Con el boom neoslasher nacido gracias al éxito de 'Scream. Vigila quién llama', y que ya tratamos en otro artículo reciente, era más que evidente que la industria no iba a dejar pasar por alto que esa nueva gallina de los huevos de oro que copiaba patrones del cine de los ochenta, fuese a quedarse en tierra de nadie una vez llegado el nuevo siglo.
Después de un lustro en el que asistimos a cómo las normas del slasher eran reinterpretadas (y explotadas hasta la saciedad con la presentación del grupo de jóvenes de turno y el mal al que debían enfrentarse), con la llegada del nuevo siglo parece que empieza a existir una nueva tónica en cuanto a la formulación de estos nuevos neoslashers.
El neoslasher se hizo adulto
Será entonces cuando en los primeros años del siglo XXI nuevas ideas empiecen a dar sus frutos, conviviendo con las pertinentes secuelas de títulos anteriores y cierta tendencia al exploit desde otros lugares al margen de Hollywood. Desde Francia, Alemania y Reino Unido llegarán sus particulares propuestas, por no mencionar la oleada de slashers españoles, y los que también os hablamos en otro texto.
Los jóvenes continuarán siendo carnaza para el cine de terror, un género que volverá a dar muestras de que tiene mucho que decir, más allá de poner ante la cámara a bellas jóvenes y tipos apolíneos que se convertirán en el objeto del deseo de quien empuña el arma. Doce son los títulos que se estrenaron entre el 2000 y el 2002, entre los que se encuentran algunos de los films considerados de culto a día de hoy, pese a que en su momento fuesen considerados como simples y llanas películas de terror para adolescentes.
Terror adolescente de los 2000
'El convento del Diablo'
Con un estilo puramente ochentero, 'El convento del Diablo' de Mike Mendez recupera el espíritu de títulos como 'Demons' o 'Night of the Demons', presentando una historia de pura serie B con monjas poseídas, gore y un toque de humor negro típico de las producciones directas a vídeo que habían causado furor dos décadas atrás.
Recuperando a Adrienne Barbeau ('La niebla', '1997: Rescate en Nueva York', 'Creepshow') de un olvido al que parecía estar condenada, la película de Mendez nos presenta al pertinente grupo de jóvenes que decide hacer una fiesta en un convento abandonado años atrás, donde las fuerzas del mal se desatarán y solo una mujer que estuvo implicada en un horrible suceso años atrás podrá ayudarles.
'Cut (Corten)'
Dirigida por Kimble Rendall, desde Australia llegaba en el año 2000 'Cut (Corten)', baratísima serie B que nos vendieron como título comercial tan solo por el hecho de contar con dos grandes reclamos en su casting: Molly Ringwald y Kylie Minogue.
La cantante se convertía en la estrella que moría al principio de la película, mientras que Ringwald se convertía en la protagonista de una historia en clave metacine en la que unos jóvenes que están rodando una película de terror, empiezan a morir a manos de Scarman, un psicópata que parece el vivo retrato del asesino ficticio.
'Anatomía'
Visto el brutal éxito del neoslasher, era más que evidente que la fórmula se repetiría por todo el mundo. Si en España teníamos 'School killer', de Alemania nos llegaba en el año 2000 'Anatomía', título escrito y dirigido por Stefan Ruzowitzky en el que una joven Franka Potente aspiraba a ser nueva reina del grito europeo.
En ella, Potente encarna a Paula Henning, una estudiante que consigue una plaza en una prestigiosa escuela médica. Una serie de asesinatos que tienen algo que ver con una antigua sociedad secreta, empezarán a asolar el campus. Llegar a los exámenes finales se convertirá entonces en una carrera mortal.
El propio Ruzowitzky se encargó, dos años más tarde, de 'Anatomía 2', la cual demostró que la fórmula ya se había desgastado por completo.
'En lo profundo del bosque'
Evidentemente, desde Francia también tenían que aportar su granito de arena al neoslasher, y para ello Lionel Delplanque dirigió 'En lo profundo del bosque', título que tomaba como trasfondo el cuento de la 'Caperucita Roja' y que fusionaba dos estilos hermanados como el slasher y el giallo.
El resultado fue una rara avis, incomprendida en su día y olvidada sin miramientos, en la que un grupo de jóvenes que forman una compañía teatral independiente, llega hasta el aislado castillo del barón Fersen con el fin de actuar. Al llegar, conocerán que un misterioso asesino anda suelto por la zona, además de descubrir que los únicos espectadores que tendrán serán el barón y su hijo.
'Cherry Falls'
Una de las principales normas que el slasher había puesto sobre la mesa desde su origen, era aquella que ligaba el hecho de perder la virginidad con una muerte segura a manos del matarife de turno.
Con Brittany Murphy como protagonista, en el 2000 Geoffrey Wright dirigía un título que se reía por completo de tan puritana regla y a la que le daba la vuelta de forma cómica, convirtiendo a todos los vírgenes de 'Cherry Falls' en víctimas potenciales de Loralee Sherman, psicópata con peluca a lo Norman Bates del nuevo siglo, de quien los adolescentes decidirán escabullirse elaborando un plan idóneo con la situación: organizar una orgía.
