Parece que últimamente el poder de la nostalgia está más en alza que nunca y las grandes empresas del audiovisual saben muy bien cómo sacar partido de ello. Además de los famosos reencuentros de actores de series antiguas o el regreso con nuevos capítulos de programas que triunfaron antaño, también está el reestreno en pantalla grande de películas que fueron un gran éxito en su época.
El 29 de agosto llegaba de nuevo a los cines británicos 'Terminator 2: El juicio final' con una versión en 3D (a Estados Unidos lo hacía el 25 de agosto), y solo ha necesitado de un día para llegar al número uno de la recaudación nacional. Lo ha anunciado Studiocanal, su distribuidora, que con las 448.162 libras de recaudación estarán más que contentos, ya que con esta cifra superan los reestrenos en 3D de otras cintas como 'Parque Jurásico' o 'Regreso al Futuro'.
'Terminator 2: El juicio final' estuvo protagonizada por Arnold Schwarzenegger, Linda Hamilton, Robert Patrick y Edward Furlong, convirtiéndose en un éxito mucho mayor que la original. Se convirtió en la película más exitosa del año 1991 al conseguir 520 millones de dólares en la taquilla mundial. Eso dio lugar a varias secuelas más que nunca consiguieron mantener el nivel de calidad de las dos primeras cintas.
¿Habrá más 'Terminator'?
Parece que el futuro de la saga 'Terminator' sigue más vivo que nunca. Pronto los derechos de la saga volverán a su creador, James Cameron, y tanto él como Arnold Schwarzenegger han confirmado que están desarrollando una nueva película para la franquicia. Habrá que ver si el proyecto acaba saliendo adelante, aunque Cameron seguramente se acabará quedando en un segundo plano y cederá la silla de director a otro al tener tantas secuelas de 'Avatar' en marcha.
Curiosidades de 'Terminator 2: El juicio final'
Haciéndose mayor
Las cosas de palacio van despacio, y esta película no iba a ser menos. El proceso de filmación de 'Terminator 2' fue largo, y eso hizo que pudiéramos ver a Edward Furlong bastante diferente en algunas escenas. Pero no solo pudimos apreciar cambios físicos, sino que su voz también cambió, y tuvo que ser modificada en post-producción para que diera el pego.
Motera improvisada
Aunque parezca mentira, una despistada mujer entró en el set de la mítica escena del bar pensándose que todo aquello era de verdad, a pesar de todo el equipo de grabación desplegado en el lugar. Cuando vio a Schwarzenegger semi-desnudo, preguntó qué es lo que estaba pasando allí. El actor, con su peculiar sentido del humor, le contestó que era la noche de los strippers masculinos.
La hermana gemela
Los cineastas tienen que usar todo aquello que está a su alcance y para una segunda Linda Hamilton, no había mejor idea que utilizar a su gemela de verdad. Leslie Hamilton Gearren, como así se llama ella, se prestó a salir en la película, en las escenas en las que había dos Sarah Connor, como bien puede ser en la que el T-1000 intenta hacerse pasar por la mujer.
Pico de oro
En 1991, Arnold Schwarzenegger ya era toda una estrella, y su caché iba en aumento. Por este film, el intérprete percibió un total de 15 millones de dólares. Con las pocas palabras que tenía en el guion (alrededor de 700), eso significaba que cada palabra que salía de su boca le costaba al estudio 21.429 dólares. Ahí es nada.
Un entrenamiento de locos
Se podrá decir lo que se quiera de ella, pero es imposible pensar que Linda Hamilton no se tomó en serio la preparación de su papel. Y es que la actriz entrenó tres horas al día, seis días a la semana, durante 13 semanas. Aprendió algunas artes marciales, y levantó pesas, además de llevar una dieta muy estricta. Hamilton, pensando en que tendría que volver a repetir todo el proceso, rechazó salir en 'Terminator 3: La rebelión de las máquinas'.
Secuela de éxito
No descubrimos nada nuevo al afirmar que este film funcionó muy bien en todos los aspectos, y es que logró triunfar en los Oscar a lo grande. Además, hasta la llegada de 'Mad Max: Furia en la carretera', poseía un curioso honor no al alcance de muchos: el de ser la única secuela que ganara un Oscar sin que la entrega original fuera siquiera nominada.
Recortando escenas clave
A los ejecutivos del estudio no les hacía ninguna gracia que el presupuesto se acabara yendo de madre. El dinero inicial era de unos 75 millones de dólares, pero se fue hinchando hasta casi los 90. Debido a ello, pensaron en eliminar algunas escenas. Aunque parezca increíble, una de ellas querían que fuera la del bar de moteros. Naturalmente, Arnold Schwarzenegger se negó en redondo.
Destrozando camiones
Seguro que todos los fans recordaréis la mítica escena de la persecución con el camión. En el guion original, no ponía nada de que el techo del camión se tuviera que caer. Sin embargo, cuando el equipo llegó a la zona de grabación, vieron que el vehículo no iba a caber por el túnel, por lo que a James Cameron no le quedó más remedio que grabar la escena de la forma que vemos en la película.
Pesadilla nuclear
Para poder hacer una escena de "pesadilla nuclear" en condiciones, el equipo de efectos especiales se pasó horas y horas viendo videos de pruebas nucleares. Parece que todo el esfuerzo mereció la pena, pues algunos expertos estadounidenses en la materia dijeron que fue "la representación más precisa de una explosión nuclear jamás creada para una película de ficción".
Problemas auditivos
Desgraciadamente, en algunas películas ocurren accidentes, y en este film también parece que pasó. Durante la escena del tiroteo en el ascensor, Linda Hamilton no había cambiado sus tapones para el oido, pues se los había estado quitando entre toma y toma. Por ello, acabó sufriendo una pérdida auditiva permanente.