa batalla. Queríamos hacer una ficción televisiva más cinematográfica que pudiera ser global, que pudiera ser exportable". Claramente lo han terminado consiguiendo. "Me acuerdo de rodar una secuencia del último capítulo y tener la sensación de que estábamos aún buscando un nuevo lenguaje. Nunca nos hemos detenido en ese aspecto".
Para Pina, este fenómeno "ha colocado a la industria [española] en un sitio que no nos atrevíamos a pensar. Siempre hemos sido un país muy acomplejado en ese sentido. Siempre decíamos «es que es una españolada»; de pronto hemos conseguido que lo muy local se pegue con lo más grande y les ganemos en muchos casos".