Aunque la sensación sea la de acudir raudo y veloz a la escena más representativa de su trayectoria, se hace inevitable recordar ese precioso momento de la magistral 'El mago de Oz' en el que Judy Garland interpreta el inoxidable 'Over the rainbow' con una delicadeza, una emoción y una ternura inolvidables. ¿Por qué? Sencillo, ahí están resumidos todos y cada uno de los elementos que convirtieron a la actriz en una de las leyendas más maravillosas y fascinantes del Hollywood clásico.
Su apariencia, siempre frágil, capaz de recordar a un vaso de forma firme, pero capaz de romperse al mínimo toque, fue bandera, cruz y esencia misma de un talento interpretativo fuera de toda duda. En todas las propuestas en las que trabajó, tanto en el mundo del cine como en el de la música o el teatro, Judy Garland desprendía algo especial, indescriptible y embriagador. Una capacidad única para emocionar al público desde una sensibilidad que, en no pocas ocasiones, parecía rimar directamente con el dolor.
Y es que, más allá de sus éxitos profesionales, la vida de Garland estuvo rodeada de polémicas, problemas y fuertes conflictos, tanto internos como externos, desde casi el primer momento. Una ruta de vida y trabajo marcada por heridas y triunfos, llantos y ovaciones, soledad y celebración. Una figura irrepetible.
Curiosidades de Judy Garland
Nombre real
El nombre auténtico de Judy Garland era, nada más y nada menos, que Frances Ethel Gumm. Mucho menos glamour, desde luego.
Presión en Hollywood
Durante toda su carrera, pero con especial intensidad durante los primeros compases de la misma, Judy Garland se veía sometida a una técnica de sufrimiento por parte de la industria basada en implantar el terror a ser sustituida. En ese sentido, la amenaza era clara: si se relajaba o fallaba demasiado, había siempre otra chica preparada y dispuesta para ocupar su lugar. Por otro lado, los directivos de los estudios siempre infiltraban a alguna topo para que vigilara a estrellas como Garland, teniéndolas siempre controladas por si las moscas.
Estreno prematuro
La pasión por el mundo de la interpretación surgió en Judy Garland de una manera casi inevitable. Y es que, tanto sus padres como sus hermanas se dedicaban al teatro musical, por lo que el arte estaba siempre en casa. Además, la actriz tuvo la oportunidad de actuar por primera vez cuando solamente tenía, atención, 2 años y medio, momento en el que apareció interpretando junto a sus hermanas el clásico 'Jingle Bells' en una obra de su padre.
Conflicto físico
Cuando firmó un contrato con la Metro-Goldwyn-Mayer, teniendo solamente 13 años de edad, Judy Garland se encontró con que el estudio no estaba muy seguro del tipo de papel que podían darle. Se trataba de un conjunto de dudas relacionadas directamente con su aspecto físico, ya que, según afirmaban desde la MGM, Garland era demasiado pequeña para encajar en personajes adultos, pero parecía demasiado mayor para interpretar a personajes infantiles.
Inicios en Oz
El rodaje más duro, en términos tanto físicos como psicológicos, de la carrera de Judy Garland fue, sin lugar a dudas, el de 'El mago de Oz', la cual es, por otra parte, la mejor película de su trayectoria profesional. Y es que, debido a las exigencias que supusieron para la actriz todos los sucesos y conflictos que se fueron sucediendo durante el proceso de elaboración de esta obra maestra, Garland empezó aquí a tomar anfetaminas de día y barbitúricos de noche. De esta forma, 'El mago de Oz' se convirtió en el punto de partida de las adicciones que acompañaron a la intérprete a lo largo de su vida.
Conciertos de despedida
Tras ser dada de alta del hospital meses después de su ingreso a causa de una hepatitis aguda, Judy Garland recibió la noticia por parte de los médicos de que le quedaban solamente cinco años de vida y que, con toda probabilidad, no podría volver a cantar. Una afirmación que, lejos de hundir a Garland, la motivó a realizar una nueva serie de conciertos que terminaron convirtiéndose en uno de los grandes momentos de su carrera.
Perdiendo con el Oeste
En 1963, Judy Garland firmó un extraordinario contrato de 24 millones de dólares para protagonizar un programa semanal de televisión titulado 'The Judy Garland Show', cuyo debut se produjo el 29 de septiembre de ese mismo año. Sin embargo, a pesar de contar con el beneplácito unánime de la crítica, el programa no duró más de 26 entregas a causa de las bajas audiencias. Un fracaso de público motivado por la competencia directa que tenía en la programación, la intratable y legendaria 'Bonanza'.
Triunfo discográfico
El concierto que ofreció Judy Garland el 23 de abril del año 1961 fue tan memorable que terminó siendo publicado en formato de disco: 'Judy at Carnegie Hall'. Un trabajo musical que se convirtió, sin lugar a dudas, en uno de los grandes triunfos de la trayectoria profesional de la actriz y cantante, obteniendo cinco premios Grammy, incluyendo Mejor disco del año y Mejor cantante femenina, y aguantando trece semanas consecutivas en el primer puesto de la lista Billboard.
La número 8
Judy Garland aparece en el top 10 del American Film Institute de mejores estrellas femeninas de la historia del cine. En concreto, la actriz cuenta con el puesto número 8 de la ilustre lista.
Conflicto maternal
A comienzos de la década de los 50, el periódico Los Ángeles Mirror publicó un reportaje protagonizado por Esther, la madre de Judy Garland, en la que revelaba que, mientras su hija se convertía en toda una estrella en Broadway, ganando importantes cantidades de dinero, ella trabajaba en una compañía aérea con un sueldo de menos de veinte dólares a la semana.
A raíz de esta publicación, más un conjunto de importantes conflictos sucedidos durante su infancia, Judy Garland y su madre estuvieron muy distanciadas durante años, una situación que no mejoró cuando la actriz aseguró que su madre había gestionado de forma terrible el dinero que ella había ganado durante su etapa infantil y adolescente, añadiendo que solamente era buena para generar caos y miedo.