'Leyenda Urbana 2'
Dos años después de 'Leyenda Urbana', en el 2000 John Ottman estrenaba 'Leyenda Urbana 2', la cual contaba con un asesino que seguía el mismo leitmotiv que el de la primera entrega: asesinar mediante la representación de leyendas urbanas.
Rizando el rizo, la historia giraba en torno a un grupo de estudiantes de cine que estaban rodando una película de terror inspirada en los hechos contados en el film anterior. Además, tenía una subtrama con gemelos misteriosos, recuperaba a Loretta Devine y se dignaba a convertir en realidad la famosísima historia que a todos nos perturbó de adolescentes sobre aquello de despertarse en una bañera de hielo para descubrir que te habían robado un riñón.
'Destino final'
Nacida con la intención de ser un episodio de 'Expediente X', 'Destino final' se convirtió por méritos propios en título de culto por aquello de convertir en el brazo ejecutor de la historia a la mismísima Muerte.
Ni asesinos enmascarados ni monstruos que regresan de entre los muertos para acabar con el grupo de jóvenes de turno. Ahora, y después de que uno de ellos (Devon Sawa) haya conseguido burlar su plan, será esa entidad omnipresente y amenazante la que decida seguir al pie de la letra su objetivo y acabar con la vida de quienes se escaparon de sus garras.
Cuenta con cuatro secuelas. Y a la espera estamos de que se conviertan en más.
'The Hole'
Nick Hamm estrenó en 2001 'The Hole', título en clave de thriller psicológico basado en la novela de Guy Burt, en el que cuatro estudiantes de un exclusivo internado inglés desaparecen sin dejar rastro.
Unas semanas después, una de ellas aparece totalmente traumatizada. Con la ayuda de la psicóloga de la policía, empezará a desvelar lo que su mente le permita, partiendo de la base de que lo poco que recuerda se inicia con ellos cuatro encerrándose en un viejo búnker con el fin de escabullirse de una excursión.
Embeth Davidtz fue la Dra. Phillippa Horwood, mientras que los papeles de los jóvenes recayeron sobre Thora Birch, Keira Knightley, Desmond Harrington y Laurence Fox.
'Jeepers Creepers'
Apadrinada por Francis Ford Coppola, en 2001 llegaba el quinto largometraje de Victor Salva, 'Jeepers Creepers', nueva interpretación de las monsters movies que nos presentaba a un villano convertido desde su primera aparición en todo un icono del terror del nuevo siglo.
El Creeper (interpretado bajo varias capas de maquillaje por Jonathan Breck) pasaba a ser el acosador implacable de dos hermanos con los rostros de Justin Long y Gina Philips, cuyo viaje hasta la casa de sus padres a través de una serie de carreteras secundarias huyendo de un monstruo que se ha encaprichado de uno de ellos, bien podría leerse como alegoría del subconsciente de Salva y su truculento pasado.
'Un San Valentín de muerte'
En plena explosión slasher de los 80's, se convirtió en algo típico lo de tener a un asesino pululando por ahí según la época del año o festividad. A Halloween, Viernes 13, Nochevieja pronto se unió San Valentín, día que ya fue utilizado en más de una ocasión hasta que en el 2001 un viejo conocido del género, Jamie Blanks (el artífice de 'Leyenda Urbana'), nos traía 'Un San Valentín de muerte'.
El argumento era sencillo: un tipo que oculta su rostro tras una máscara de querubín, empezará a acechar a un grupo de antiguas compañeras de instituto. Tras las amenazas parece esconderse la venganza de un joven al que humillaron hace años en el baile de San Valentín. Entre las candidatas a víctimas: Katherine Heigl, Marley Shelton, Jessica Capshaw, Jessica Cauffiel y Denise Richards pasando a la historia por su escena en el jacuzzi.
'Ginger Snaps'
Si el nuevo siglo traía nuevas normas y reinterpretaciones de esquemas clásicos, no podíamos pasar por alto uno de los títulos de terror más influyentes del horror canadiense: 'Ginger Snaps'.
Dirigida por John Fawcett y escrita por Karen Walton, la película no solo servía para que cayéramos rendidos ante Katharine Isabelle, sino que se atrevía a darle una vuelta de tuerca al cine de hombres lobo, formulando un discurso puramente feminista que asociaba la licantropía con el ciclo menstrual y que era más un coming-of-age a lo 'Carrie' que una película de terror con monstruo al uso.
'My Little Eye (La cámara secreta)'
Terminamos el recorrido con otro título a reivindicar, y que pasó más bien desapercibido en su momento. Dirigida por Marc Evans, 'My Little Eye (La cámara secreta)' no solo se convertía en una rareza por su temática, sino que pasaba a ser pionera por el hecho de explotar algo que por aquel entonces (se estrenó en el 2002) acababa de irrumpir en nuestras vidas: los reality shows.
El argumento es bien sencillo: cinco jóvenes entran en una casa con el fin de ser filmados durante seis meses. Cada uno de ellos esconde un secreto inconfesable. No tardarán en empezar a morir uno a uno, mientras parece ser que un secreto aun mayor se esconde detrás de las cámaras que registran todos sus movimientos.