Paramount anuncia un cambio en su calendario de estrenos de la que será la sexta entrega de 'Terminator' cuya fecha escogida se ha retrasado del 26 de julio al 22 de noviembre de 2019. A pesar de los rumores que señalan la reciente operación a corazón abierto de Arnold Schwarzenegger como causa principal, el estudio desmiente la información y justifica que el cambio ya se había producido antes de la intervención.
Tim Miller, director de la exitosa 'Deadpool', se pondrá tras las cámaras de la nueva y esperada entrega a la que Arnold Schwarzenegger volvía a incorporarse el año pasado en su icónico rol de cyborg, T-800.
Regreso a los orígenes
Aunque los detalles de la trama permanecen en secreto, James Cameron confirmó que la sexta parte sería una secuela directa de 'Terminator 2: El juicio final'. El reboot marcará el reencuentro entre el creador original de la saga, el veterano actor y Linda Hamilton, quienes no trabajaban juntos desde 1991.
Linda Hamilton, que asumió el papel protagonista en las dos primeras entregas, interpretó a Sarah Connor, una camarera perseguida por el personaje de Schwarzenegger que, enviado desde el futuro, tendría que matarla. Sin embargo, la incorporación de una nueva heroína en el papel principal, Mackenzie Davis, promete grandes sorpresas en una trama que, esperemos, nos haga olvidar las desastrosas 'Terminator 3: La rebelión de las máquinas', 'Terminator Salvation' y 'Terminator Génesis'.
Curiosidades de 'Terminator 2: El juicio final'
Haciéndose mayor
Las cosas de palacio van despacio, y esta película no iba a ser menos. El proceso de filmación de 'Terminator 2' fue largo, y eso hizo que pudiéramos ver a Edward Furlong bastante diferente en algunas escenas. Pero no solo pudimos apreciar cambios físicos, sino que su voz también cambió, y tuvo que ser modificada en post-producción para que diera el pego.
Motera improvisada
Aunque parezca mentira, una despistada mujer entró en el set de la mítica escena del bar pensándose que todo aquello era de verdad, a pesar de todo el equipo de grabación desplegado en el lugar. Cuando vio a Schwarzenegger semi-desnudo, preguntó qué es lo que estaba pasando allí. El actor, con su peculiar sentido del humor, le contestó que era la noche de los strippers masculinos.
La hermana gemela
Los cineastas tienen que usar todo aquello que está a su alcance y para una segunda Linda Hamilton, no había mejor idea que utilizar a su gemela de verdad. Leslie Hamilton Gearren, como así se llama ella, se prestó a salir en la película, en las escenas en las que había dos Sarah Connor, como bien puede ser en la que el T-1000 intenta hacerse pasar por la mujer.
Pico de oro
En 1991, Arnold Schwarzenegger ya era toda una estrella, y su caché iba en aumento. Por este film, el intérprete percibió un total de 15 millones de dólares. Con las pocas palabras que tenía en el guion (alrededor de 700), eso significaba que cada palabra que salía de su boca le costaba al estudio 21.429 dólares. Ahí es nada.
Un entrenamiento de locos
Se podrá decir lo que se quiera de ella, pero es imposible pensar que Linda Hamilton no se tomó en serio la preparación de su papel. Y es que la actriz entrenó tres horas al día, seis días a la semana, durante 13 semanas. Aprendió algunas artes marciales, y levantó pesas, además de llevar una dieta muy estricta. Hamilton, pensando en que tendría que volver a repetir todo el proceso, rechazó salir en 'Terminator 3: La rebelión de las máquinas'.
Secuela de éxito
No descubrimos nada nuevo al afirmar que este film funcionó muy bien en todos los aspectos, y es que logró triunfar en los Oscar a lo grande. Además, hasta la llegada de 'Mad Max: Furia en la carretera', poseía un curioso honor no al alcance de muchos: el de ser la única secuela que ganara un Oscar sin que la entrega original fuera siquiera nominada.
Recortando escenas clave
A los ejecutivos del estudio no les hacía ninguna gracia que el presupuesto se acabara yendo de madre. El dinero inicial era de unos 75 millones de dólares, pero se fue hinchando hasta casi los 90. Debido a ello, pensaron en eliminar algunas escenas. Aunque parezca increíble, una de ellas querían que fuera la del bar de moteros. Naturalmente, Arnold Schwarzenegger se negó en redondo.
Destrozando camiones
Seguro que todos los fans recordaréis la mítica escena de la persecución con el camión. En el guion original, no ponía nada de que el techo del camión se tuviera que caer. Sin embargo, cuando el equipo llegó a la zona de grabación, vieron que el vehículo no iba a caber por el túnel, por lo que a James Cameron no le quedó más remedio que grabar la escena de la forma que vemos en la película.
Pesadilla nuclear
Para poder hacer una escena de "pesadilla nuclear" en condiciones, el equipo de efectos especiales se pasó horas y horas viendo videos de pruebas nucleares. Parece que todo el esfuerzo mereció la pena, pues algunos expertos estadounidenses en la materia dijeron que fue "la representación más precisa de una explosión nuclear jamás creada para una película de ficción".
Problemas auditivos
Desgraciadamente, en algunas películas ocurren accidentes, y en este film también parece que pasó. Durante la escena del tiroteo en el ascensor, Linda Hamilton no había cambiado sus tapones para el oido, pues se los había estado quitando entre toma y toma. Por ello, acabó sufriendo una pérdida auditiva permanente.